Un estudio sobre bienestar realizado por una compañía de seguros de salud llamada Cigna Healthcare tomó datos de 10.000 encuestados en 12 sitios de todo el mundo, incluidos Estados Unidos, Kenia, China y cinco países europeos. Y los resultados situaron a Holanda en un puesto algo contradictorio: aunque el 90 % de los empleados de dicho país reportaron sentirse en burnout, fueron los menos estresados de todos los empleados de la investigación.
Los datos pueden tener que ver con una segunda aparente contradicción: mientras la cultura holandesa lleva a trabajar y ocuparse de tareas hasta el límite, hay un concepto bastante común que podría estar ayudando a contrarrestar los efectos de este problema, el “niksen”.
¿Qué es el niksen?
Olga Mecking, autora del libro Niksen: Embracing the Dutch Art of Doing Nothing (Niksen: abrazando el arte holandés de no hacer nada) define a esta práctica como: “No hacer nada, sin ningún propósito. No mirar una película, no navegar por las redes sociales, no leer correos electrónicos. Siempre tenemos en mente algún tipo de resultado. Cuando preparamos comidas, pensamos: ‘Esta comida me ayudará a perder peso o me hará más saludable’. Si salimos a caminar tiene que formar parte de nuestros 10.000 pasos. Entonces perdemos esa diversión de simplemente comer o simplemente caminar. Así que se trata de dejar de lado el resultado”.
El concepto cobró popularidad luego de que el New York Times publicara un artículo en 2019 que, en español, sería “El caso de no hacer nada”, explica The Guardian. El texto se viralizó y, de alguna manera, interpeló a toda una generación.
¿En respuesta a qué nace el concepto?
El sociólogo holandés y pionero en el estudio científico de la felicidad, Ruut Veenhoven, explicó al medio británico: “Normalmente somos más felices cuando estamos activos. Y en la sociedad moderna hay muchas cosas bonitas que hacer. Como resultado, hacemos mucho. El ritmo de vida es más elevado que en las sociedades no occidentales y el nivel de satisfacción con la vida también es alto y sigue aumentando. Sin embargo, un efecto secundario es que tenemos presión de tiempo. Pero soñamos con más relajación”. Por eso, niksen nos podría ofrecer la presencia de la nada en nuestras vidas, concluye el experto.
El momento en el que se hizo más popular esta tendencia de bienestar holandesa también es relevante. Según recuerda la BBC, su boom comenzó en 2019 como una forma de gestionar el estrés o recuperarse del agotamiento. “En aquel momento, muchas personas se quejaban del agotamiento y la depresión causadas por el exceso de trabajo y buscaban soluciones, por lo que conceptos como el ikigai japonés o el hygge danés también entraron en el léxico (inglés)”.
Jan de Jonge, un psicólogo holandés que se presenta como experto en niksen, agregó que esta práctica no es un estilo de vida inherentemente holandés, sino más bien una reacción a la vida moderna.
¿Es efectivo?
Además de ayudarnos a estar más concentrados, a ser más productivos y creativos tras un periodo de descanso, el niksen puede volverse una táctica efectiva para combatir el estrés crónico.
Eve Ekman es directora de formación del Greater Good Science Center de la Universidad de California, Estados Unidos, y estudia el estrés y el burnout. La experta declaró a Time que “la investigación es sólida en lo que respecta a los beneficios de reducir el ritmo, desde ventajas emocionales (como bajar la ansiedad) hasta ventajas físicas (como reducir el proceso de envejecimiento y fortalecer la capacidad del cuerpo para combatir un estrés y hasta un resfriado común)”.
¿Cómo practicarlo?
Según señala la BBC, en comparación a la atención plena o mindfulness que se trata de estar presente en el momento, el niksen se trata más de encontrar tiempo para simplemente estar, dejando que la mente divague hacia donde quiera ir. Al respecto, el psicólogo y autor del libro Crazy Busy: Staying Sane in a Stressful World (Loco ocupado: mantenerse sano en un mundo estresante), Thijs Launspach, señala al medio que la práctica significa "no hacer nada u ocuparse de algo trivial como una forma de disfrutar de su propio tiempo”.
Por su parte, Carolien Hamming (directora de CSR Centrum, un centro de entrenamiento en los Países Bajos que ayuda a manejar el estrés y recuperarse del burnout) resumió en diálogo con Time que “practicar niksen podría ser tan simple como simplemente pasar el rato, mirar a su alrededor o escuchar música, ‘siempre y cuando no tenga un propósito’ y no se haga con el fin de lograr algo en particular o ser productivo”.
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