Qué pasó. Un grupo de 18 investigadores de universidades del país, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial reunió datos oficiales sobre el acceso al agua en la Argentina. Reveló que hay 448.211 hogares que tienen necesidades básicas insatisfechas, no cuentan con agua de red en sus casas y en muchos casos llegan a dedicarle hasta seis horas por día para conseguirla.
- El trabajo marca que el 22% de las viviendas del país no tienen red de agua potable en su casa: 3 millones de 13,8 millones de hogares.
- 15 de cada 100 de esas viviendas sin red, es decir 448.211, además tienen necesidades básicas insatisfechas: son familias pobres, viven hacinados, no tienen baños o los chicos no van a la escuela.
- Revela que 122.000 hogares consiguen agua a partir de la lluvia o en un río o arroyo; 109.000 la toman de una canilla comunitaria; 99.000 de camiones cisternas; y 59.000 de pozos comunitarios.
Quiénes son los más afectados. La mayoría de los hogares sin agua de red y con necesidades básicas insatisfechas están en áreas rurales o barrios populares.
- 1 de cada 4 de esas familias habita en la provincia de Buenos Aires, principalmente en villas y asentamientos.
- El resto, en su mayoría, son hogares rurales, muchos de ellos dispersos y aislados. Salta, Chaco y Santiago del Estero aparecen entre las provincias con más hogares pobres y sin agua: 32.999, 36.496 y 31.451, respectivamente.
“En estos hogares tardan hasta seis horas en buscar agua. Caminan, van a caballo, en moto y hasta en burro para llegar a una canilla o pozo comunitario o un arroyo. Es tiempo que pierden y no se lo pueden dedicar al trabajo. Muchas son familias agricultoras y necesitan agua para sus animales y cultivos”, asegura Paula Juárez, directora de la investigación y miembro del Instituto de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología de la Universidad Nacional de Quilmes.
Cómo se arregla una familia. Los Villagrán viven en el paraje Pozo la Gringa, a 90 kilómetros de Castelli, en el norte de Chaco. En ese paraje viven en total unas 20 familias. Nadie tiene agua de red y todos sacan agua del aljibe de la escuela secundaria provincial, que almacena agua de lluvia que colecta de los techos.
“Todos los días camino unos 40 minutos (ida y vuelta) hasta el colegio y lleno un bidón de 15 litros. Esa agua es el que tomamos nosotros”, cuenta Juan Carlos, que es albañil, pero está sin trabajo desde el año pasado. Su mujer es la cocinera de la escuela. Y sus cuatro hijos, de 13, 16 y 17 y 18, van al secundario.
Para regar la huerta, el sacrificio es mayor. Por lo menos cuatro miembros de la familia caminan por el monte otros 60 minutos, ida y vuelta, hasta una laguna. Ahí llenan cuatro bidones más grandes: unos 60 litros en total.
Al año, los Villagrán pierden o le dedican 25 días de su vida a tareas para tener agua.
Dónde se puede revisar el trabajo. El equipo de investigadores que preparó el informe se tomó dos años para explorar registros provinciales y nacionales, cruzarlos con datos del Indec e incorporar las obras de infraestructura de los últimos años.
Con ese detalle, armaron el sitio Plataforma del Agua. La herramienta permite revisar el acceso a agua y por qué medio se logra, según la provincia y en cada municipio.
También releva los hogares que tienen cloacas, un servicio que hoy carece el 41% de la población. De hecho, hay 300.000 viviendas sin baños.
Navegar por la Plataforma del Agua
Semáforo. Los colores indican la intensidad del problema asociado al acceso a agua y cloacas. Rojo, para más intensidad, y verde, para menos.
Por qué es importante visibilizar estos datos. El trabajo buscó alumbrar cuál es la población que necesita con mayor urgencia una solución.
“Exponer cuántos hogares no tienen agua de red en sus casas y además son pobres es una decisión pensada para marcar que son familias que tienen dificultad física de acceder a ese recurso básico, ya que les demanda hasta seis horas, y que no tienen dinero como para comprar agua envasada”, explica Lucas Becerra, investigador del Conicet, docente de Sistemas Económicos Comparados de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y parte del equipo que elaboró el estudio.
“La intención es que todo el trabajo resulte útil para quienes gestionan el acceso al agua. Porque de cada provincia, se pueden ver cuáles son los distritos donde hay más necesidades urgentes”, agrega Juárez.
Cuáles son las causas de este diagnóstico. Los investigadores coinciden en que la falta de planificación, inversión y trabajo territorial fue determinante para encontrarse en esta situación. Y esgrimen los siguientes argumentos:
- Entre mediados del siglo XIX y mediados del XX se planificaron servicios públicos principalmente en la región pampeana. Luego hubo etapas regionales sin un marco estratégico, erráticas y espasmódicas.
- En la década del 90 muchas empresas que prestaban el servicio pasaron a manos privadas, pero tampoco hubo grandes inversiones para extender el servicio.
- Desde 2006 la extensión de la red de agua volvió a ser una prioridad, pero más como una reacción a una necesidad que una estrategia.
- Desde hace casi dos años existe el Plan Nacional de Agua Potable y Saneamiento, pero los investigadores lo entienden más orientado a abastecer áreas productivas, ciudades o aglomerados rurales.
Qué soluciones proponen. Justamente, la Plataforma del Agua busca reunir información sobre distintas medidas que se tomaron y sirvieron para garantizar el acceso agua.
- Para llevar agua potable a los asentamientos y villas, lo que se necesita es infraestructura: es decir, ampliar la red.
- Para las comunidades rurales aisladas y dispersas, las soluciones son tecnológicas: cosecha de agua de lluvia, tomas en arroyos y perforaciones para llegar a las aguas subterráneas.
“Para dar una solución a una comunidad rural se debe conocer la región porque esa solución debe contemplan tres criterios. El climático: si llueve mucho o poco, por ejemplo. El geológico: como es el suelo, rocoso o fácil de perforar. Y el último, el sociocultural, que es lo que está dispuesto a aceptar esa población para tener agua”, explica Becerra.
Quién debe garantizar el servicio. En primer lugar, el Estado nacional, porque es un derecho humano de rango constitucional. Finalmente, las provincias son las dueñas del agua como recurso natural.
- El organismo que posee competencia sectorial de agua y saneamiento a nivel nacional es el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda. Lo hace a través de la Secretaría de Obras Públicas y de la Subsecretaría de Recursos Hídricos.
- La organización de la prestación en todo el territorio replica a la organización federal del país en gobiernos provinciales con facultades sobre sus recursos. Cada provincia tiene su propia normativa.
- Esta situación explica que a nivel nacional haya 1.828 prestadores de agua, entre sociedades estatales, sociedades del estado, entes autárquicos, sociedades anónimas privadas, entes centralizados y cooperativas.
Qué hace el Estado actualmente. Las principales obras que se ejecutan a nivel nacional están contempladas en el Plan Nacional del Agua, instrumentado por el gobierno nacional a través del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Viviendas.
- El plan propone alcanzar un 100% de la cobertura de agua. “Para lograrlo nos proponemos llegar a 2019 con todas las obras necesarias licitadas. Son obras de 2, 3 y hasta 4 años”, aseguró Pablo Bereciartua, secretario nacional de Infraestructura y Política Hídrica.
- El programa incluye inversiones por U$S 22.000 millones, financiadas por el tesoro nacional, las provincias y los bancos internacionales.
- Según datos de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, ya se realizaron 340 obras de agua y cloacas, hay 263 en ejecución, y 61 en proceso licitatorio.
Por qué la inversión debe ser de Nación. Bereciartua explica que así ocurre en la mayoría de los países del mundo, ya que lo que se paga por el servicio sirve para el mantenimiento de la red pero no para trazados nuevos.
“Extender la red de agua potable requiere mucho más inversión que ampliar la red de gas, los tendidos eléctricos y los cables de telecomunicaciones”, aseguró Bereciartua.
Qué ocurre en el mundo. Resulta difícil comparar en qué situación se encuentra el país respecto de otros países del mundo. Se debe a que el Programa Conjunto de Monitoreo que llevan adelante Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS) mide, país por país, el acceso a “suministro de agua mejorada”.
- Ese indicador incluye acceso a agua envasada, pozos entubados o protegidos, agua de lluvia y agua distribuida por camiones cisternas.
- En ese indicador, Argentina llega al 99% de cobertura.
- Chile, Brasil y Uruguay, por ejemplo, están en el 99%, 97% y 99%, respectivamente.
- De todos modos, la OMS, a nivel global, estima que 3 de cada 10 carece de acceso a agua potable y disponible en su hogar.
- En ese sentido, la Argentina estaría algo por arriba del promedio, ya que la relación es de 2 de cada 10.