Hijos Únicos: no tienen problemas de sociabilización

¿Es verdad que los hijos únicos tienen dificultades sociales? Dos estudios contradicen el mito

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Los niños y niñas que crecen sin hermanos y hermanas no tienen necesariamente problemas de socialización. Al contrario, es posible que tengan un mejor rendimiento académico y linguístico.

¿Es verdad que los hijos únicos tienen dificultades sociales? Dos estudios contradicen el mito

Imagen de Freepik

Según un estudio realizado por Alice Goisis, profesora de Demografía y directora del Centro de Estudios Longitudinales de Ciencias Sociales del University College de Londres, los niños y niñas que crecen sin hermanos no cuentan con un déficit en sus habilidades sociales como asegura un mito histórico.

Por el contrario, la especialista señala que existen otros factores familiares que influyen directamente en el proceso de desarrollo de la personalidad de las infancias, como la situación socioeconómica o los recursos emocionales que disponen y enseñan los padres.

Goisis explica en una nota de la BBC que los niños que reciben mayor atención por parte de sus padres y sin la interrupción de atención hacia otros niños (hermanos) suelen tener una mejor condición lingüística y más habilidades de gestión del tiempo (porque cuentan con más tiempo libre). A su vez, otro punto positivo que destaca la especialista en el mismo artículo es que los hijos únicos se relacionan con mayor facilidad con las personas adultas porque los padres son su mayor contacto social.

Por otro lado, un estudio realizado para medir el rendimiento escolar de menores con y sin hermanos en China indicó que "los hijos únicos tienen mejores logros académicos y sentimientos escolares, mientras que los hijos no únicos tienen mejor estado físico y aptitud anaeróbica".

Ambas evidencias sugieren que las infancias que crecen sin hermanos y hermanas son iguales (incluso mejores) en algunos aspectos, a pesar de que los estereotipos de una familia tipo, compuesta por un padre, una madre y dos hijos (nena y nene), aún siguen fuertemente arraigados.

Sin embargo, debido al crecimiento demográfico esta postura se está transformando de a poco en países como el nuestro, en donde hay familias ensambladas, familias compuestas por padres y madres del mismo género y otras que planifican tener un solo hijo por decisiones personales.