¡Hola! Empezamos septiembre con una historia inspiradora sobre una joven que viene persiguiendo un proyecto desde la adolescencia. Hoy su gran deseo es que se pueda comercializar en el mercado para que muchas personas puedan acceder a esta solución.
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Valentina Avetta tiene 21 años, vive en Oro Verde, Entre Ríos, y es una entre 400 mil insulinodependientes en la Argentina. Creó el primer prototipo de un sensor termocrómico (que cambia de color con el aumento de la temperatura) que identifica en qué momento la insulina pierde el frío y se vuelve inocua. Al tener diabetes tipo 1, quiso hacer una solución para los que están en su misma situación.
- La idea surgió en unas vacaciones a sus 15 años. Ella estaba en una playa donde hacía mucho calor y recuerda que se empezó a sentir mal. “Llegué a la conclusión de que la insulina había perdido la cadena de frío por las altas temperaturas. A raíz de eso me pregunté si había algún sensor que me indicara cuándo eso pasaba. Lo googleé y me di cuenta de que no existía. Así que me propuse crearlo”, cuenta. Estudia Bioingeniería en la Universidad Nacional de Entre Ríos. La insulina debe conservarse entre los 4° y los 8° C cuando está cerrada y hasta 30° una vez abierta.
- A los 17 años, presentó la idea en el concurso Soluciones para el futuro, el programa de Samsung que potencia a los jóvenes a encontrar soluciones científicas a problemas cotidianos. Y fue la ganadora. Desde entonces se dedicó a desarrollar su proyecto. “Samsung me donó los equipos para seguir con la investigación y en la facultad me dieron un espacio en el laboratorio para poder trabajar en este prototipo. Muchos profesores me ayudaron y se convirtieron en mentores”, dice.
- El prototipo consta de una etiqueta que se adhiere al packaging, y que está en blanco. Cuando se pone de color rojo es porque superó los 30° C y perdió la cadena de frío. “El sensor hoy funciona en condiciones de laboratorio. Falta hacerle algunos arreglos para que pueda salir al mercado. Pasar de condiciones de laboratorio a la vida real lleva su tiempo de por sí y también está el tema de regulaciones, porque el ente regulatorio pide muchos requisitos. Me gustaría que la etiqueta se incluya en el packaging cuando una persona compra la insulina. Así, más personas tendrían acceso”, dice.
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3 preguntas a Matías Kelly, fundador y director de la Asociación Civil Sumatoria. Fue secretario de Economía Social en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. También, fue director general de Ashoka Argentina, Uruguay y Paraguay, y director de Sistema B.
- ¿De qué se trata el fondo de resiliencia y reactivación "Covida-20"?
El fondo Covida-20 es un vehículo de financiamiento que está enfocado a instituciones de inclusión financiera, grupos asociativos, cooperativas de la economía social y organizaciones y empresas con impacto positivo afectados por COVID-19. Lo impulsamos desde Sumatoria, una organización que busca utilizar el poder de las finanzas para resolver las problemáticas sociales y ambientales.
- ¿Por qué necesitamos un fondo Covida-20 en plena pandemia?
Es fundamental seguir acompañando a quienes quedaron desprotegidos. Lo que nos interesa es fortalecer a la economía social en este contexto y actuar donde se lastimó la estructura interna de aquellos emprendedores/cooperativas que se encuentran dentro de ella.
- ¿Qué hay que seguir trabajando en el sector de las microfinanzas?Nos encontramos con un montón de sujetos tomadores de crédito que necesitan un interlocutor que priorice el impacto, que sea más paciente, que tenga un costo más bajo de interés, que tenga productos más flexibles y personalizados. Entendemos que hay unidades productivas que no tienen acceso a la banca tradicional. Por eso, ahora hay que acompañarlos y darles acceso al dinero que les permita mejorar o arrancar su emprendimiento. Con Covida-20, logramos juntar $30 millones para prestar a tasas muy bajas.
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Mamotest, la empresa B del sector salud, está llevando adelante una campaña para que los médicos puedan ver las radiografías de manera digital, evitando la impresión innecesaria. Las placas radiográficas tardan de 80 a 100 años en degradarse; y generalmente tienen una vida útil de 20 minutos, que es el tiempo que el médico las revisa. Un dato no menor: las imágenes digitales tienen mucha más precisión que las impresas, ya que se puede hacer zoom para mejor detalle.
- Los profesionales de la salud que se sumen a esta campaña serán reconocidos por su responsabilidad en el cuidado del medio ambiente, con la insignia de “Médico sustentable”. Para registrarse, los interesados pueden ingresar acá.
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Participación. La edición de la semana que viene se va a centrar en historias de emprendedores que por la cuarentena dieron un vuelco 360° en lo que venían haciendo y crearon un proyecto nuevo.
- Si conocés emprendimientos que hayan nacido en cuarentena, te invito a escribirme.
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Para agendar. Santander lanzó la 16° edición del Premio Emprendedor X, una competencia de planes de negocio que tiene como objetivo fomentar la cultura emprendedora entre estudiantes universitarios y jóvenes profesionales. Los premios serán de $500.000, $300.000 y $200.000. Se otorgará también un Premio Women, un estímulo adicional que busca reconocer a las emprendedoras del sector tecnológico que posean un proyecto en las industrias de Ciencia, Tecnología, Ingeniería o Matemática. Hay tiempo hasta el 2 de octubre para inscribirse.
Hasta aquí llegamos hoy. Me encantaría recibir tus comentarios en [email protected]
Hasta el martes que viene,
Flor.
Con el apoyo de
