Humedales: evitan inundaciones y purifican el agua pero no hay una ley que los proteja- RED/ACCIÓN

Humedales: evitan inundaciones y purifican el agua pero no hay una ley que los proteja

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Humedales: evitan inundaciones y purifican el agua pero no hay una ley que los proteja

Foto: Rubén Quintana / Fundación Humedales

Ayudan a evitar inundaciones, retienen gases de efecto invernadero y purifican el agua. Sin embargo, y a diferencia de los bosques nativos o los glaciares, no existe una ley nacional que los proteja a los humedales, le ponga un límite a la degradación que sufren y defina qué actividades se pueden hacer en esos ambientes y cuáles no.

A nivel mundial los beneficios ambientales están probados y hasta existe un día que los evoca, el 2 de febrero, Día Mundial de los Humedales. En ese contexto, varias ONG plantean la necesidad de que este año ingrese al Congreso una ley que los preserve. Mientras tanto, el Gobierno avanza en un inventario de humedales de todo el país.

Qué son los humedales. Son tierras, generalmente bajas y planas, donde se suele acumular agua o se inundan durante algunos períodos. La categoría comprende esteros, pantanos, ciénagas, marismas y turberas.​

Qué superficie ocupan en el país. Alcanzan los 600.000 kilómetros cuadrados, algo así como el 21,5 % de la Argentina, según estimaciones de la Fundación Humedales.

Cuál es la urgencia de una ley. “Es necesario que existe una ley ya, que evite que sigan siendo devastados y degradados a una tasa muy alta como la actual”, advierte Daniel Blanco, director de la Fundación Humedales.

Las amenazas que sufren los humedales son varias, pero principalmente son intervenidos con canales que sirven para sacar el agua y secar el área. De esa manera, introducen ganado o siembran soja u otro cultivo.

Un terraplén en Villa Constitución, Santa Fe, modifica el humedal para introducir ovejas.

Un ejemplo son los bajos submeridionales, que abarcan el norte de Santa Fe y que fueron modificados para introducir ganado. Por las características bajas de esas tierras y las intensas lluvias, esa zona hoy está inundada.

Otra amenaza son las urbanizaciones. Luego de rellenar y elevar terrenos naturalmente inundables, desarrollan countries o barrios náuticos. Hay muchísimos ejemplos a lo largo de la cuenca del río Luján y también en humedales de Escobar y Tigre.

Desarrollo inmobiliario en el humedal del Delta del Paraná. Crédito: Fundación Humedales.

Qué busca instaurarse por ley. El pedido de las ONG, entre las que también se encuentran Aves Argentinas, Fundación Vida Silvestre y Fundación Ambiente y Recursos Naturales, contemplan principalmente estos aspectos:

  • Asegurar la preservación y uso sostenible de los humedales.
  • Fomentar la restauración de humedales dañados.
  • Asegurar que los planes de ordenamiento territorial provinciales incorporen pautas para preservar los humedales.
  • Promover que las actividades económicas en humedales tengan criterios de sustentabilidad.
  • Incorporar a las comunidades locales en el diseño y la implementación de las políticas públicas relativas a los humedales.

Por qué es importante conservar los humedales

  • Reducen o evitan desastres. Los humedales protegen las costas y amortiguan las inundaciones, reduciendo los picos de crecida de los ríos. Retienen el agua después de las lluvias actuando como una esponja, para luego liberarlos lentamente. El riesgo de inundaciones aumenta a medida que los humedales pierden su capacidad de almacenamiento de agua de lluvia.
  • Producen agua potable. Son fuente de agua dulce y además funcionan como un enorme riñón porque depuran el aguas y la infiltración en los acuíferos subterráneos de los que luego se saca agua para consumo humano.
  • Colaboran con el riego. Muchos de los humedales son la base para la producción de alimentos asociada a la agricultura, ganadería, las pesquerías y la acuicultura.
  • Conservan biodiversidad. Tienen una flora y fauna específica, como aves acuáticas, peces, anfibios, reptiles y mamíferos.
  • Reducen la emisiones de dióxido de carbono. Almacenan carbono en elevadas cantidades. Con su conservación es posible mitigar la emisión de gases de efecto invernadero y adaptarnos mejor al cambio climático.
  • Sostienen a comunidades. Suelen ser los motores de economías local, donde el acceso al agua dulce brinda posibilidades de desarrollo, tanto productivo, como de recreación y turismo.
Humedal del Delta. Crédito: Fundación Humedales.

Qué postura tiene el Gobierno. Desde 2013 hasta la actualidad, hubo dos proyectos de ley que consiguieron media sanción, pero luego perdieron estado parlamentario. La principal traba fue la falta de respaldo por parte del sector agropecuario, que teme que la ley limite futuras explotaciones.

La estrategia del Gobierno es avanzar en un inventario de humedales que ayude a despejar dudas respecto al alcance que tendría una futura ley. “Hubo mucha incertidumbre en el sector productivo. Por eso queremos avanzar en el inventario. Estamos definiendo, junto a la Universidad Nacional de San Martín y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, la metodología con la que se hará”, explica Diego Moreno, secretario de Política Ambiental en Recursos Naturales de la Nación.

Moreno estima que a partir de imágenes satelitales podrán tener un inventario de humedales de todo el país en octubre, para luego hacer un trabajo de caracterización de cada humedal en el lugar.

“Queremos generar la información necesaria para definir el alcance territorial y que sirva de insumo para el debate parlamentario”, opina Moreno.   

Laguna de los Pozuelos es un humedal de altura, en Jujuy. Crédito: Fundación Humedales.

Algunos humedales emblemáticos. Delta del Paraná y las Lagunas de Chascomús, en la provincia de Buenos Aires; bañado La Estrella, en Formosa; los Esteros del Iberá, en Corrientes.

También las costa bonaerense de la Bahía Samborombón, la albúfera Mar Chiquita y el estuario de Bahía Blanca. Mientras que en la costa patagónica hay humedales de importancia, como las costas de la Península de Valdez, en Chubut; y las rías de Gallegos y San Julián, en Santa Cruz.

En el extremo sur del país, están los mallines y turbales, característicos de Tierra del Fuego.

En el oeste, asociado a los ambientes de Puna y Altos Andes, donde predominan las zonas desérticas, existen humedales que son verdaderos oasis para la vida, representando la única fuente de agua en la región. Por ejemplo, las lagunas de Guanacache y Llancanelo, en Mendoza; y los humedales de altura, como Laguna de los Pozuelos, en Jujuy.