India es un gran caso de estudio de cómo las redes sociales pueden desinformar. El país desarrolla desde el 19 de abril, y hasta el 1 de junio, sus elecciones presidenciales. Se trata del proceso democrático más convocante de la historia, ya que pueden votar casi mil millones de residentes.
En este contexto electoral, muchos votantes acuden a Whatsapp para buscar información. India es el mercado más grande que Meta tiene en relación a esta aplicación social: hay 400 millones de usuarios activos y, de hecho, algunos solo se limitan a ella: no consumen en X, ni Instagram, ni TikTok, ni ninguna otra plataforma.
En efecto, el BJP, el partido oficialista que busca mantenerse en el poder, quiere sacar provecho de este fenómeno. Según informa una investigación de Rest of the World, la escala de operaciones de Whatsapp del BJP es muy superior a la de cualquier otro contrincante. En los últimos diez años, desarrollaron una red con al menos 5 millones de grupos que intentan influir a los votantes difundiendo mensajes de campaña.
La gran mayoría de los mensajes tiene como objetivo hacer propaganda de Narendra Modi, el líder del BJP y actual Primer Ministro, como también fomentar un discurso acerca del hinduismo, religión dominante en el país. En estos grupos se encontraron ejemplos de fake news, teorías conspirativas, discursos de odio y ataques políticos que buscan distorsionar la percepción de la realidad de los votantes.
Además, de acuerdo con la investigación, se documentó cómo la naturaleza cerrada de WhatsApp y la facilidad con la que los mensajes pueden pasar de un grupo a otro difuminan las líneas entre el discurso político y el personal, lo que dificulta a los votantes saber qué mensajes proceden directamente del BJP y cuáles han surgido de forma orgánica.
“Es preocupante que una infraestructura oculta tan grande desempeñe un papel tan importante en la forma en que el público consume información”, afirmó Kiran Garimella, profesor adjunto de la Universidad Rutgers (Estados Unidos), quien investiga el fenómeno de Whatsapp en India. “Sólo los creadores de estos grupos saben hasta qué punto se extienden los tentáculos de esta infraestructura de WhatsApp”, profundizó.
Inteligencia artificial
Al mismo tiempo, la inteligencia artificial es otro potencial riesgo en el contexto eleccionario. Pero no solo por la generación de información falsa, sino también porque esta tecnología permite realizar llamadas personalizadas a los votantes, según registró el sitio Wired. En Estados Unidos, esta fue una práctica que como prevención a la manipulación de los votantes se prohibió bajo la ley.
En detalle, los políticos están acudiendo a la inteligencia artificial para que puedan emitir mensajes en las 22 lenguas oficiales que hay reconocidas en toda India y así poder comunicarse de forma masiva. En los dos meses anteriores al inicio de las elecciones se realizaron más de 50 millones de llamadas de clonación de voz generadas por IA con el objetivo de hacer campaña, y durante la votación se estima que se número creció en varios millones.
“Los principales problemas de las deepfakes son la falta de consentimiento, la divulgación y el contenido”, explica Sam Gregory, director de la ONG Witness para Wired. “Hay una fina línea entre la participación del votante, la humanización del candidato y el engaño”, afirma el experto, teniendo en cuenta que muchas personas que reciben estas llamadas no saben que estas son generadas con IA.