La mayoría de nosotros no recordamos los sueños o sólo algunos fragmentos cuando recién despertamos. Esto se debe a una razón biológica, que es propia del funcionamiento del cerebro. Según un artículo publicado en Scientific American, cuando soñamos la actividad cerebral es parecida a la de un cerebro despierto. La diferencia es que los recuerdos no se transfieren al almacenamiento a largo plazo ubicado en la corteza prefrontal, ya que esta área se encuentran "desactivada" cuando dormimos.
Sin embargo, las zonas que sí están activadas durante el sueño son las de la memoria a corto plazo y los recuerdos aquí tienen una duración aproximada de 30 segundos, agrega la nota del sitio especializado en ciencia.
Este fenómeno se da durante la fase REM (rapid eye movement o, en español, movimiento ocular rápido). Según indica Deirdre Barrett, investigadora del sueño en la Facultad de Medicina de Harvard, el primer ciclo REM puede durar unos minutos, pero en un descanso de ocho horas una persona pudo haber experimentado la fase REM durante 20 minutos.
Por esa razón, mientras más horas dormimos, mayor será la cantidad de sueños en fase REM. Además, aunque podemos soñar varias veces durante la noche, sólo recordaremos algunos momentos del último sueño.
Por otro lado, lo que soñamos muchas veces puede tener sentido y otras no. Según el portal Medical News Today los sueños representan "deseos y anhelos inconscientes, interpretan señales aleatorias del cerebro y el cuerpo durante el sueño, consolidan y procesan la información que recopilamos durante el día y funcionan como una forma de psicoterapia".