¡Hola! La plantilla de escritores, ilustradores y artistas del festival, tanto nacionales como internacionales de este año, es un sueño. Dice Amalia Sanz, la directora del encuentro: “Logramos que nuestra wishlist, es decir, nuestro objetivo de máxima, se convierta en algo concreto”.
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Crisis y oportunidad. Aunque sea difícil de creer, acaba de empezar la primavera, lo que significa que mi gingko está brotando puntualmente y que FILBA (el Festival Internacional de Literatura) está a la vuelta de la esquina. Es cierto que este año no vamos a tener la gracia de encontrarnos en la terraza de Eterna Cadencia y brindar por una nueva edición de uno de los festivales más apasionantes de la ciudad, pero también es cierto que este año FILBA tuvo la oportunidad de presentar un line up extraordinario y soñado.
Es casi la prueba del axioma japonés que tanto aman los empresarios inspiracionales: crisis es oportunidad. O como dicen desde FILBA, abrazados al mandato heraclitiano: lo importante es saber que todo cambia, o nada es.
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Agendas. Como todos los años, FILBA (este año comparte escenario con Filbita, el festival para lxs niñxs) viene con infinidad de actividades. Y todas, salvo tres master classes, son gratuitas. La única diferencia con ediciones anteriores es que este año todo va a ser online.
Habrá talleres de escritura y lectura de poesía, de narrativa, de crónica periodística, de ilustración, de traducción, clases magistrales, entrevistas en primera persona a grandes escritores, talleres para niños y niñas, paneles de conversación sobre temas que atraviesan la literatura contemporánea, performances, lecturas, un ciclo de cine nocturno, cuentos enviados cada noche por WhastApp, y parece que mucho más.
Es decir, van a ser nueve días de actividades y acciones virtuales al mango. En total, participarán más de 40 autorxs internacionales y más de 100 argentinxs en más de 100 actividades.
- El festival podrá disfrutarse a través de las plataformas Zoom, Meet, vivos de IG y su canal de YouTube
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Un cambio posible. El diagnóstico y la respuesta institucional de Filba al momento que estamos viviendo son precisos: “Luego de un año confinados”, dicen, “¿habremos aprendido algo? ¿Qué viene después? ¿Saldremos mejores? ¿Cuál es el destino de esta transformación? ¿Estamos en un umbral? Las preguntas, como casi siempre sin respuestas evidentes, se condensan en una: pasado este tiempo, tan ficcional como despiadadamente real, ¿es posible el cambio? Mientras tanto, hoy —como nunca— la literatura se vuelve un bien de consumo urgente y necesario que puede comprender con nuevos lenguajes las experiencias que vivimos”
Cuando hablo con Amalia Sanz, me dice: “En septiembre decidimos, después de un largo ida y vuelta, que iríamos por la opción virtual, pero con mucha incertidumbre. Aprovechamos y decidimos crecer. Hacer un festival más largo, adaptado a los horarios de la virtualidad. Nos pusimos a investigar profundamente este nuevo formato, las posibilidades online. Y nos entusiasmamos. Logramos contactar a gente que hace muchos años que no lográbamos hacer que vinieran al país. Para que te des una idea, a Joyce Carol Oates le escribí por primera vez en enero de 2010. Diez años tratando de convencerla: ventajas de la virtualidad”.
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Las palabras inaugurales (para calendarizar sí o sí). Susan Sontag escribió en su diario, en 1980, que Joyce Carol Oates está todo el tiempo escribiendo. Que no tiene sentimientos. Algunos, por su prolificidad, la comparan con Aira.
Tan cerca en todo momento siempre es un libro de cuentos de Joyce Carol Oates publicado en el país por la editorial Fiordo hace unos años. Son, como dice Richard Ford, proteicos y prodigiosos. Tiene más de 50 novelas publicadas y más de 400 relatos. Alfaguara inició en 2008 la publicación de su obra con la magistral novela La hija del sepulturero, a la que le siguieron nueve novelas. La cuestión es que Oates será la encargada de abrir esta edición de Filba 2020 con una conferencia en la que reflexionará sobre la literatura y su capacidad permanente de transformación. Y Joyce es un camión.
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En primera persona. Pero Oates no es la única megaestrella de las letras internacionales que va a pasar por el Filba. También la vamos a poder ver a ¡Vivian Gornik! La autora de Apegos feroces o Mirarse de frente va a charlar con la escritora y periodista Tamara Tenenbaum sobre cómo rehabita el espacio, en plena pandemia, una de las escritoras más urbanas que dio Nueva York y sobre cómo percibe y piensa el feminismo hoy, habiendo militado muy activamente en las propuestas feministas de los años 70.
Además de esas dos diosas también vamos a poder ver, en el plantel internacional, a Siri Husvedt, M. John Harrison, Oliver Jeffers, Lina Meruane, Mario Montalbetti, ¡Sharon Olds!, Nic Pizzolatto, Power Paola, Margaret Randall, Alejandro Zambra, Guillermo Arriaga y Jon Lee Anderson, entre muchísimos más (como dije, este año nos visitan 40 artistas internacionales).
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Otra entrevista. Es la que Valeria Tentoni le va a hacer a Jamaica Kincaid, en donde repasará su vida literaria, sus inspiraciones y la pasión que siente por su oficio. Tampoco voy a perderme el documental Cómo hablar con Lorrie Moore, que filmó la escritora Majo Moirón sobre la visita de Lorrie Moore a la Argentina.
Una anécdota: había una comida muy íntima con Lorrie a la que yo estaba invitada pero no así la directora. Intentamos colarla pero no hubo caso, ante lo que Majo me pidió que filme con el celular todo lo que pueda. Obvio, acepté. Creyéndome Jason Bourne, arranqué a grabar todo. Con tan poco disimulo que a la hora viene el dueño de casa y me dice: “¿Qué haces filmando una cena en mi casa? ¿Estás loca?”. Le expliqué todo y se rió. De hecho seguí siendo invitada a sus comidas y así terminó mi carrera de espía.
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Nacionales. Entre los 100 invitados argentinos que van a deleitarnos en Filba, no se pueden dejar de mencionar a Camila Sosa Villada, Mariana Enríquez, Juan José Becerra, Santiago Craig, Mariana Dimópulos, Cynthia Edul, Federico Falco, Cecilia Ferreiroa, Rodrigo Fresán, Luisa Futoranksy, Marie Gouiric , Ariana Harwicz, Damián Huergo, Isol, Fernando Krapp, Luciano Lamberti, Roque Larraquy, Cecilia Pavón y Laura Wittner.
Amo el Filba, lo saben. Tengo infinidad de anécdotas de estos 12 años, muchas irreproducibles, otras interesantes y miles divertidas. Pero sin duda, lo que más me gusta es haber descubierto autores y haber conocido a otros por fuera de sus libros.
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Una despedida
Bueno, amigxs, les cuento que este en mi último SIETE PÁRRAFOS. No desesperen, la newsletter seguirá de la mano del amigo Javier Sinay, que es inteligente, sensible y escribe súper. Créanme, hacen negocio con el cambio.
El tema es que antes de la pandemia empecé un proyecto con mi amigo Santi Llach y milagrosamente nos está yendo muy bien. Es insólito, pero es así. Lo único es que nos lleva mucho tiempo y no me dan las manos para tanto malabarismo.
Quienes quieran no liberarse de mí, pueden seguirme en mis redes (@florure y @pez.banana.club) y seguir charlando. Siempre recomiendo lo que leo y me gusta, también todo lo que pesco que me atrae.
Le agradezco con todo mi corazón estos dos años. Fueron gentiles, generosos, pacientes, buenos consejeros.
Les mando un beso enorme,
Flor
