Era espacial: para qué buscan establecer husos horarios en la Luna - RED/ACCIÓN

Era espacial: para qué buscan establecer husos horarios en la Luna

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A raíz de que crece la presencia humana más allá de la Tierra, se le pidió a la NASA que diseñe un plan para lograr un Tiempo Lunar Coordinado, lo que sería análogo al Tiempo Universal Coordinado o UTC en nuestro planeta. Esto serviría de punto de referencia para futuras misiones.

Era espacial: para qué buscan establecer husos horarios en la Luna

Clavius Crater. Créditos: NASA/USGS.

Carrera espacial es una expresión que comenzó a usarse en la segunda mitad del siglo pasado, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética competían por conquistar el espacio: satélites artificiales, sondas, observatorios y decenas de misiones tuvieron lugar desde entonces, además del hito más recordado de la llegada del hombre a la Luna, dando lugar a la era espacial.

En este marco, han surgido diversas necesidades de regulaciones y convenciones. De hecho, el jefe de la Oficina de Política Científica y Tecnológica (OSTP) de la Casa Blanca acaba de ordenar a la NASA que trabaje con otras partes del Gobierno estadounidense para diseñar un plan que a finales de 2026 logre establecer un Tiempo Lunar Coordinado (LTC), según un memorando al que tuvo acceso Reuters. El LTC proporcionaría un punto de referencia para el cronometraje de las naves espaciales y satélites lunares que requieren una precisión extrema para sus misiones.

Actualmente, “no es posible responder a la pregunta ‘qué hora es en la Luna’ porque para eso hay que establecer convenciones o algún tipo de estandard. Husos horarios, por ejemplo. Además hay un problema: la Luna tarda 27 días en rotar, mientras que la Tierra lo hace en 24 horas”, explica a RED/ACCIÓN Mariano Ribas, coordinador del Área de Divulgación Científica del Planetario Galileo Galilei de Buenos Aires.

Acá en la Tierra tenemos el Tiempo Universal Coordinado o UTC, un estándar reconocido internacionalmente basado en una red global de relojes atómicos, que miden cambios en el estado de los átomos y generan un promedio que finalmente constituye un tiempo preciso.

Según explica National Geographic, una hora lunar oficial podría basarse en un sistema de relojes diseñado para sincronizarse con el UTC o ser completamente independiente del tiempo en nuestro planeta. Esta decisión “depende de varios factores, incluyendo la facilidad de interacción con la Tierra y la capacidad de mantener una navegación y comunicaciones seguras en la Luna, incluso si se pierde la conexión con la Tierra (...) Esta determinación también influirá en cómo se definan los días en la Luna”, agrega el medio.

Definir cómo se va a implementar el horario lunar requerirá acuerdos internacionales, como por ejemplo el llamado Acuerdos Artemis, un pacto firmado por 36 naciones (aunque China y Rusia, los dos principales rivales de Estados Unidos en el espacio, no los firmaron, aclara Reuters).

En definitiva, precisa Ribas, tener un horario lunar “podría ayudar a establecer un sistema de referencia para misiones espaciales futuras”. En esta línea, EarthSky describe que “es necesario para operaciones fluidas en la Luna y sus alrededores. El uso de más de un estándar de tiempo podría provocar problemas de comunicación y transferencia de datos entre las futuras bases lunares y la Tierra. Facilitaría la coordinación de naves espaciales y satélites y reduciría la confusión para las personas que viven y trabajan en el espacio”.

Era espacial

China planea enviar sus primeros astronautas a la Luna para 2030; Japón se convirtió en el quinto país en poner una nave espacial en el satélite natural; India logró ser el primer país en aterrizar una nave espacial cerca del inexplorado polo sur lunar y planea enviar un astronauta para 2040; en el marco del programa Artemis, la NASA quiere enviar misiones de astronautas a la Luna en los próximos años y establecer una base científica que podría ayudar a preparar el escenario para futuras misiones a Marte.

“Carrera espacial es un término bastante tedioso, bastante frío porque hace pensar que todo pasa por una mera competencia, que en la época de la Guerra Fría más o menos lo fue, pero luego no es que no pasó más nada. Desde entonces se han enviado decenas y decenas de naves no tripuladas a todos los rincones del Sistema Solar, incluida la Luna. También entraron en juego otras potencias espaciales, además de la NASA y Roscosmos, como la Agencia Espacial Europea (ESA), la japonesa (JAXA), la Agencia Espacial China, la Agencia Espacial de la India, la de Emiratos Árabes y, en menor medida, las de países como Argentina que han puesto satélites en órbita. Hablamos de era espacial para dejar el término carrera que le baja el precio a algo que es muy importante”, señala Ribas.

Y concluye: "En definitiva, se abrió mucho el juego, es una una era de esplendor, una era que va a cristalizar en su momento más alto entre unos pocos años con el programa Artemisa de la NASA”.