La ciencia climática habló (de nuevo) y ahora es necesaria la acción- RED/ACCIÓN

La ciencia climática habló (de nuevo) y ahora es necesaria la acción

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

Una edición especial dedicada al reporte científico con la información más actualizada sobre el cambio climático.

La ciencia climática habló (de nuevo) y ahora es necesaria la acción

Se publicó un reporte con la información más actualizada sobre cambio climático. Sí, seguro se enteraron por titulares apocalípticos. Bueno, la edición de PLANETA de hoy está enteramente dedicada a profundizar en sus aportes más destacados y dar luz a su relevancia para la necesaria acción ante el cambio climático.

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Foto: IPCC | Intervención: Denise Belluzzo

El principio y el final. No, no me refiero al mundo. Tranquilos. Si hay algo que no encontrarán en esta newsletter es un mensaje apocalíptico sin contenido que busca clicks. Por el contrario, hoy se encontrarán una edición enteramente dedicada a profundizar -con precisión, datos y voces de los expertos- en el reporte científico con la información más actualizada sobre el cambio climático.

Cuando hago referencia al principio y al final es al del tema que hoy nos convoca: el principio de comprender el reporte del cual hablamos y el final que su publicación debiera significar. Así que café, mate, té, jugo (o hasta vino) en mano y arranquemos con esta edición con una protagonista indiscutida: la ciencia climática.

  • ¿De qué reporte hablamos? Se trata de un nuevo reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). Más precisamente, es el primero de los tres reportes de los Grupos de Trabajo que contribuirán al Sexto Informe de Evaluación del IPCC, que se dará a conocer en 2022 y aportará a la evaluación del progreso de los países en la implementación del Acuerdo de París así como el necesario camino a seguir.

    El primer reporte publicado este lunes 9 de agosto corresponde al Grupo de Trabajo I del IPCC y brinda la información más actualizada sobre las bases físicas del cambio climático. Es decir, es la comprensión física más actualizada sobre el sistema climático y el cambio climático.
  • ¿Por qué son importantes los reportes? El IPCC fue creado en 1988 con el objetivo de proporcionar información científica a los gobiernos para que puedan utilizarla en su toma de decisiones y desarrollo de políticas climáticas. Sí, ya sé lo que están pensando: 33 años después y acá estamos, parece que o no leyeron la información, o no escucharon a la ciencia, o sí lo hicieron, pero no les importó. Hay un poco de todo eso. Veamos un ejemplo reciente.

    En 2018 y por pedido de las partes ante el consenso del Acuerdo de París en 2015, el IPCC presentó su informe especial sobre el 1,5°C que mostró que limitar el calentamiento por debajo del 1,5°C -objetivo más ambicioso del acuerdo- es posible, pero requiere cambios drásticos; y que significará efectos menos dramáticos que un escenario de 2°C. Bueno, las mismas partes que pidieron esa información científica "le dieron bienvenida a su completa conclusión en tiempo y forma" durante la COP24 en Katowice, Polonia.

    ¿El informe quedó en esa pésima respuesta de los países? No. Dos cosas importantes pasaron desde entonces. Por un lado, la sociedad civil escuchó y asimiló más la información científica que los tomadores de decisión y salió a las calles a alzar su voz. ¿O acaso no recuerdan escuchar IPCC en palabras de la activista sueca Greta Thunberg? Los jóvenes se apropiaron del discurso científico y continúan hasta hoy activando y exigiendo acción. Por otro lado, aún cuando las partes se ocupan de dar cálidas bienvenidas a cumplimientos y por esa presión creciente de la sociedad civil, el 1,5°C inevitablemente se puso como la meta hacia la cual deben dirigir sus planes y acciones los gobiernos. Poco se escucha ya hablar de los 2°C, el tema es que el 1,5°C no puede quedar sólo en discursos. Y eso me lleva al siguiente interrogante.
  • ¿Qué se espera después de esta publicación? No una bienvenida, desde ya. Los contundentes datos de este reporte -que ampliaremos a continuación- deben servir como base e impulso para una acción climática urgente, ambiciosa y sostenida. Y ello se vuelve particularmente necesario en vísperas de la próxima COP26 -que se celebrará en noviembre próximo en Glasgow, Reino Unido- en la que los países deben avanzar en la implementación del Acuerdo de París y en planes más ambiciosos que, en conjunto global, nos ubiquen en la senda de un calentamiento de 1,5°C.

    "El informe es un momento importante en el período previo a la COP26 porque se trata de certeza: certeza de la escala de la crisis climática y el papel de la humanidad en el impulso de los fenómenos meteorológicos extremos, certeza de cuánto hemos cambiado el planeta y certeza que las cosas seguirán empeorando a menos que cambiemos de rumbo de inmediato. Los líderes mundiales deben aprovechar todas las oportunidades, especialmente la próxima Cumbre del G20 y la COP26, para llevar a cabo una acción climática que responda a la ambición necesaria para garantizar que el objetivo de 1,5°C del Acuerdo de París no se salga de su alcance", aseguró Manuel Pulgar-Vidal, Líder Global de Clima y Energía de WWF.
  • Dos datos de color -o de igualdad- no menos importantes. Antes de pasar a los hallazgos del reporte, quiero compartirles dos datos que me llamaron la atención del detrás de escena de elaboración del reporte. En primer lugar, el equipo de autores de este reporte contó con 234 científicos climáticos de 66 países. De ellos, el 72% fueron hombres y el 28% mujeres. Sí, lo sé, no hay igualdad para nada aún. Pero, en los esfuerzos por la búsqueda de igualdad de participación de científicas, Carolina Vera, vicepresidenta del Grupo de Trabajo I, enfatizó que la cifra aumentó en comparación con el 17% de representación femenina del reporte anterior del grupo.

    En segundo lugar, y pensando también en términos de inclusión, hubo participación de nuevos científicos y científicas, muchos de ellos jóvenes. Más precisamente un 30% de los investigadores participaron de un reporte de estas características por primera vez. "Es una apuesta a la inclusión de las nuevas generaciones de científicos", subrayó Vera.

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Una mujer sostiene un perro mientras los incendios forestales se acercan, en Grecia | 8 de agosto de 2021 | Foto: Angelos Tzortzinis/AFP

¿Cuáles son los datos más destacados del reporte? Varios y muy importantes, así que vayamos de lleno a los más destacados de ellos.

  • Influencia humana innegable. Sin rodeos. Es indudable y evidente la influencia del ser humano en el calentamiento de la atmósfera, la superficie y el océano. Ni 95 ni 98 ni 99.9%, el ser humano es responsable del 100% del calentamiento observado, aseguró Maisa Rojas Corradi, científica climática de Chile y autora del reporte. Este calentamiento se ha producido a una velocidad sin precedentes en, al menos, los últimos 2000 años. Hoy nos ubicamos en un calentamiento de 1,1°C por encima de los niveles pre-industriales.
  • No hay región exenta. El cambio climático está afectando cada región del planeta de múltiples maneras. En todas las regiones del planeta se ha observado algún tipo de cambio (por ejemplo, un aumento o una reducción) en términos de los extremos de calor, las precipitaciones torrenciales, y la sequía agrícola y ecológica (es decir, y como explicó el científico argentino y autor Alejandro di Luca, cuando la humedad del suelo se encuentra muy por debajo de lo normal).
  • Eventos climáticos más intensos. El cambio climático está incidiendo en muchos eventos extremos -como los mencionados anteriormente, a través de un incremento en su intensidad y/o frecuencia. Incluso, algunos de los extremos de calor observados en la última década hubieran sido extremadamente improbables de ocurrir sin la influencia humana en el sistema climático.
  • ALGUNOS efectos son irreversibles. Sí, lo pongo con mayúscula porque me cansé de ver titulares "los efectos del cambio climático son irreversibles". El reporte evidencia que, debido a las emisiones pasadas y futuras, algunos cambios ya son irreversibles en términos de su permanencia durante cientos de años y milenios. Ejemplo de ello es el aumento en el nivel del mar. El reporte muestra que ya se ha comprometido a que el nivel del mar aumente durante siglos o milenios debido al aumento de la temperatura del océano y al derretimiento de la capa de hielo.

    Ahora bien, como destacó Vera, si reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs) y, por lo tanto, alcanzamos un escenario de menor calentamiento, podremos suavizar esos efectos.

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¿Qué ocurre en América Latina? El análisis regional que incluye el reporte sobre la situación en América Central y América del Sur muestra un incremento casi uniforme en la región en los extremos de calor y una disminución de las fuertes precipitaciones en algunos de sus territorios. Es muy probable que las temperaturas medias hayan aumentado en todas las subregiones y continuarán la tendencia en aumento, incluso a niveles superiores que el global. Tal como se observa en la primera columna de la imagen superior, la temperatura máxima anual será mayor en un escenario de calentamiento de 2°C (mapa del medio) y mucho mayor en un escenario de calentamiento de 4°C (mapa inferior).

Sobre la sequía agrícola y ecológica en la región hubo un "bajo acuerdo respecto del tipo de cambio observado". ¿Qué significa esto? Lo consulté con las y los autores, considerando la sequía que viene experimentado América del Sur durante los últimos años. "Hay que recordar que este reporte es una compilación de la literatura climática existente. No hemos encontrado mucha literatura que compruebe este evento extremo", cuenta Lincoln Muniz Alves, científico investigador del Instituto de Pesquisas Espaciales de Brasil (INPE) y autor, ante lo cual expresa la necesidad de que haya más investigación climática en la región, especialmente en áreas claves.

Vera nos invita a hacer una distinción entre las subregiones del Sudeste y Sudoeste de Sudamérica para comprender la situación climática actual porque las causas son distintas en una y otra: "En el clima presente y en la próxima década estamos experimentando una combinación de la variabilidad natural con el efecto del cambio climático producido por las actividades humanas. No hay acuerdo en el tipo de cambio en relación a las sequías agrícolas y ecológicas. Los reportes anteriores o la mayoría de la literatura se refiere principalmente sólo a sequías meteorológicas que se asocian con el déficit de precipitaciones, pero éste es un conductor a impacto y el impacto es en la humedad del suelo, eso es lo que llamamos sequías agrícolas y ecológicas. En el sudeste, este reporte muestra que hay un aumento observado en las precipitaciones severas que es significativo. Mientras que no hay un acuerdo en las tendencias observadas en el sudoeste. No hay un signo claro".

En un escenario de calentamiento de 2°C o más, se proyecta un incremento de esta sequía para mediados de siglo, especialmente la subregión más al sur del mapa.

Otros de los datos interesantes observados a nivel región es el aumento del nivel del mar. Durante las últimas tres décadas y en comparación con el nivel medio global del mar, el nivel del mar en el Atlántico Sur y el Atlántico norte subtropical ha aumentado a un ritmo más alto que el nivel medio global, y a un ritmo menor en el Pacífico oriental.

Para Muniz Alvez lo más destacado de este reporte es que un 1/3 está dedicado a asuntos regionales. "Esto permitirá a los tomadores de decisión y a la sociedad ver lo que está ocurriendo en tu región, y lo que podrá ocurrir en el futuro", destaca. Vera aclara que la información regional de este reporte no reemplaza las evaluaciones subnacionales que deben hacer los países.

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Imagen: IPCC

¿Qué escenarios futuros tenemos? Recordemos el mencionado objetivo del Acuerdo de París: limitar el calentamiento por debajo de los 2°C para fin de siglo, con esfuerzos al 1,5°C. Como vimos, la ciencia ya nos marcó el camino sobre cuál de esos objetivos nos traerá efectos de cambio climático menos dramáticos. Por si no quedó claro: el límite de calentamiento de 1,5°C. Bueno, tengan esto en mente así me sigan en la siguiente lectura.

El reporte proyecta cinco futuros climáticos posibles en función de las emisiones de gases de efecto invernadero que generemos desde ahora hasta fin de siglo. Se trata de escenarios con muy bajas (very low - celeste en el gráfico superior) y bajas (low - azul) emisiones de dióxido de carbono (CO2 - principal gas de efecto invernadero), y escenarios con emisiones medias (medium - naranja), alta (high - roja) y muy alta (very high - bordó). Es decir, escenarios que dependen de si realizamos acciones para reducir las emisiones, en mayor o menor medida. El primer escenario sería "el más optimista" porque es aquel con muy bajas emisiones. Progresivamente iríamos a escenarios "más negativos" con mayores emisiones.

Recordando la fórmula que siempre les digo más emisiones de GEIs, más aumento de temperatura, veamos el siguiente gráfico que se desprende en consecuencia de los escenarios de emisiones. Un escenario de emisiones más bajas significará un menor calentamiento que, como vemos progresivamente, los escenarios siguientes de mayores emisiones y, por consecuencia, mayor temperatura.

Imagen: IPCC

¿Algún escenario nos pone en la senda del 1,5°C? Si pensamos en largo plazo y en que se debe mantener el límite de calentamiento a fin de siglo, con seguridad sólo el primer escenario nos ubicaría en esa senda. Eso sí, con algunas superaciones en el mediano plazo. El segundo escenario incluye un posible alcance de 1,5°C, pero está más próximo al escenario de 2°C, incluso superándolo. ¿El peor escenario? El quinto nos ubica en un calentamiento de 4°C o más para fin de siglo.

Algunas observaciones aclaratorias al respecto. Los dos escenarios más optimistas no se resuelven sólo con reducción de emisiones, sino que esa barra de net CO2 removal que ven en el primer gráfico de este apartado evidencia que se necesitarán acciones de captura de CO2 en complemento. ¿De qué se trata? Abarcan desde la plantación de árboles (no de cualquiera especie ni en cualquier lugar) a tecnologías creadas específicamente para tal fin. Cabe destacar que la captura no es un sustituto a la reducción de emisiones, es un complemento. (Por las dudas, no sea cosa que algún gobierno o empresa sólo quiera capturar).

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que alcanzar un aumento de la temperatura de 1,5°C en un sólo año no significa que hemos alcanzado el calentamiento al cual se hace referencia en el Acuerdo de París, ni que de un día para otro se vendrán los efectos más dramáticos, ni que ya hemos perdido la batalla. Recuerdo lo que nos explicaba la científica climática argentina Inés Camilloni unas ediciones atrás: "El cambio climático es un proceso. No es que un día de un año particular va a significar el cambio irreversible. Cuando se habla del objetivo necesario de estabilizar el aumento de la temperatura en 1,5°C, no significa alcanzar la cifra en un año en particular, sino en un promedio de 30 años continuados".

Lo que en pocas palabras evidencian estos gráficos es que cada tonelada de CO2 importa, es que cada consecuente grado de temperatura cuenta. ¿Por qué? Si logramos el mejor escenario, limitar el calentamiento por debajo del 1,5°C, aún será un escenario de mayor calentamiento que el actual, aún será un escenario con efectos más intensos de cambio climático, pero será un escenario de efectos mucho menos dramáticos que cualquier escenario de mayor calentamiento. De allí que, a la reducción de emisiones y la captura de carbono, necesariamente se deberá incorporar (desde ahora mismo) con igual importancia la adaptación a esos efectos ya presentes hoy y a los que signifique el 1,5°C.

Por último, todavía tenemos una posibilidad -incluso dos- entre cinco escenarios posibles de alcanzar un escenario de efectos menos dramáticos. Posibilidad que no se va poder alcanzar con discursos bonitos ni continuando como venimos. Y, en palabras de Christiana Figueres, este optimismo testarudo me lleva al siguiente punto.

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¿Y las causas? ¿Y los combustibles fósiles? Hay un concepto que siempre busco ante reportes y acuerdos sobre cambio climático: combustibles fósiles. Bueno, todo lo que han leído o visto al momento se basó principalmente en el documento del reporte que se llama "Resumen para tomadores de decisión" de 42 páginas y sobre el cual más hemos podido trabajar bajo embargo los periodistas en la previa a su lanzamiento. El reporte completo, que recién se dio a conocer a todos, incluso nosotros, tiene 3949 páginas (no, ni yo lo leí completo aún).

Mientras que el concepto combustibles fósiles aparece en 121 páginas del reporte completo, no aparece en ninguna del "Resumen para tomadores de decisión". Consulté sobre esta diferencia y Rojas Corradi nos explica: "Nosotros no evaluamos de dónde vienen las emisiones, ni cómo se pueden limitar. Eso es tarea del Grupo de Trabajo III que aborda y evalúa las opciones de mitigación". Otro autor, cuyo nombre prefiero no exponer, me dijo que evidentemente el no incluir el concepto de combustibles fósiles en el Resumen fue un pedido de algunos gobiernos en el proceso de revisión "para no poner palabras fuertes y suavizar el lenguaje".

¿Por qué mi interés? Entiendo perfectamente que la ciencia no tiene una postura política y que nos debe mostrar la evidencia a través de las investigaciones y compilaciones. Incluso celebro que el lenguaje de los reportes sea cada vez más claro y contundente. Pero cuando hablamos de influencia humana, hablamos específicamente de ciertas actividades que el ser humano viene desarrollando, específicamente todo un modelo de producción y consumo basado en la explotación de combustibles fósiles -carbón, petróleo y gas- y modelos no sostenibles de otras actividades productivas como la agricultura y la ganadería, contribuyentes a la generación de emisiones de GEIs y a todo eso que vimos en esta edición pasó, viene pasando o puede pasar.

"Los gobiernos deben interpretar los hallazgos del informe como una campana de alarma para eliminar gradualmente los combustibles fósiles en esta década. Este informe debe servir como un gran clavo en el ataúd de la industria de los combustibles fósiles", expresó Stephan Singer, senior adviser de la red de organizaciones climáticas de la sociedad civil Climate Action Network Internacional y agregó: "La eliminación gradual de los combustibles fósiles, el despliegue masivo de energías renovables, la inversión en eficiencia energética y la detención de la destrucción de los ecosistemas es la única acción política obvia para un planeta habitable".

El business as usual no puede continuar. Así como los gobiernos se basaron en la ciencia para tomar decisiones para responder a la pandemia, así los gobiernos deben empezar a leer, comprender y asumir la ciencia climática para basarse en todas y cada una de sus políticas. "La pregunta es cuán rápido será considerado este reporte para tomar decisiones", expresó Petteri Taalas, secretario ejecutivo de la Organización Meteorológica Mundial. A ello Valerie Masson-Delmotte, co-chair del Grupo de Trabajo I, agregó: "El clima que experimentaremos en el futuro, dependerá de nuestras decisiones hoy".

Cuando le pregunté a Rojas Corradi qué impacto les gustaría tenga el reporte en los tomadores de decisión no tardó en dar extensas palabras, simplemente: "Por favor lean el informe y actúen". A ello Muniz Alves agregó: "El IPCC acaba de facilitar la información física del cambio climático. Ahora, los tomadores de decisión tienen que implementar políticas consistentes con la ciencia climática . Y sino lo hacen, tienen que explicar por qué no lo hacen".

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¿Y con todo esto qué hacemos? El domingo en la noche mientras leía algunos de los datos del reporte, casi que me largo a llorar. El IPCC se creó en el año que nací y, desde entonces, con la acción insuficiente y/o inexistente, siento que me condenaron a un presente que no elegí, incluso una especialidad en mi profesión a la que me vi empujada con pasión, pero también por presión del contexto en el cual nos encontramos y de los escenarios dramáticos a los cuales al menos las decisiones actuales nos dirigen.

Se me ocurrió entonces preguntar en Instagram si querían que organizara un encuentro por Zoom y conversábamos el lunes sobre el reporte. Hubo más de 200 personas registradas para participar. Durante las dos horas hubo una permanencia promedio de 100 personas. Personas como vos y yo preocupadas por lo que dice la ciencia climática, interesadas en hacer algo con ello y a partir de ello.

Desde el plano individual, lo mejor siempre será colectivo. El IPCC debiera ser identificado por todos con la misma rapidez con la que reconocemos una marca de zapatillas o de una gaseosa. Veamos cómo podemos generar más conversaciones con otros, compartamos información en las redes y exijamos a los tomadores de decisión que impulsen los cambios drásticos que se necesitan para reducir las emisiones -especialmente de CO2, pero también las de metano (procedentes de la actividad ganadera, los vertederos y también de los fósiles) para alcanzar un escenario de efectos menos dramáticos.

Si antes de activar necesitan otro empujón, les comparto este artículo que escribí para RED/ACCIÓN sobre ansiedad climática y que yo releo a menudo (ni les digo cuánto esta semana).

Lo de hoy es apenas una parte de todo lo que podemos seguir conversando sobre el reporte y a partir de él. Así que hay IPCC para rato en PLANETA.

¡Hasta el próximo miércoles!

Tais

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