Qué pasó. Pobladores locales y guardaparques encontraron pisadas de yaguaretés en el norte de Chaco y Formosa. Las huellas fueron fotografiadas y luego un grupo de investigadores del Conicet confirmó que efectivamente eran pisadas del felino más grande de América.
Por qué es importante. Los registros reafirman que el yaguareté no está extinto en zonas de esa región de parque chaqueño donde no se habían encontrado rastros desde hacía 12 años. Los científicos calculan que en toda esa región quedan entre 15 y 20 animales, por lo que más allá de la buena noticia, la vulnerabilidad de la especie sigue siendo altísima.
Dónde fue el hallazgo. En Chaco, las pisadas se encontraron en El Impenetrable. Mientras que en Formosa fueron en un área cercana a Paraguay, por lo que se cree que los yaguaretés se mueven entre ambos países, cruzando a nado el Pilcomayo.
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Por qué no se precisa el sitio. Lo hacen para evitar que cazadores ilegales se acerquen al lugares. Ocurre que la principal amenaza actual es la caza, que está prohibida.
Los matan por tres razones: hay pobladores que lo hacen por una cuestión cultural o de tradición, hay quienes lo cazan con la idea de resguardar su ganado y hay casos en los que la captura se da por el “temor” que provoca o por miedo a que mate animales domésticos.
En qué otras zonas hay yaguaretés. En el país hay tres poblaciones, aisladas una de otras, que suman entre 200 y 250 animales, por lo que se encuentra en peligro crítico de extinción.
• La más grande está en la selva de yungas de Salta y Jujuy. Ahí creen que hay entre 100 y 150 animales.
• En la selva misionera, principalmente dentro del parque nacional Iguazú. Estiman que hay entre 60 y 80 yaguaretés. Es la única población de la que hay certezas de que está creciendo.
• La del parque chaqueño, que abarca parte de Chaco, Formosa y Santiago del Estero, es de entre 15 y 20 felinos.
• Finalmente, hay un proyecto de reintroducción de yaguaretés que la Fundación CLT lleva adelante en los Esteros del Iberá, donde por ahora hay cinco adultos y dos cachorros, pero están en corrales de cría.
Por qué hay tan pocos. Históricamente, el yaguareté vivió desde el norte de la Patagonia hasta el norte del país. El territorio que ahora habitan representa el 5% de la superficie que originalmente ocupó. Esa pérdida se debe principalmente al avance de la frontera agropecuaria. Mientras que la depredación de animales se dio principalmente por la caza, que recién fue prohibida en la década del '80. Miles de pieles se exportaban todos los años.
Qué hacen con los registros. “Una vez que identificamos las huellas, coordinamos con los guardaparques y armamos mapas para establecer cuáles eran los mejores lugares para ubicar las cámaras que nos van a permitir conocer las características de estos animales y cuáles son sus hábitos”, explica Verónica Quiroga, investigadora del Conicet en el Instituto de Diversidad y Ecología Animal de la Universidad Nacional de Córdoba.
Qué se está haciendo para protegerlo. A nivel país, existe el Plan Nacional de Conservación del Monumento Natural Yaguareté, que apunta a la conservación y recuperación de la especie y su hábitat. También hay varias leyes provinciales, en Salta, Misiones y Chaco, que apuntan a proteger la especie.
El Proyecto Yaguareté, en tanto, está liderado por científicos e investigadores especializados en biodiversidad y conservación. Tiene una doble misión: crear información científica del tema y promover acciones concretas.
También hay varias iniciativas de asociaciones, como la Red Yaguareté o la Fundación CLT.