Los jóvenes, residentes de comunidades carenciadas (conocidas como favelas), son formados de manera gratuita para desempeñarse como posibles jugadores, transmisores de videojuegos e incluso programadores de juegos. Además, la enseñanza del idioma inglés está prevista en todas las formaciones, considerando que actualmente solo el 5% de la población brasileña habla inglés y el 1% es fluido en el idioma.
Ante cualquier escenario de la sociedad, se construyen narrativas que dan forma y sentido a los lugares. Cuando hablamos de Copacabana, por ejemplo, la imaginación nos lleva a un escenario caluroso, con el sol saliendo o poniéndose, con bicicletas pasando, gente corriendo, quizás una bossa nova sonando de fondo, atravesada por el sonido de las olas.
En la favela ocurre lo mismo, sólo que al revés: a lo largo de los años, la narrativa de la violencia se ha construido a partir de pautas periodísticas, en producciones cinematográficas y televisivas, que siempre narran el lugar por su ausencia, por la violencia y la muerte. Pero desde hace tiempo, hay personas que se esfuerzan por narrar a través de una visión de la fuerza, la creatividad, la cultura, el deporte, el movimiento y, sobre todo, la alegría. Y este grupo ha ganado un proyecto que ve en la favela un gran potencial de negocio y mercado: los AfroGames, una iniciativa de la ONG AfroReggae.
¿Por qué formar a los jóvenes en el mercado del juego?
Según datos recopilados por el Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (Sebrae), en 2021 Brasil experimentó un gran aumento en el mercado de juegos en línea, con un crecimiento del 27,4%. Los juegos para computadora representan la mayor parte del mercado brasileño, con ingresos de US$ 256 millones en 2021, con la posibilidad de aumentar a US$ 316 millones en 2026. Con el crecimiento del mercado, también ha surgido una necesidad de profesionales en juegos en línea.
Desde su fundación en 2019 hasta el año en cuestión (2021), AfroGames ha atendido a 100 estudiantes de diferentes regiones de Río de Janeiro. El proyecto ofreció capacitación en varios juegos como League Of Legends, Free Fire, Fortnite, además de cursos de programación de juegos, con la particularidad de que todos los grupos tienen clases obligatorias de inglés.
Ricardo Chantilly, socio fundador del proyecto, afirma que en AfroGames los puntos más importantes son la inclusión y el fomento del empleo en el multimillonario mercado del juego. «Nuestro único criterio aquí es que el niño debe vivir en una favela. No, si no está en la escuela, ya está excluido. No podemos excluir a los excluidos. Queremos incluir a los excluidos, ¿entendido? Así que, si no está en la escuela, no hay problema: entra, y entonces le ayudaremos a ir a la escuela», dice Chantilly, que añade que AfroGames tiene un equipo multidisciplinar y ofrece servicios de psicología y asistencia social para dirigir a los alumnos más vulnerables a la educación pública.
Thais Xavier, una estudiante y programadora de juegos brasileña, informa de la importancia de la iniciativa en su temprana carrera como desarrolladora de juegos. «Fue aquí, en AfroGames, donde me encontré en el área de la tecnología como programador y desarrollador de juegos. Así que ya no me veo sólo como una estudiante, soy una profesional, hoy soy ilustradora y desarrolladora de juegos antirracistas y esto ha cambiado mi vida», dice.
Inclusión en un mercado de mil millones de dólares
En la actualidad, el proyecto atiende a unos 170 alumnos a partir de los 12 años, todos ellos matriculados gratuitamente, con derecho a certificación y a un diploma de formación. AfroGames también cuenta con 15 atletas de deportes electrónicos que reciben un salario mínimo cada uno, así como con asociaciones con empresas para incluir a aprendices de programación en el mercado.
En todo el mundo, el mercado de los juegos de azar mueve enormes sumas de dinero. Según Newzoo, consultora europea especializada en juegos, en 2020 aproximadamente 2.700 millones de jugadores generaron ingresos de más de 833.000 millones de reales al cambio actual.
Para Chantilly, AfroGames apunta a una posibilidad de negocio que proporciona inclusión social dentro de un mercado de rápido crecimiento y posibilidades de multiplicación de formatos. «Queremos que las empresas y los gobiernos vean en AfroGames un ejemplo a seguir. No podremos llegar a todas las favelas, obviamente, eso es imposible, pero [espero] que seamos un ejemplo para que otras favelas sean «invadidas», pero ahora por la tecnología, por la educación y por el empleo», concluye.
Cómo seguir y apoyar
Para saber más sobre el trabajo del proyecto AfroGames, visite los perfiles de medios sociales del centro de formación: Twitter, Instagram, YouTube, Twitch y Facebook.