Un estudio reciente de Sherlock Communications destacó la preocupación entre los argentinos y otros ciudadanos de América Latina sobre la inteligencia artificial y la ciberseguridad. En una encuesta que involucró a casi 3.500 personas de la región, se encontró que siete de cada diez argentinos teme que las empresas vendan su información personal sin su consentimiento.
Los participantes también expresaron aprensión respecto al seguimiento a través de sus dispositivos electrónicos; un 75 % de los argentinos sospechan que son espiados. Este temor es un reflejo de la desconfianza en la tecnología, la cual se está convirtiendo en una preocupación cada vez más habitual en la vida cotidiana.
Las llamadas no deseadas y la invasión de la privacidad también emergen como problemas significativos. Más de la mitad de los argentinos encuestados ya no responden a llamadas de números no identificados, una precaución contra la reiteración de llamadas comerciales y posibles estafas. Este cambio en los hábitos diarios subraya la frustración y el fastidio hacia las prácticas intrusivas de telemarketing.
Además, el contacto continuo y a menudo abusivo a través de llamadas y mensajes spam sigue siendo un punto crítico para muchos. Además de alterar la vida cotidiana, esta práctica ha llevado a que un 21 % de los argentinos pierda llamadas importantes por evitar responder a números desconocidos.
La inteligencia artificial, vista tanto como una promesa de eficiencia como una amenaza laboral, genera opiniones divididas. Mientras que un 60 % de los argentinos reconoce las ventajas de la IA, existe una preocupación palpable por la posibilidad de que la automatización y los robots reemplacen trabajos humanos, poniendo en riesgo el empleo de muchos.
Este miedo no solo se sostiene en la posibilidad de reemplazo directo, sino también en cómo la IA podría redefinir roles y exigir nuevas habilidades, dejando atrás a quienes no logren adaptarse. Por eso, un 85 % de los argentinos consultados indicaron que se necesita más educación sobre este tema para aprovechar sus beneficios y evitar malos usos, subrayando la necesidad de políticas que fomenten la capacitación de la fuerza laboral.
La seguridad relacionada con la IA y el uso indebido de la tecnología también son causas de alarma. El 51 % de los encuestados en Latinoamérica está preocupado por el aumento en los riesgos de delincuencia y terrorismo como resultado del avance tecnológico. Estos temores también se extienden al impacto social de la IA, particularmente en su capacidad para generar noticias falsas y manipular opiniones, lo que podría amenazar la democracia.
Las leyes de protección de datos también ocupan un lugar alto en el ranking de preocupaciones, ya que solo un 31 % de los argentinos se siente satisfecho con la legislación vigente en materia de privacidad y tecnología. Este escepticismo se refleja en toda la región, donde la confianza en la efectividad de las leyes de protección de datos es excepcionalmente baja.
André Duffles Teixeira Aranega, consultor de Seguridad Digital de Sherlock Communications, destacó la necesidad de una mayor educación sobre los riesgos y beneficios de la tecnología. Según Aranega, mientras la revolución tecnológica promete un potencial monumental para la innovación, también plantea desafíos serios que requieren respuestas efectivas tanto de los Gobiernos como de las empresas para proteger a los ciudadanos en esta nueva era digital.