Francisca Werlinger, investigadora de postdoctorado en la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, y Oleksandra Trofymchuk, profesora del Laboratorio de Química Orgánica Aplicada de la misma casa de estudios, combinaron aceite de desecho y dióxido de carbono y lograron generar bioplásticos de alta calidad, específicamente biopoliuretano y biopoliéster.
Su investigación, publicada en la revista Journal of CO2 Utilization, detalla el proceso para la síntesis de biopolímeros a partir de aceites de cocina usados y CO2. Además, fue desarrollado en la colaboración de la cooperativa Valdivia Sin Basura, entidad encargada de obtener el aceite de desecho domiciliario utilizado en el trabajo, según informa un comunicado de prensa. Asimismo, otra investigación complementaria, publicada en ACS Omega, muestra cómo el mismo recurso puede convertirse en biopoliéster, ampliando aún más las posibilidades de aplicación de esta tecnología.
Los bioplásticos ofrecen una alternativa sostenible a los plásticos convencionales. Pero esta iniciativa, además, también aborda directamente la problemática ambiental del aceite usado. “Si el aceite de desecho es eliminado de manera incorrecta llegará a los océanos. Tal situación es igual de perjudicial como cuando ocurre un derrame de petróleo en el océano. El aceite es menos denso que el agua. Por ende, queda arriba generando como una especie de colchón, lo que va a intervenir impidiendo, por ejemplo, el intercambio gaseoso en el océano”, afirma Werlinger en el comunicado.
Los distintos usos de estos bioplásticos contribuyen significativamente a la sostenibilidad ambiental y a la mitigación de la contaminación. Así, según Forbes, pueden ser utilizados para:
- Extracción de metales pesados de aguas residuales, riles (aguas mineras), entre otras.
- Encapsulación (tratamiento) de contaminantes emergentes tales como fármacos.
- Productos de construcción como pegamentos, espumas plásticas (especie de bio-plumavit).
- Biomedicina, utilización de estos como excipientes recubridores de fármacos.
- Insumos para almacenamiento de productos agrícolas.
Cabe destacar que el equipo de investigación estuvo compuesto no solo por estudiantes de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la universidad sino también por colaboradores nacionales de otras universidades e internacionales.