Javier Milei confirmó que vetará la fórmula jubilatoria en caso de que se convierta en ley y trató de “degenerados fiscales” a los diputados - RED/ACCIÓN

Javier Milei confirmó que vetará la fórmula jubilatoria en caso de que se convierta en ley y trató de “degenerados fiscales” a los diputados

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“Les voy a vetar todo”, confirmó el mandatario. “No vamos a mover el norte que hemos fijado”, declaró el ministro Caputo en el mismo escenario del décimo Latam Economic Forum.

Javier Milei confirmó que vetará la fórmula jubilatoria en caso de que se convierta en ley y trató de “degenerados fiscales” a los diputados

Un llamado a la esperanza y la inversión. De eso se trataron los discursos de Javier Milei y su ministro de Economía Luis Caputo en el décimo Latam Economic Forum. Mientras que Milei delineó cómo continúa el plan económico del Gobierno, Caputo dedicó su discurso a convencer a los ciudadanos y empresarios a invertir en el país.

Las entradas de las dos figuras no fueron tan diferentes: después de un desayuno kosher a puro networking, los 1.200 invitados entraron a la sala entusiasmados por el discurso del ministro, a quien aplaudieron fuera del escenario. Sin embargo, la presencia de Milei generó total furor de principio a fin. Previo a su ingreso, en la sala se podía escuchar caer un alfiler. Los espectadores tenían su celular a mano, listos para filmar o sacar fotos. El invitado estrella fue recibido con aplausos de pie y fue varias veces interrumpido mientras el público expresaba su apoyo por sus palabras.

En su voz ronca icónica los recibe. Ya en silencio, cientos de celulares se levantan al aire. “Básicamente, nosotros hemos heredado un desastre”, dice Milei, comenzando su discurso en donde ratificó su feroz plan de ajuste. Insistió en que vetará la modificación de jubilaciones y anticipó que echará a 50.000 empleados públicos. 

“Ey, soy liberal libertario. Yo creo en la libertad. A veces piden cosas que no están dentro del ADN de lo que uno va a hacer”, remarcó el presidente. “Eso de andar eligiendo ganadores no está en mi concepción. Y no se les ocurra pedírmelo porque no lo van a tener", añadió. La sala entera se levantó a aplaudirlo.

Milei dejó claro que le importa “tres carajos” vetar todo lo que sea necesario para mantener el equilibrio fiscal porque su objetivo como presidente es hacer las cosas bien.

“Yo puedo estar cuatro u ocho años. Pero después ¿qué hago? Voy a tener que salir a laburar. Como tengo que hacer eso, me tengo que ocupar activamente de hacer cosas que estén bien, porque si no, el día después me quedo sin laburo y me cago de hambre”, dijo en sintonía con su ministro de Economía. Durante su discurso en el mismo evento, Caputo resaltó que este gobierno, a diferencia de la oposición, no hace política. “Lo hacemos por vocación al servicio”, dijo Caputo.

El discurso de Milei bautizó estos primeros seis meses como que “la propia realidad se le imponga a la política”. Celebró que durante semejante ajuste las únicas quejas vengan “del plano social a los gerentes de la pobreza” y que estén terminando con la corrupción en los programas sociales. Sin embargo, recuerda: “Qué se creían, que era gratis? Obvio que todos los chorros que perdían esos curros se iban a enojar".

Tanto Milei como Caputo hicieron mucho hincapié en el enojo que “la casta política” estuvo expresando los últimos días. “Obviamente que hay resistencia. Y la va a seguir habiendo. Pero hagan ese clic, por favor. Una vez que uno entiende que la política para muchos es un negocio, entiende todas las actitudes que después ve en el congreso”, advirtió el ministro. Cada vez que se hacía referencia a la oposición, la sala aplaudía.

El ministro de Economía aludió principalmente a la necesidad de inversiones que tiene el país, declarando que la aprobación de la ley bases es una contingencia no definitoria: “No vamos a mover el norte que hemos fijado”, declaró. Por su parte, Milei remarcó como tienen a la ley, que declara le devolverá la libertad a los ciudadanos, “estacionada hace seis meses, pero sí son muy rápidos para subirse 80 % el sueldo”, cosa que el poder ejecutivo no ajustó desde que entró.

El presidente cerró su discurso con una mirada al futuro que ilustra su objetivo: “Hoy estoy bullish. Vamos a dejar las condiciones para que, como mucho, en un lapso de 40 años vamos a volver a ser la primera potencia mundial.”