La experiencia de ayudar a pueblos originarios: "A veces, más importante que una donación es que reciban una charla sobre sus derechos"- RED/ACCIÓN

La experiencia de ayudar a pueblos originarios: "A veces, más importante que una donación es que reciban una charla sobre sus derechos"

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

Nicolás Fariña, de origen wichi, preside una organización que visita a comunidades en distintos puntos del país. "Ellos te esperan: para muchas comunidades la nuestra va a ser la única visita que reciban en mucho tiempo", dice.

La experiencia de ayudar a pueblos originarios: "A veces, más importante que una donación es que reciban una charla sobre sus derechos"

“Soy originario wichi, nací en Ingeniero Suarez, tuve una infancia feliz, en mi escuela. Luego en Buenos Aires estudié Derecho y Periodismo, pero no me olvidé de dónde vengo”, cuenta Nicolás Fariña sobre el origen de la ONG Ayuda a Pueblos Originarios, la cual preside y en la que cuenta con 200 voluntarios con quienes organiza viajes periódicos para ayudar (con donaciones, capacitación y acompañamiento) a distintas comunidades de pueblos originarios del país.

—¿Cuáles son los principales desafíos del trabajo con las comunidades de pueblos originarios?
—El principal desafío es visibilizar sus problemas, porque son cosas de las cuales no se habla porque no venden. Hay muchas etnias distintas, muy diferentes unas de otras, que no se conocen. Pero, además, tampoco se conocen todos los problemas que tienen. Como que llevar una donación de filtros de agua salva vidas, porque las personas tienen que caminar kilómetros para juntar agua, que encima está sucia. Pero aun así nos falta mucho: llevamos apadrinadas 22 comunidades, pero son solo el 5% de las que hay en el país, y es responsabilidad del Estado garantizar sus derechos. Estas comunidades son muy descuidadas.

—¿En qué radica la clave de su trabajo?
—Nuestro principal trabajo es viajar y estar con ellos. Además de llevarles donaciones de alimentos o filtros, de trabajar para que tengan escuelas o desarrollar huertas en las comunidades, lo más importante es convivir con ellos, pasar tiempo, comer juntos. Por eso nos reciben bien: porque nos cuidamos y aprendemos mutuamente. Y por eso el voluntario más importante está en la comunidad originaria, es el que nos pasa el reporte. Lo importante es que no se corte el vínculo. Ellos te esperan: como decía, están invisibilizados y para muchas comunidades la nuestra va a ser la única visita que reciban en mucho tiempo. Por eso es tan importante ir, no solo entregar la donación: a veces es más importante una charla sobre sus derechos, sobre inclusión o sobre salud.

—¿Qué puede surgir en alguna de esas charlas?
—Hace 5 años fui a una comunidad Nan Qom, en Formosa. Fui a hablar sobre derecho a jóvenes y adolescentes y empecé a hablar sobre la Constitución, lo básico. A una chica, Grecia, le gustó mucho. Me preguntó cómo aprender más del tema. Hoy ella está en segundo año de Derecho. Y contagió su interés a otras dos personas. Esa es la finalidad: dejar una semilla. Hoy ella sabe por qué su tierra debería estar a su nombre, y que tiene derecho al agua, a la salud. Que un carnet no es un carnet para circular: es un documento que dice que somos ciudadanos argentinos. Por eso es importante ir y concientizar.

Podés seguir y apoyar el trabajo de Ayuda a Pueblos Originarios en sus redes sociales. Todas son: @ayudaapueblosoriginarios.


Esta entrevista fue publicada originalmente en OXÍGENO, la newsletter que edita Juan Carr. Podés suscribirte en este link.