Escuela de Líderes: los jóvenes que buscan transformar la realidad a través de la solidaridad- RED/ACCIÓN

Escuela de Líderes: los jóvenes que buscan transformar la realidad a través de la solidaridad

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Escuela de Líderes: los jóvenes que buscan transformar la realidad a través de la solidaridad

Fotos: Rodrigo Mendoza | Intervención: Pablo Domrose

Desde 2017, la Escuela de Líderes para la Comunidad, organizada por Red Solidaria, reúne a jóvenes de entre 16 a 24 años que sueñan con formarse como líderes del futuro para generar un cambio positivo en su comunidad. A través de encuentros con referentes en lo social, deportivo, artístico, científico y tecnológico, los jóvenes aprenden herramientas y forman equipos de acción para implementar sus propios proyectos. Algunos llegan allí buscando respuestas; otros, sabiendo que éste es el espacio que siempre estuvieron buscando. Pero todos, con un mismo objetivo: transformar la realidad a través de la solidaridad. Aquí te presentamos a los jóvenes que dirigen la escuela de líderes, que este año arranca el lunes 25 de marzo.

“La escuela surge de la idea de transformar sueños en realidad. Saber que cualquiera de nosotros puede triunfar en lo suyo, pero lo que necesita el mundo actual, además de un líder, es un equipo, con una preocupación ética y moral por la sociedad”, dice Martin Giovio, voluntario de la Red Solidaria. “Es un espacio para pensar, crear, escuchar y compartir ideas, sueños, experiencias e historias de distintos líderes de distintos sectores de nuestra comunidad”.

Desde 2017, llegaron a la Escuela de Líderes para compartir sus experiencias y proyectos Matías Lammens (Presidente de San Lorenzo), Charly Alberti (baterista de Soda Stereo), Margarita Barrientos (fundadora del comedor Los Piletones), Horacio Vogelfang (trasplantólogo del Hospital Garrahan), Luján Rey (madre de víctima de la tragedia de Once), Rodolfo Donofrio (Presidente de River), Gabriela Michetti (Vicepresidenta de la Nación) y Gino Tubaro (fundador de Atomic Lab), entre muchos otros.

¿Quiénes son los jóvenes que, desde distintas partes del país, llegan a la escuela para aprender cómo hacer sus sueños realidad? Conocimos a cinco de ellos y te contamos sus historias.

Mercedes Márquez, 19 años, creó Doná Sangre, Regalá Vida. Foto: Rodrigo Mendoza

Mercedes: festejar dando vida

De chica, Mercedes Márquez (19) siempre supo que quería dedicarse al desarrollo social, pero al terminar el colegio, no sabía qué carrera la ayudaría a tener el mayor impacto en su comunidad. Fue así como llegó a formar parte de la primera Escuela de Líderes en 2017.

“Justo había terminado el colegio y estaba bastante perdida vocacionalmente, laboralmente, en mi casa, en todos lados”, cuenta Márquez. “La escuela me enderezó mucho, me hizo darme cuenta de muchas cosas que yo quería. Y me dio herramientas para ver que había cosas que yo quería que eran posibles”.

Hoy, Márquez estudia psicología y trabaja de docente. En agosto de 2018, creó la iniciativa “Doná Sangre, Regalá Vida”, a través de la cual invita a las personas a festejar su cumpleaños donando sangre e invitando a sus amigos a donar.  

“Antes de cumplir los 18 años, todas mis amigas me preguntaban qué iba a hacer, y yo les decía que iba a donar sangre. En mi vida la donación de sangre fue algo que siempre estuvo muy cerca mío. Cumplir los 18 para mí no era sobre poder salir al boliche, sino para poder donar también”, cuenta Márquez.

Para Márquez, poder donar sangre durante un cumpleaños es una manera de agradecer su vida y su salud. “Donar sangre es algo hermoso. Es dar algo con mucha gratitud, de que uno puede donar”, dice Márquez. “La sangre no hay otra manera de darla que no sea saliendo del cuerpo de uno, por ahora no hay sangre artificial. Creo que ahí tiene que pasar la conciencia, de que si no somos nosotros no hay nadie. Si no soy yo, si no somos nosotros, ¿quién es?”

Tomás Chaufan, 23 años, ayuda a personas en situación de calle. Foto: Rodrigo Mendoza

Tomás: acercarse a personas en situación de calle

Voluntario de la Red Solidaria desde muy jóven, Tomás Chaufan (23), participó de la primera Escuela de Líderes en 2017 con el objetivo de aprender nuevas herramientas y proyectos para continuar a las personas en situación de vulnerabilidad.

“La escuela te abre mucho las puertas para darte cuenta que las acciones solidarias son en el día a día. Tal vez acercarte al principio es difícil, pero una vez que ya pudiste romper la barrera, te das cuenta de que no es nada de otro mundo, y no es nada difícil ayudar a la gente. Una vez que encontrás esa necesidad en el otro, son acciones pequeñas que van haciendo un cambio”, dice Tomás.

El tema que más moviliza a Chaufan es el de las personas en situación de calle. Por ello, cada año, participa activamente de la campaña Frío Cero de Red Solidaria, que ofrece comida, ropa y compañía a las personas en situación de calle durante los meses más fríos del año.

“Al vivir en capital y moverme mucho por el centro, lo tengo muy cercano al tema de personas en situación de calle”, cuenta Chaufan. “A las personas en situación de calle hay que acercarse como a cualquier otra persona con la que quieran hablar. Acercarse, y desde una conversación preguntarle cómo está, si necesita algo urgente. Es más fácil y rápido y ayuda un montón”.

Para Chaufan, ese acercamiento puede cambiar todo en la vida de una persona. “Un ‘hola, ¿cómo estás?¿qué necesitás?’ hace toda la diferencia. Muchas veces la persona viven en la calle en la esquina de mi casa, y es un vecino más. Hay que tratarlo como tal, y no tratarlo como una persona que casi no es una persona, eso hace que sea mucho más difícil para ellos”, dice Chaufan y llama a las pequeñas acciones: desde acercar una campera o un par de medias secas, hasta compartir un plato de comida caliente.

Joaquín Martínez Christensen, 26 años, creó Festejo Solidario. Foto: Rodrigo Mendoza

Joaquín: festejar para devolver la niñez

Licenciado en Administración de Sistemas, Joaquín Martínez Christensen (26) quería arrancar el 2017 con un cambio positivo en su vida. “Mi lema era: si esto que te propones no te hace mal, dale para adelante”, cuenta con una sonrisa. Fue así como, luego de leer sobre la Escuela de Líderes en el diario, decidió sumarse a la propuesta.

“Lo que más me marcó de la escuela fue el pequeño aporte. Yo tenía un concepto de que para ser solidario había que hacer el viaje a África e inmolarse a lo Angelina Jolie y adoptar a 25 hijos”, recuerda Martínez Christensen. “Pero a través de los proyectos que íbamos conociendo, me di cuenta que realmente el impacto, el cambio, pasaba por pequeños aportes de un montón de personas. De que si todo el mundo hacía un pequeño aporte, llegábamos a ese gran objetivo”.

Mientras cursaba en la escuela, la inminente llegada de su cumpleaños lo inspiró a crear un proyecto: Festejo Solidario.

“Las semanas antes de mi cumpleaños mis padres me preguntaban qué querían que me regalen, y yo les decía que no necesitaba nada. De repente cayó la idea de que el día de mi cumpleaños en vez de recibir, quería dar. Yo realmente no quiero nada, pero hay alguien que si lo necesita”.

La propuesta de Festejo Solidario surge de un dato: el 17% de los niños del país de entre 1 a 12 años no festejó su último cumpleaños. La mayoría de ellos, viven en situación de vulnerabilidad.

“Detrás del festejo de cumpleaños, hay un desarrollo de psiquis muy importante. Los chicos con los que festejamos son chicos que han tenido una maduración muy acelerada. Por ahí tienen 7 años y ya son un pequeño amo de casa, o están trabajando”, dice Martínez Christensen. “Festejarles el cumpleaños es decir, no tenés 20 años, tenés 7. Y así, de alguna manera, le devolves la niñez”.

Todos los meses, un grupo de voluntarios de Festejo Solidario visita 6 centros recreativos en barrios vulnerables en el conurbano bonaerense para festejarle el cumpleaños a todos los niños que hayan cumplido ese mes. Llevan comida, regalos, animación, piñatas, bolsas de golosinas, y tortas con velitas para los cumpleañeros.

Hasta el día de hoy, el proyecto le ha festejado el cumpleaños a 400 chicos, y este año Martínez Christensen y su co-fundador Tomás Ordoñez planean expandir el proyecto a un centro en la Villa 31 y otro en el interior del país.

Clara Martorello (23) y Agustín Sundblad (21), de la primera camada de la Escuela de Líderes. Foto: Rodrigo Mendoza

Clara y Agustín: orientar a otros jóvenes hacia un camino solidario

Clara Martorello (23) y Agustín Sundblad (21) formaron parte de la primera camada de la Escuela de Líderes y hoy siguen participando de la iniciativa como “orientadores” de los nuevos estudiantes.

“Yo siempre pensaba que para ayudar tenías que tener ciertas capacidades, diferentes cualidades. Y lo que me dí cuenta en la Escuela de Líderes es que no, que nada que ver, que todos somos distintos y que esas diferencias nos ayudan a potenciarnos”, dice Martorello. “Todos trabajamos o estudiamos cosas distintas, y nos vamos ayudando entre nosotros y enseñando las distintas cosas que sabemos hacer”.  

Ambos coinciden en la importancia de que los jóvenes lideren iniciativas de solidaridad para lograr un futuro mejor.

“Todos tenemos una meta, un ideal de lo que queremos lograr para el mundo. Pero que todos nos estemos juntando en la escuela de líderes para intentar transformar la realidad, eso ya es el éxito”.

¿Te interesa sumarte a la camada de este año? Los encuentros comienzan el 25 de marzo y finalizan el 3 de junio, y se llevarán a cabo todos los lunes por la tarde en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Las inscripciones son gratuitas a través de [email protected] o a través del Instagram de Red Solidaria.