Un equipo de científicos chinos y australianos lograron crear los paneles solares de silicio más delgados del mundo. Obtuvieron una flexibilidad similar al papel sin perder eficiencia, lo que les permite instalarlos en superficies curvas, como aviones. «Se pueden doblar en un rollo y son mucho más eficientes que las convencionales«, destacó Li Yang, profesor de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Jiangsu (JUST).
Las células solares de silicio representan alrededor del 95% de las células solares del mercado fotovoltaico. A medida que los costos de fabricación y generación de energía disminuyen, los paneles solares ganaron un uso más amplio en parques solares y en la autogeneración.
Yang, encargado del estudio, explicó que la célula solar de silicio cristalino es la tecnología de generación fotovoltaica más estudiada, «pero se enfrentan a dos importantes obstáculos tecnológicos«. Uno es que la eficiencia de conversión de energía de las células de silicio de gran superficie sigue limitada al 26%; el otro obstáculo es el grosor de las células, normalmente de 0,15 milímetros a 0,18.
Esto complica su uso en aplicaciones que requieren un material más flexible y liviano, como techos curvos, satélites y estaciones espaciales. También es el caso de aviones, que tienen requisitos de peso estrictos y ya han utilizado células solares de película delgada. Sin embargo, según Yang, son caros, tienen una vida útil corta y no se adaptan bien a las necesidades comerciales.
«Hemos desarrollado células de silicio cristalino que son tan delgadas como 50 micrómetros (más delgadas que una hoja de papel A4) que se pueden doblar en un rollo y son mucho más eficientes que las convencionales», destacó. Las células solares de silicio cristalino tienen tres capas. El sustrato de oblea, que es la capa intermedia, representa más del 99% de su espesor.
«El adelgazamiento de las obleas no solo reduce el peso y el coste de los paneles solares, sino que también facilita la migración y separación de cargas«, afirma un artículo de la revista científica Nature.
Y por su flexibilidad, «si bien no se puede doblar por la mitad, se puede doblar en cualquier curvatura«, dijo Yang. El equipo proyecta desarrollar células de silicio cristalino más flexibles y eficientes hasta lograr que sean tan portátiles como un rollo de película.
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