Presentado por
¡Buenos días! Hoy queremos hablarte de cómo cada vez más las corporaciones entienden que, además de generar ganancias, deben contemplar su impacto en la comunidad y el planeta en el que de desempeñan.
Compartí esta newsletter o suscribite
1
Estás comprando en un supermercado. Empezás por las góndolas en busca de bebidas. Y en los estantes hay una botella de agua. Es solamente una botella, sin ninguna etiqueta, sin ninguna indicación, marca o consideración. Por supuesto, llama la atención. Uno busca en la góndola algún dato y allí se entera de que el intento es evitar la etiqueta, la impresión, el papel, la tinta. Evitar así generar más contaminación. Además, la botella es 100% hecha de otros plásticos rescatados y reciclados.
Seguimos la búsqueda: googleamos y nos enteramos de que es producida por una histórica marca de agua que se convirtió en una empresa B.
Ahí aparece otro universo: el de las empresas B. En las últimas décadas han aparecido inversores, accionistas, empresarios que proponen generar ganancias (que está bien), pero considerando otros factores de la realidad.
Según Sistema B, la organización que impulsa y apoya este tipo de empresas en América Latina, “todas las Empresas B miden su impacto social y ambiental y se comprometen de forma personal, institucional y legal a tomar decisiones considerando las consecuencias de sus acciones a largo plazo en la comunidad y el medioambiente”. Y agregan que estas empresas “no son perfectas, pero asumen un compromiso de mejora continua y ponen su propósito empresarial socioambiental en el centro de su modelo de negocio”.
Las empresas B o de triple impacto no son lo mismo que las empresas sociales. Estas últimas se crean especialmente para una necesidad. Por ejemplo, una compañía que decide plantar árboles nativos porque en un lugar faltan árboles nativos. O una empresa que decide trabajar en generar un tipo de medicamento porque en cierta región falta esta medicina. La empresa social nace de la necesidad de una comunidad.
Hay algunas características de las empresas B que queremos celebrar.
- Generan trabajo. Como parte de su contribución, tienen claro que hay una deficiencia de empleo a nivel global.
- Promueven la inclusión. Por eso, suelen apostar a incorporar personas con discapacidad.
- Cuidan el ambiente. En toda la cadena de producción se destaca ese tercer punto. Por ejemplo, cuidan que se incluya en la cadena a organizaciones que reciclan o que el producto no genere contaminación.
Y finalmente, una obviedad: son un verdadero faro. Es maravilloso que alguien diga podemos generar ganancias, generar empleo, y a la vez considerar el impacto en el ambiente y la inclusión de colectivos en situación de vulnerabilidad.
Están trazando un camino nuevo, una senda novedosa. Y eso merece ser destacado.
2
Como dijimos, en nuestra región, el movimiento de las empresas B llegó de la mano de Sistema B, una organización aliada de BLab. BLab es una entidad sin fines de lucro en Estados Unidos que creó y otorga la certificación de empresas B.
Desde Sistema B, explican: “¿Qué sentido tiene una economía que crece financieramente y que por su misma naturaleza genera inequidad creciente, acaba el agua y otros recursos de la Tierra, profundiza el individualismo y la exclusión de miles de personas? La propuesta de Sistema B apunta a una economía que pueda crear valor integral para el mundo y la Tierra, promoviendo formas de organización económica que puedan ser medidas desde el bienestar de las personas, las sociedades y la Tierra, de forma simultánea y con consideraciones de corto y largo plazo”.
- Cómo ser empresa B. Para obtener la certificación, se miden y analizan cinco áreas de la empresa: Gobierno, Trabajadores, Clientes, Comunidad y Medio Ambiente. Las empresas B tienen cuatro elementos clave: un propósito de impacto positivo en la sociedad y el ambiente, el compromiso a mejorar los estándares de gestión y transparencia, el requisito legal de ampliar el deber fiduciario de accionistas y gestores para incluir intereses no financieros y una declaración de interdependencia (se saben parte de una comunidad). Acá hay más detalles de la certificación. En América Latina hay 982 empresas B certificadas, mientras que a nivel mundial ya son casi 6.000.
Un mensaje de
Pan American Energy busca ser un promotor activo en el desarrollo de las comunidades en las que opera. Por ello, lleva a cabo acciones de triple impacto para crear valor económico, social y ambiental a través de la articulación público-privada. Su trabajo en Sustentabilidad se basa en cuatro ejes estratégicos: educación y cultura, salud y deporte, desarrollo local y ambiente. En el último año, con sus 140 programas, la compañía alcanzó a más de 400.000 personas.
Conocé más en pan-energy.com/sustentabilidad
3
Por estos días, el Mundial se lleva todas las miradas (especialmente para los argentinos, claro). Los ojos del mundo están en Doha. Y es una oportunidad extraordinaria para visibilizar la búsqueda de niños y niñas que se perdieron.
Hace un tiempo te contamos de la iniciativa de una Red Solidaria Global. Una idea que comenzó a materializarse en los últimos Juegos Olímpicos y que ahora se replica en el Mundial: junto con missing Children, la Red Solidaria comparte fotos de niños y niñas que son buscados por todo el mundo. Para que su rostro llegue a los estadios y a millones de personas que siguen (de cerca o de lejos) lo que ocurre en el Mundial. Si conocés a alguien que esté en Qatar podés compartirle la imagen que encabeza esta sección de OXÍGENO.
Estemos atentos y atentas: nunca debiéramos perder las esperanzas de encontrar a los niños y niñas que se perdieron.
4
Vamos con un par de historias de los últimos días que también queremos celebrar y que muestran el espíritu solidario que vive en distintas escuelas.
- Por un lado, lo que pasa en Olavarría. Allí, un grupo de estudiantes puso su ingenio al servicio del planeta: crearon un sistema que permite descontaminar colillas de cigarrillos. Se trata de Ander, Daniel y Luna, estudiantes de entre 17y 18 años de la Escuela Nacional “Adolfo Perez Esquivel”. ¿Cómo lo hicieron? Mediante un proceso de desintoxicación y suprareciclado, una técnica que permite transformar los residuos en nuevos objetos. A largo plazo, buscan desarrollar su propio centro logístico y de procesado en esta ciudad bonaerense.
- Por otro lado, en la localidad de Villa Elisa, en el partido de La Plata, hace tiempo que los estudiantes del séptimo año del segundario de la Escuela Técnica de Villa Elisa aplican sus conocimientos para fabricar bicicletas adaptadas para niños con parálisis cerebral. “Es muy motivador para ellos saber que su trabajo ayuda a la calidad de vida de otras personas”, señaló Daniel Ruiz, profesor del taller de metrología en el cual desarrollaron el trabajo.
5
Antes de cerrar, un recordatorio: este diciembre impulsamos, desde nuestra campaña del mes, involucrarnos con la inclusión laboral de personas con discapacidad. Si todavía no sabés de qué se trata nuestra campaña del mes, podés mirarla acá.
Cuidate mucho, cuidalas mucho, cuidalos mucho.
Te mandamos un gran abrazo.
Juan y David