¡Hola amigos y amigas! Hoy vamos a hablar de muchas cosas, pero la primordial es una que tiene al mundo completamente alerta: el coronavirus. Nos comunicamos con algunos argentinos que están en Wuhan en cuarentena y nos contaron cómo están y cómo siguen sus días. A ellos les dijimos, en nombre los 44 millones de argentinos, ¡no están solos!
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No están solos. Desde que comenzó a expandirse el brote del coronavirus lo primero que surgió fue el pánico. Después, algunas cadenas de información imprecisas. Y después sí, cuando la sociedad despertó, empezó lo mejor de nuestra comunidad.
La semana pasada nos asustamos cuando de pronto el número de infectados ascendió a 14 mil en un día, pero luego supimos que fue por un cambio en el sistema de medición. Por ahora el virus tiene una tasa baja de muertes (solo 1 de cada 50 infectados, es decir, el 2 %). Lo malo: contagia mucho.
Por supuesto, es un problema global y nuestra preocupación es igual de global. El mundo está en alerta y nosotros con el mundo. Sin embargo, más allá de la globalización, no podemos dejar de pensar en nuestros compatriotas afectados.
Hablamos con muchos de ellos y, más allá de la lógica angustia, están bien. Karen, una argentina de Quilmes que vive hace un año y medio en Wuhan (la ciudad china más afectada) nos contó que el grupo de argentinos que está con ella son 14, entre los cuales hay 4 chiquitos (de ocho meses a seis años). Ella también nos contó que van a ser evacuados. Primero, cuarentena de dos semanas en Ucrania y después regresarán a la Argentina, donde los estaremos esperando.
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Tal vez sea el momento. Esta es una imagen del año pasado, pero si no fue suficientemente contundente en el 2019, tal vez sea el 2020 el momento en que una nueva cultura del lavado de manos se imponga entre nosotros.
Por el nuevo coronavirus y por la gripe que llega cada año, nada hay más fundamental para prevenirlo que el lavado de manos. Del 2008 al 2011 se hizo la campaña de Lavado de Manos en América Latina. Sabían que la mitad de las infecciones intestinales y el 25% de las respiratorias se producían por la carga bacteriana y viral en las manos. ¡Arrancaron la comunicación y en esos 4 años se evitaron 600.000 muertes en chicas y chicos menores de 5 años!
Hagámoslo, digámoslo, militémoslo: nada hay más importante para nuestra salud que lavarnos las manos con regularidad.
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Mantengámonos alertas y compartamos la información confiable. Ya lo dijimos hace unas semanas, cuando comenzó el brote: lo mejor que podemos hacer es compartir información de calidad y estar informados. La mejor campaña posible es siempre la comunicación.
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Todos con Marega. Leemos la noticia con dolor por lo ocurrido, pero con admiración por la reacción del principal afectado. Se trata del jugador franco-maliense del Oporto, Moussa Marega, que ayer domingo recibió insultos racistas en el partido de la liga portuguesa que disputó y decidió irse del estadio.
Sucedió en el minuto 71, después de haber hecho el gol que le otorgó la vitoria a su equipo. Horas después se descargó por twitter, dejando en claro el motivo por el que se fue. Lo acompañamos, lo respetamos y lo admiramos. Nunca más puede suceder algo así. Pueden leer más haciendo click en la imagen.
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¡8 de cada 10 cánceres son curables! Compartimos esta imagen esta semana en Instagram porque nos conmueve, porque es importante saberlo, y porque 8 de cada 10 cánceres son curables. ¡Nunca bajemos los brazos!
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Para terminar: un recuerdo de San Valentín. Nadie sabe a ciencia cierta qué es la belleza, qué es el amor, qué es la verdad, el alma, la fe o el sentido de la vida. Pero algunos nos manejamos a ciencia incierta, a ciencia abierta, a ciencia que poco tiene de ciencia pero mucho de intuición y tal vez al final lo mejor que se pueda decir del amor -como de la poesía- es que al amor no se lo define, al amor se lo reconoce. ¡Por muchos enamorados más en todos los días que siguen!
Gracias por acompañarme hasta acá amigos. Espero les haya gustado el envío de hoy. Recuerden lavarse las manos, estar atentos a compartir información y no dejar solo al que nos necesita.
Un fuerte abrazo,
Juan.