La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) difundió durante la COP28, que se está desarrollando en Dubai, la nueva Lista Roja de Especies Amenazadas. El estudio mide el riesgo de extinción de 157.190 especies, de las cuales 44.016 ya están en peligro, lo que representa un 28 % del total y unas 2.000 más que en la anterior revisión.
Uno de los ítems más importantes de esta nueva Lista Roja es que por primera vez se completó el estudio mundial sobre el estado de los peces de agua dulce y reveló un dato preocupante: el 25 % de las especies evaluadas ya están en peligro de extinción.
La directora general de la UICN, Grethel Aguilar, advirtió que esta crisis de biodiversidad es un ejemplo más de los estragos que está causando el cambio climático y que muchas comunidades del mundo “ya no tienen con qué alimentarse” ante la escasez de peces de agua dulce, su principal fuente de proteínas.
La actualización de la lista trae especies que antes aparecían como en “preocupación menor” y ahora están “casi amenazadas”, como el salmón del Atlántico. La población mundial de este pez disminuyó un 23 % solo entre 2006 y 2020, y las causas apuntan principalmente a la creciente escasez de sus presas como consecuencia de la pesca irresponsable.
En la nueva lista, también aparecen ahora las tortugas verdes del Pacifico sur central y las del Pacífico oriental como “en peligro” y “vulnerables”, afectadas por las capturas accidentales durante la pesca.
En cuanto a las plantas, la caoba de Honduras que se utiliza para fabricar muebles pasó de “vulnerable” a “en peligro”, con una población que en Latinoamérica cayó al menos en un 60 % en los últimos 180 años como consecuencia de métodos agrícolas no sostenibles, crecimiento urbano y expansión de las tierras de cultivo.
Una de las pocas especies que mejoró su situación en estos últimos años fueron los antílopes. El órix de cuernos de cimitarra, que se extinguió en su estado salvaje a finales de los 90, ahora aparece como “en peligro” gracias a los esfuerzos de reintroducción en Chad, África Central. Los antílopes saiga, por su parte, pasaron de estar “en peligro crítico” a “casi amenazados” tras aumentar su población un 1.100 % entre 2015 y 2022. La UICN aclaró que la supervivencia de estas especies en los próximos años dependerá de una protección continua contra la caza furtiva.
En cuanto a las especies de nuestro país, aparece en la Lista Roja de la UICN el huemul, una especie de ciervo adaptado a la vida de montaña que habita en los Andes del sur de Chile y Argentina. La pérdida de su hábitat, la caza furtiva y la depredación amenaza continuamente a esta especie que ya es considerada en peligro de extinción.