La ciudad de Kotor, en Montenegro, se caracteriza por su amor a los gatos desde hace siglos. Además de proteger a sus habitantes de ratas, ratones y serpientes, los gatos se convirtieron en un símbolo de prosperidad y buena suerte, e incluso existen leyendas (según cuenta la organización Kotor Kitties) sobre su llegada al pueblo en barcos de marineros.
A cualquier turista le llama la atención no solo la cantidad de gatos callejeros, sino su buena salud y condiciones de vida. De hecho, los dueños de locales y restaurantes dejan platos de comida para ellos, que además cuentan con cuchas y casitas distribuidas por las calles. Los ciudadanos incluso les dedicaron un museo.
De parte del gobierno de la ciudad se ha intentado desalentar que le dieran a los gatos comida humana, ya que puede ser mala para su salud. Ahora, dejarle comida a los habitantes felinos de Kotor también beneficia al ambiente porque se instaló una máquina que, a cambio de dos botellas de plástico o dos latas, entrega una porción de alimento para gatos.
Por el momento, hay una sola y está ubicada estratégicamente cerca de la iglesia Blessed Ozana, en una zona llena de casitas para gatos y personas que los cuidan de forma voluntaria. Sin embargo, Jovan Ristic (el director de la Oficina de Turismo) dijo que el plan era instalar máquinas similares en otros puntos.
El primer suministro de alimento fue donado por Zooland y es desde la Oficina de Turismo que se supervisa que las máquinas estén siempre llenas. En cuanto a los resultados, Ristic comentó: "Fueron visibles rápidamente y la acción tuvo mucha publicidad gracias a los turistas, pero también a la población local. Todos ya utilizan extensamente la máquina de reciclaje, y los gatos ya se acostumbraron a ella, porque el dispositivo está ubicado en las inmediaciones de sus casas".
Su consejo para otros gobiernos que deseen implementar medidas similares es que se necesita buena voluntad, pensar en una ubicación estratégica y una inversión no muy grande. Además, no es difícil que se sumen a cooperar empresas e individuos socialmente responsables.