En Aarhus, la segunda ciudad más grande de Dinamarca, se inició un programa experimental de tres años con el objetivo de mitigar el problema de los vasos de café desechables. En colaboración con la empresa de reciclaje TOMRA, el municipio busca implementar un sistema de depósito para reciclar los envases, similar a los modelos para botellas de plástico y latas que ya existen en todo el país.
Este proyecto surge como resultado de la colaboración entre el Ayuntamiento de Aarhus y TOMRA, entidad que ya ofrece diversos servicios de gestión de residuos en la ciudad. Aarhus, tiene una población de aproximadamente 336.000 habitantes y se enfrenta a un desafío significativo en cuanto al consumo de vasos desechables. Además, aunque la participación en el programa es voluntaria, ya se sumaron 44 cafés y bares del centro de la ciudad.
El sistema desarrollado por TOMRA facilita la transición de envases de un solo uso a envases reutilizables, proporcionando una infraestructura adaptable para su implementación en ciudades enteras. Inicialmente, se producirán 40.000 vasos de dos diseños diferentes y se instalarán alrededor de 25 máquinas de depósito en toda la ciudad para facilitar la devolución de los vasos y la recuperación de depósitos. Por cada vaso que se devuelve se pagará a la persona 70 coronas danesas (poco más de diez dólares estadounidenses), pero se enfatiza que la motivación principal debería ser el cuidado del ambiente, de acuerdo con Forbes.
Geir Sæther, SVP de Economía Circular de TOMRA, dijo en un comunicado de prensa: "Estamos encantados de poder desarrollar y probar un sistema de depósito que permita pasar de los envases de un solo uso a los envases reutilizables, y estamos muy contentos de comenzar nuestro primer proyecto piloto en Aarhus. Nuestro objetivo es crear un sistema que facilite al máximo la reutilización de los envases y que también satisfaga los deseos y necesidades de la comunidad empresarial local".
"Estas políticas están funcionando silenciosamente porque los Gobiernos locales están abordando el cambio climático con las comunidades a largo plazo, junto con otros desafíos que preocupan a la gente, como la salud, dietas y apoyo a las empresas locales”, opinó Olivier de Schutter, copresidente del equipo de expertos en sistemas alimentarios sostenibles IPES-Food, a Forbes.
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