La caída del empleo provocó el cierre de 275.000 cuentas sueldo en la Argentina - RED/ACCIÓN

La caída del empleo provocó el cierre de 275.000 cuentas sueldo en la Argentina

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Durante el primer trimestre de 2024, el sistema financiero argentino registró el cierre de aproximadamente entre el 2 % y el 3 % del total según un informe del Banco Central. Este fenómeno refleja la grave recesión que atraviesa el país, y afecta tanto al sector público como al privado.

La caída del empleo provocó el cierre de 275.000 cuentas sueldo en la Argentina

Ilustración: Pablo Domrose

Las cuentas sueldo son cuentas bancarias específicas en las que se depositan los salarios

de los trabajadores formales. La disminución en su número está directamente relacionada con la pérdida de empleos formales, tanto en el sector público como en el privado. Según la consultora Equilibra, en el primer trimestre se perdieron 240.000 puestos de trabajo, lo que representa una caída del 1,4% en comparación con el trimestre anterior. Esta reducción en el empleo es la más significativa desde el punto más crítico de la pandemia en 2020.

En esta misma línea, en marzo de 2024 el Banco Central registró 274.311 cuentas sueldo menos en comparación con diciembre de 2023. Esta tendencia se observó tanto en bancos estatales como en privados. Por ejemplo, el Banco Provincia cerró 47.700 cuentas sueldo, mientras que el Banco Nación y el Banco Macro cerraron 33.800 y 36.100 cuentas, respectivamente. Incluso los grandes bancos privados como Santander y Galicia vieron una disminución de 27.300 y 23.900 cuentas sueldo.

La recesión económica y el ajuste fiscal y monetario implementado por el Gobierno son las principales causas detrás de esta situación. Estas medidas contractivas, que buscan reducir el gasto público y estabilizar la economía, han provocado una disminución en el empleo, el consumo y la producción. En el sector público, el recorte de empleados y el cierre de organismos estatales han sido significativos, mientras que, en el sector privado, la reducción de la producción y el aumento de impuestos han llevado a una menor contratación y, en muchos casos, al despido de trabajadores.

Además de la recesión, la dinámica estacional también influyó en estas cifras. Tradicionalmente, en enero se registra una caída en la actividad de las cuentas sueldo debido a que muchas empresas pagan los salarios de diciembre antes de las fiestas de fin de año, junto con el aguinaldo. Sin embargo, esta estacionalidad no explica la magnitud de la disminución observada este año, que es mucho más pronunciada.

El informe de Equilibra prevé que el Producto Bruto Interno (PBI) caiga entre un 5 % y un 6 % en el primer trimestre de 2024 en comparación con el mismo período del año anterior.

En términos de empleo registrado, la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de la Secretaría de Trabajo reportó una caída del 0,3% en febrero de 2024 respecto a enero, la mayor baja para ese mes desde 2002. Entre noviembre de 2023 y febrero de 2024, la contracción alcanzó el 0,9%, afectando a todas las ramas de actividad, especialmente al sector de la construcción, que sufrió una caída interanual del 11,2%.

Una economista, que pide resguardar su nombre,  expresa en diálogo con RED/ACCIÓN: “[La pérdida de empleo] Es una tendencia que se profundiza a medida que avanza el ajuste y la desregulación de la economía impulsada por el Ejecutivo mediante un DNU apenas comenzó su gestión. La economía comenzó un proceso de recesión y depresión en cuyo caso el desempleo no tardó en manifestarse. Lamentablemente no hay una política de ingresos para apalancar a los trabajadores y las paritarias están prácticamente congeladas”.  Y profundiza: “Las inversiones, como la obra pública como las dinamizadoras del mercado de trabajo están nulas desde los inicios de la gestión de modo que no se ve a corto ni a mediano plazo que esta tendencia se revierta”.

Impacto Social y Económico

La reducción del empleo y el cierre de cuentas sueldo tienen un impacto significativo en la economía argentina. La disminución del empleo formal reduce el poder adquisitivo de los trabajadores y afecta el consumo, lo que a su vez agrava la recesión. Las mipymes, que representan una parte crucial del empleo privado, también se han visto gravemente afectadas, con una caída del 0,4 % en el personal ocupado.

El ajuste en el nivel de empleo se ha manifestado más a través de la reducción en las contrataciones que en los despidos directos, un comportamiento típico en contextos de recesión. Las empresas optan por no reemplazar al personal que se desvincula, lo que resulta en una contracción del mercado laboral.

La especialista plantea: “El problema que se le presenta al Ejecutivo se halla en la economía real no tan solo en el frente financiero. Solo se observan medidas financieras reducción de deuda (como Bopreal, los pases del BCRA al tesoro) y ninguna medida que afecte directamente al bolsillo de los trabajadores al consumo o al empleo”.