El otro censo: cuál es el estado del clima- RED/ACCIÓN
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El otro censo: cuál es el estado del clima

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Mientras en Argentina se realizaba el censo de población, hogares y vivienda, la Organización Meteorológica Mundial dio a conocer ayer la versión final de su reporte anual El Estado del Clima Global.

El otro censo: cuál es el estado del clima

Intervención: Julieta De la Cal

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Mientras en Argentina se realizaba el censo de población, hogares y vivienda, la Organización Meteorológica Mundial dio a conocer ayer la versión final de su reporte anual El Estado del Clima Global y su principal conclusión fue contundente: cuatro indicadores climáticas clave batieron récord el año pasado (y no en el buen sentido). En esta edición, analizamos sus hallazgos y profundizamos en la propuesta de acción del secretario general de Naciones Unidas para acelerar la transición energética.

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Intervención: Julieta De la Cal

De censos, datos, análisis y el estado en el que estamos. Hay todo un proceso previo a cada edición de la newsletter que si se los comparto sería una edición en sí misma, o más de una. Para esta oportunidad había pensado en analizar todo eso que a las preguntas del Censo que se realizó ayer en Argentina -y que continúa en curso en algunas situaciones- le falta en materia de poder recopilar información útil para la necesaria acción climática. Pero exactamente ayer la Organización Meteorológica Mundial (OMM) lanzó la versión final y actualizada de su reporte anual State of the Global Climate 2021. Así que, y quizás mejor para ustedes porque hubiera sido muy detallista (por no decir densa), hoy dedicaré el tema central de esta edición a los aportes más destacados del reporte.

El Estado del Clima Global -en su versión en español- es un informe que la OMM presenta cada año para compartirnos, en función de la recopilación de distintos reportes científicos sobre indicadores climáticos (como los del IPCC), cuál ha sido el estado del clima en el año anterior o cómo viene en el año en curso. Es un excelente resumen para comprender dónde estamos y hacia dónde debemos ir. Es, como un censo, una fuente primaria de información que nos da una imagen de la situación y que debiera servir a los tomadores de decisiones para actuar. Debiera.

El reporte dado a conocer ayer se refiere a cómo ha sido el estado del clima durante el 2021. Luego de algunas presentaciones preliminares, la publicación de ayer es la versión actualizada y finalizada sobre lo que nos dejó el año pasado en materia climática. Y su principal conclusión no es para nada alentadora. Cuatro indicadores climáticos clave batieron récord en 2021. Tres de ellos vinculados a océanos, los enormes -y olvidados- reguladores del clima. Todo ello demuestra que nuestras actividades humanas están causando cambios a escala planetaria en la tierra, el océano y la atmósfera.

Veamos de qué se trata.

  • Indicador 1 | El agua dentro de la botella sigue subiendo. Cuando durante el confinamiento estricto por la pandemia se decía que "el planeta estaba respirando", yo decía sutilmente "esperen a los datos". Los datos me dieron la razón. Aún cuando algunos meses de 2021 vieron una disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs), lo que continuó su tendencia en alza fueron las concentraciones de GEIs. Es decir, aún cuando cerramos un poquito la canilla y caía menos agua, la botella se seguía llenando. El agua de la canilla son las emisiones. El agua en la botella son las concentraciones. Hoy, la canilla volvió a abrirse con abundancia, la botella se sigue llenando.

    El primer (solo por enumerar, no por un orden de relevancia) indicador que batió un récord en 2021 consiste en las concentraciones de GEIs.

    Las concentraciones de GEIs siguieron una tendencia en alza en 2021. Más precisamente, en abril de 2021 el promedio mensual fue de 419,05 ppm (partes por millón) de CO2 en la atmósfera. Eso es... ¿mucho o poco? Piensen que cuando llegué a este hermoso planeta, en 1988, alcanzamos lo que se había considerado el límite máximo deseable: las 350 ppm. Bueno, 34 años después, 34 años de la ciencia hablando, reportando, alertando una y otra vez, en abril de este año el promedio mensual fue de 420,23 ppm. El agua en la botella sigue subiendo. Y eso no es para nada bueno.
  • Indicador 2 | Las zonas costeras están cada vez más comprometidas. Y esto es por el segundo indicador que protagoniza este reporte: el aumento en el nivel del mar. En 2021, el nivel medio global del mar rompió un récord al aumentar a un promedio de 4,5 milímetros por año durante el período 2013-2021. Eso es casi el doble de lo registrado en el período 1993-2002.

    De allí mi referencia a las zonas costeras y a todo lo que en ellas habita. Cuando hablamos del aumento en el nivel del mar tenemos que pensar en los efectos que esto significaría para las personas que habitan en las zonas más próximas al océano. El aumento en el nivel del mar pone cada vez más en peligro a las personas de países insulares que ya tienen el agua sobre los tobillos. En una edición y semana en la que hablamos tanto de población, ¿quién se hará cargo de ellas cuando su territorio quede completamente bajo el agua y deban buscar otro lugar donde vivir? ¿Se los reconocerá como refugiados climáticos? ¿Qué censo les aplicará? ¿Qué estadística les será representativa?

    No solo eso. El aumento del nivel del mar ya es una variable que compromete los eventos climáticos vinculados al océano. Los efectos de las tormentas o huracanes sobre la infraestructura y la vida humana son cada vez dramáticos y en esto el aumento del nivel mar es un condimento que, por así decirlo, tendríamos que preferir dejar de incorporar.

    Recuerden que el aumento en el nivel del mar no sólo se da por la pérdida de hielo y el retroceso de glaciares, sino también -y muy particularmente- por el incremento en la temperatura del océano: cuando el agua se calienta, se expande, sube. Por lo que esto se relaciona con el siguiente punto.
  • Indicador 3 | Ese calentamiento en paralelo que olvidamos. La rutina en tierra nos quema y nos hace olvidar de todo aquello que se está calentando mientras resolvemos pendientes. Entre ellos, parece que hemos puesto al calentamiento del océano en un post-it que, no para nuestra alegría, el año pasado se prendió fuego. Este es el tercer indicador protagónico de El Estado del Clima 2021.

    El océano se está calentando en tiempo récord. El reporte muestra que la profundidad superior de 2000 metros del océano continuó calentándose durante el año pasado, siguiendo la tendencia en ascenso que se viene registrando en las últimas dos décadas. Es más, gran parte del océano experimentó al menos una ola de calor marina fuerte en algún momento del 2021. Esto afecta a los ecosistemas marinos y repercute negativamente en las actividades económicas que se basan en el océano.
  • Indicador 4 | Todo por lo cual debiera interesarnos esta palabrita rara: acidificación. El océano absorbe alrededor del 23% de las emisiones anuales de GEIs. Es, positivamente, un importante aliado en la acción climática. Pero, al generar cada vez más emisiones, el océano está absorbiendo más CO2 y ello, definitivamente, no es bueno. Al entrar en contacto con el agua, el CO2 reacciona, genera un entorno marino más ácido, altera el pH del ecosistema marino reduciéndolo. Esto es lo que se conoce como acidificación, es uno de los efectos más dramáticos del cambio climático y es un desequilibrio rotundo para la vida no sólo debajo del agua, sino también en tierra.

    Todo esto reduce la capacidad del océano para absorber CO2 de la atmósfera. Es decir, alteramos un círculo virtuoso en uno vicioso. Al respecto, el informe de la OMM es claro: el nivel de pH del océano ha sido el más bajo en al menos 26.000 años y las tasas actuales de cambio del pH no tienen precedentes.
  • Otros indicadores no menos importantes. De todo lo que abarca el reporte, destacaría otros dos indicadores que muestran donde estamos parados. Por un lado, la principal evidencia de que no venimos haciendo las cosas conforme la ciencia climática urge es que seguimos en una curva en ascenso de la temperatura media anual. De ello da cuenta el hecho de que los últimos siete años (2015-2021) han sido los siete años más cálidos desde que se tienen registros. El promedio de la temperatura global de 2021 se ubicó 1,11°C por encima del promedio preindustrial 1850-1990. "Es solo cuestión de tiempo antes de que veamos otro año más cálido registrado", sentenció Petteri Taalas, secretario general de la OMM.

    Por otro lado, el cambio climático se hace más evidente a todos al intensificar eventos climáticos extremos. Bueno, ello también muestra que la inacción nos está saliendo costosa, incluso nos está saliendo más cara que la acción. El reporte subraya que las inundaciones en la provincia china de Henan provocaron pérdidas económicas de US$17.700 millones y aquellas registradas en Alemania US$20.000 millones. El Huracán Ida generó pérdidas en Estados Unidos de más de US$75.000 millones. Agencias humanitarias alertaron que la históricamente duradera sequía en algunos países de África oriental genera impactos devastadores para la vida de las personas y para los medios de subsistencia de la región.

    Es pocas palabras, detrás de las cifras y las conclusiones de estos indicadores hay personas que ven afectado su bienestar, su salud, sus medios de subsistencia. Hay ecosistemas de los cuales dependemos de múltiple forma que se ven alterados por completo.

¿Entonces? ¿Qué hacemos con esto?

Por un lado, la presentación de este tipo de reportes se realiza estratégicamente previo a ciertos eventos de la agenda política internacional para impulsar a la acción. Este reporte se presenta en vísperas de la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos (World Economic Forum) que reunirá a más de 2.000 líderes y expertos del 22 al 26 de mayo en Suiza y que tendrá a la lucha frente al cambio climático en su agenda. Además, se espera que el informe sea utilizado como base para las negociaciones de la COP27 que se celebrará en noviembre en Sharm El-Sheikh, Egipto.

Por otro lado, si -tal como vimos en la guía de RED/ACCIÓN sobre cambio climático- queremos dejar de alterar el clima, debemos reducir las emisiones de GEIs de forma urgente, ambiciosa y sostenida. Para ello se necesitan transformaciones profundas en todos los sectores, muy especialmente en el sector más contribuyente al cambio climático: energía, responsable del 73.2% de las emisiones de GEIs a nivel global. O al menos así también lo considera el secretario general de Naciones Unidas António Guterres quien, ante el reporte del ayer, no tuvo pelos en la lengua.

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5 acciones concretas para acelerar la transición hacia energías renovables. Creo que ya dije en este espacio que Guterres es mi última esperanza diplomática en todo este lío (y espero no me defraude). También más de una vez compartí uno de los mayores aprendizajes que tuve cubriendo eventos de Naciones Unidas: es una organización de las naciones que puede alentar, sugerir, reclamar, urgir a las naciones, pero la última palabra para la acción la tienen las naciones. De allí la complejidad de toda esta cuestión.

"El informe sobre el estado del clima es una sombría confirmación del fracaso de la humanidad para afrontar la disrupción climática". Así de tranquilo inició Guterres su discurso ante la presentación del reporte de la OMM. Algo de lo que más me entusiasma -por así decirlo- de sus intervenciones es que no habla sobre generalidades sino que se refiere puntualmente al sector más responsable de las emisiones de GEIs: como vimos, el energético. Ayer no fue la excepción: "El sistema energético mundial se ha roto, lo que nos pone al borde de la catástrofe climática. Los combustibles fósiles son un callejón sin salida, tanto desde el punto de vista ambiental como económico".

Para el secretario general de Naciones Unidas, la buena noticia es que "tenemos el salvavidas al alcance de la mano" y ello implica transformar el sistema energético actual. Una tarea que no es para nada fácil, pero sí posible de realizar y ante la cual el diplomático propone cinco acciones fundamentales para impulsar la transición hacia las energías renovables. ¿Cuáles son? Aquí las vemos.

  • Tratar a las tecnologías renovables como bienes públicos esenciales y de libre acceso. Esto es para que todos puedan ser parte de la transición y no que ésta solo sea posible para unos pocos. Para alcanzar este objetivo será fundamental que se eliminen los obstáculos al intercambio de conocimiento y a la transferencia de tecnología. Guterres sugiere incluso que se eliminen las restricciones a la propiedad intelectual sobre las tecnologías necesarias para la transición.

    Además, pone el foco en uno de los principales desafíos que presentan las renovables: su almacenamiento. Para superar este obstáculo, Guterres llama a formar una coalición mundial que busque acelerar la innovación y el despliegue del almacenamiento de energía renovable en baterías. La propuesta es que sea una coalición dirigida e impulsada por gobiernos y que reúna a empresas, tanto fabricantes como del sector financiero. Así que habrá que estar atentos a la conformación de esta coalición. Los avances que con ella se puedan lograr suenan alentadores.
  • Diversificar las materias primas. Que el pocas manos transite a muchas manos. Sólo si nos fijamos en los paneles solares, podemos observar que su producción depende de pocos países productores que abastecen al resto del mundo. El pedido de Guterres es a asegurar, ampliar y diversificar el suministro de los componentes y las materias primas que se necesitan en la transición hacia renovables.

    ¿Cómo se resuelve esto además de con el punto anterior? Bueno, también invirtiendo en formación, investigación e innovación para que, por ejemplo, en vez de depender de la importación de paneles, éstos se puedan producir localmente. Esto sería un punto muy prometedor para países en desarrollo que, no sólo deben hacer frente al cambio climático, sino también responder a crisis económicas.
  • Crear marcos favorables y modificar la burocracia. En criollo: dejar de favorecer a los combustibles fósiles. Dejar de poner trabas a la transición a renovables. En palabras del propio Guterres: "Pido a los Gobiernos que aceleren y agilicen la aprobación de proyectos solares y eólicos, que modernicen las redes y que fijen objetivos ambiciosos de energía renovable alineados con el objetivo de 1,5 grados y que ofrezcan seguridad a inversores, promotores, consumidores y productores".

    Si bajamos esto a la situación argentina, sería algo así como "todo muy lindo con el plan para favorecer la industria del gas, pero ¿qué ocurre con nuevas licitaciones a proyectos de renovables o con el avance de proyectos que quedaron totalmente parados en el cambio de gobierno?".
  • Eliminar los subsidios a los combustibles fósiles. My favorite. Digo mi favorito no porque sea una persona "anti petróleo" como me llaman a veces en Twitter, sino porque al ver a tantos políticos tan casados con los combustibles fósiles, da un poco de esperanza que el máximo diplomático de Naciones Unidas sea muy contundente en uno de los máximos errores y obstáculos para la transición: el seguir apoyando económicamente a la fuente de energía más contaminante.

    "Cada minuto de cada día, el carbón, el petróleo y el gas reciben aproximadamente 11 millones de dólares en subsidios", dice Guterres y nos hace pensar a dónde está yendo el dinero en este minuto que está leyendo PLANETA. Sí, a un sector que va en contra de todo eso necesario que conversamos en esta newsletter. Sí, al sector que sólo nos continuará intensificando -para mal- los indicadores analizados en el apartado anterior.

    A nivel mundial, los combustibles fósiles están recibiendo más del triple del dinero que reciben las renovables por parte de los gobiernos para mantener más bajos sus precios.

    En lugar de que el dinero siga apoyando al sector más responsable del cambio climático, debe invertirse en la transición hacia renovables. No se está diciendo con esto "cierren hoy la canilla de petróleo", pero sí dejemos que sus costos sean los reales y apoyemos una acelerada transición hacia renovables. O, en palabras de Guterres: "Mientras los ciudadanos sufren el aumento en los surtidores de combustible, la industria del petróleo y el gas se embolsa miles de millones gracias a un mercado distorsionado. Hay que poner fin a este escándalo".

    Escándalo. Sí, escándalo.
  • Triplicar las inversiones en renovables. El punto anterior se complementa con la quinta propuesta de acción. No sólo se trata de redireccionar los subsidios, sino también de que las inversiones tanto públicas como privadas se destinen en aumento a las energías renovables. El llamado de Guterres es a que alcancen los cuatro billones de dólares al año. En este punto es fundamental que se den los pasos y marcos financieros necesarios para que la inversión en renovables no sea un desafío en los países en desarrollo, sino una verdadera oportunidad para enfrentar la doble crisis: climática y económica. Así como también que las entidades bancarias y los organismos multilaterales dejen de apoyar con sus servicios a proyectos contaminantes y redireccionen sus acciones a la transición a renovables.

En términos de población, la transición hacia fuentes renovables no sólo es una transición hacia un modelo más saludable para el ambiente y la salud humana, también es una oportunidad de generación de empleos.

La propuesta de Guterres se basa en la ciencia climática y en la obvia necesidad de actuar cuando antes. "Es hora de que los dirigentes, tanto públicos como privados, dejen de hablar de las energías renovables como un lejano proyecto de futuro". Incluso, en su discurso ante la presentación del reporte de la OMM hizo reiteradas referencias a lo que el sistema energético actual significa en términos de su contribución o alimentación de una guerra -como la que está ocurriendo ahora en Ucrania- y cómo "si actuamos en unión, la transformación de las energías renovables puede ser el proyecto de paz del siglo XXI".

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El Comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca de la Unión Europea Virginijus Sinkevičius en su visita al Canal de Beagle | Foto: Gentileza de la Embajada de la Unión Europea en Argentina

"La transición hacia energías renovables no sucede de la noche a la mañana". Con esta frase el Comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca de la Unión Europea (UE), Virginijus Sinkevičius, se refiere a los desafíos que plantea la transición energética, particularmente para la UE en el contexto de la Guerra en Ucrania. Conversé con él en su reciente paso por Buenos Aires y aquí les comparto lo más destacado de una charla centrada en océanos, sobrepesca, áreas marinas protegidas y energía.

  • ¿Cuáles considera que son en la actualidad las principales amenazas para el océano?
    La principal amenaza es primero cambio climático y luego la contaminación. Ambos son un gran problema. El tercero es la sobrepesca, especialmente en aquellas aguas que no son jurisdicciones nacionales y donde, por lo tanto, hay mucho menos control. Allí no sólo hay problemas con la sobrepesca, también con los derechos humanos de las personas en los barcos. Diría que estas son las tres principales presiones sobre el océano.

  • Usted mencionó la sobrepesca y los gobiernos han estado tratando de lograr un consenso sobre la eliminación de los subsidios a la pesca ilegal. Pero aún no han llegado a un acuerdo. ¿Cree que los gobiernos llegarán a ese consenso y que incluso los países de la Unión Europea lo van a apoyar?
    Las dañinas subvenciones a la pesca en la UE ya están excluidas de nuestro presupuesto desde 2009. Así que, por supuesto, la UE está apoyando esa posición en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio. Diría que en realidad estábamos bastante cerca de llegar a consenso y me estaba preparando para ir a Ginebra para las rondas finales de negociaciones. Desafortunadamente debido a la Covid no sucedió. Pero mantengo la esperanza. Creo que es muy importante que nos aseguremos de que no haya subsidios perjudiciales, pero también de que no haya países que abusen del estatus de países en desarrollo y se permitan mientras continuar la pesca en estas condiciones.
  • En la UE han estado implementando diferentes acciones en términos de cómo usar los recursos de los océanos de una manera más sostenible. ¿Cuáles de estas acciones cree que podrían replicarse en Argentina?
    Es muy importante fomentar la cooperación y el trabajo con los pescadores y las pescadoras para garantizar que se avance hacia prácticas de pescas más sostenibles. Tenemos que asegurarnos que los equipos que se utilizan tengan un menor impacto en el ambiente. Otro aspecto fundamental es tener más áreas marinas protegidas. Ellas tienen un impacto muy positivo. El tiempo de recuperación de las especies dentro de ellas es muy positivo. Necesitamos establecer más áreas protegidas.
  • Mencionó las áreas marinas protegidas. Sé que uno de sus objetivos en la visita a Argentina es tratar de crear áreas marinas protegidas en la Antártida. ¿Qué avances hay al respecto?
    Argentina no es copatrocinador porque tienen su propia propuesta de creación de área marina protegida en dicho lugar. Nuestra propuesta de dos nuevas áreas marinas protegidas alrededor de la Antártida está mucho más avanzada, pero definitivamente Argentina no es un problema. Rusia y China son los países que actualmente están bloqueando el acuerdo y presentando diferentes preguntas solo para ganar más tiempo. Claramente contar áreas marinas protegidas en la Antártida sería un gran regalo para el planeta porque básicamente protegeríamos un porcentaje de los océanos del mundo que sería el área marina protegida más grande del mundo. Seguiremos trabajando en eso.
  • En su visita en el país tiene previsto reunirse con el ministro de Ambiente. Sabe que el gobierno argentino dice que el gas natural es "el recurso de la transición" y que están dando más apoyo a la explotación y producción de gas natural que a energías renovables. ¿Cuál es la posición de la UE sobre cómo el gas natural podría o no ser uno de los recursos para la transición, considerando cuándo se hará finalmente la transición real a otro tipo de fuentes?
    Siempre tenemos que evaluar la combinación de fuentes de energías posibles de los países y luego decir cuánto gas tenemos en la transición o si hay otras soluciones. Los países que dependen en gran medida del petróleo inevitablemente necesitarán gas en su transición. En la UE nuestra respuesta es muy clara. Nuestro objetivo es reducir las emisiones en un 55% para 2030 y descarbonizar completamente nuestra economía para 2050. El gas no es una opción. Por supuesto que tendremos que usarlo en nuestra combinación de energía, pero la guerra de Rusia contra Ucrania muestra que tales dependencias son peligrosas y presentan un riesgo para nuestra seguridad energética. Nuestro objetivo es deshacernos del gas ruso lo antes posible, pasar al gas de nuestra combinación y, naturalmente, la transición será ir hacia energías renovables. Esa transición, claro, no sucede de la noche a la mañana.

Sobre el vínculo entre la UE y Argentina, la semana pasada la Embajada de la UE en el país anunció una inversión de 10 millones de euros en pos de la protección de la biodiversidad en territorio argentino. ¿De qué se trata? Siete de esos 10 millones de euros estarán destinados a la región chaqueña para incentivar acciones de manejo forestal, agricultura sostenible, apoyo a los pequeños productores y compromiso con las comunidades locales. Este trabajo se realizará en conjunto con la iniciativa Redes Chaco. Los tres millones de euros restantes estarán dirigidos a la protección del Mar Patagónico en pos de generar ecosistemas marinos resilientes.

Una interesante noticia para seguir de cerca y ver el impacto positivo de esa ayuda financiera.

Un mensaje de

La contaminación por plásticos es una de las principales problemáticas de nuestro tiempo. Afecta desde las ciudades hasta las playas, desde la arena que pisamos hasta el aire que respiramos, desde la tierra hasta los océanos. Miles de especies de la biodiversidad marina se ven afectadas por la contaminación plástica, entre ellas, las ballenas.

  • ¿Cómo se vinculan los plásticos con los océanos? Se estima que anualmente más de 12 millones de toneladas de plásticos terminan en los océanos, de los cuales el 10% proceden de la industria pesquera, como redes y sogas que terminan abandonadas, perdidas o descartadas. Estos residuos plásticos impactan negativamente en el ecosistema marino. Los animales pueden ingerir plástico y/o pueden quedar atrapados en diversos objetos plásticos, produciéndoles desde heridas hasta causarles la muerte. Se calcula que más de 100.000 ballenas y delfines mueren cada año debido a quedar atrapados en redes y sogas.
  • ¿Por qué tenemos que actuar ante esta problemática pensando en las ballenas? Las ballenas son una especie clave en el ecosistema marino. Son una suerte de especie paraguas, es decir, cualquier acción que repercuta en ellas -para bien o para mal- tendrá también su efecto -positivo o negativo- en otras muchas especies. Además, recordemos que las ballenas son aliadas en la lucha frente al cambio climático ya que tienen la capacidad de absorber dióxido de carbono (CO2), principal gas contribuyente al cambio climático. Se estima que una ballena, a lo largo de toda su vida, captura la misma cantidad de CO2 que miles de árboles, motivo por el cual se las considera los “bosques de los océanos”.
  • ¿Qué podemos hacer ante ello? Desde ya hay que promover acciones para reducir el uso de plásticos, para gestionar correctamente los residuos, para educar y concientizar a todos los actores involucrados en la problemática, es decir, trabajar desde lo individual y lo colectivo a lo sistémico. También podemos seguir y difundir proyectos locales como Guardianas de los Océanos con el que La Roche-Posay Argentina y el Instituto de Conservación de Ballenas buscan prevenir el impacto negativo de las acciones humanas en las ballenas. Pueden conocer más sobre la iniciativa aquí. Otra acción individual puede ser elegir conscientemente productos que no incidan negativamente en los océanos, como es el caso de Anthelios, la línea de protectores solares de La Roche-Posay cuya fórmula es respetuosa con la vida marina. Esto significa que no provoca el blanqueamiento de corales (vinculado a la acidificación que vimos más arriba) ni genera daños sobre las microalgas simbióticas del coral. 
  • ¿Por qué hablamos de plásticos en PLANETA? Recuerden que los plásticos están estrechamente relacionados con los combustibles fósiles, principales contribuyentes al cambio climático. Por lo que, actuar ante la problemática de plásticos es también actuar ante el cambio climático. En esta edición de la newsletter profundizamos al respecto.

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Sobre población y cambio climático: dos documentales y un libro. Inevitablemente cuando hablamos de cambio climático, estamos hablando de personas. Sea porque somos los responsables del problema, sea también porque somos los afectados ante sus impactos, sea porque porque podemos/debemos ser los que marquemos la diferencia positiva con acciones ambiciosas.

En línea con la propuesta de esta edición, mis recomendaciones de hoy se basan en algunos de estos vínculos más profundos entre población y cambio climático. ¡Espero les resulten interesantes!

  • Population Boom. No bien pensé en esta edición, recordé este documental que habíamos proyectado en el Green Film Fest allá por 2014. El austríaco Werner Boote recorre el mundo para responder a ciertos interrogantes que despierta el crecimiento poblacional y su vínculo con las crisis que vivimos. Una propuesta interesante para, más que tener respuestas absolutas, seguir conversando y reflexionando sobre el tema. Pueden ver el tráiler aquí.
  • Refugiados climáticos. Este es un tema sobre el que vengo investigando a la par de todo lo que hago y que ya tuvo su espacio en RED/ACCIÓN con una nota en profundidad. Diría que ya es EL tema sobre el cual debiéramos prestar atención. El reporte de la OMM habla de cómo los riesgos hidrometeorológicos continuaron propiciando los desplazamientos internos durante 2021. Sólo en China, humo más de 1,4 millones de desplazamientos registrados, debido a eventos climáticos intensificados por el cambio climático.

    En su libro, el biólogo y antropólogo social español Miguel Pajares nos invita a profundizar en la problemática y en todos los interrogantes que despierta. Porque la problemática de personas que se movilizan producto del cambio climático no está siendo debidamente tenida en cuenta y porque es necesario que actuemos ante ella. Su libro es una lectura necesaria. El libro es de la editorial Rayo Verde.
  • The Human Scale. Al vínculo entre población y cambio climático le podemos sumar un tercer elemento: ciudades. Porque en ellas es donde se concentra la mayor cantidad de población, porque ellas son las principales contribuyentes al cambio climático, pero también las que tienen la posibilidad de marcar una diferencia en el acción. Ahora bien, ¿cómo estamos configurando esas ciudades? El urbanista danés invita en este documental a repensar las ciudades desde una escala diferente a la tradicional: la escala humana. Pueden tentarse de verlo con el tráiler aquí.

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Se estima que 1.000 personas pasan por día por el cruce de calles de Shibuya en Tokio, Japón. Desde allí en octubre de 2018 fui una persona más, pero reportando en vivo para la televisión argentina. Y es la imagen que elijo para cerrar la edición de hoy. Espero que PLANETA de hoy haya servido para subrayar el recordatorio y la reflexión de que detrás de las cifras sobre el estado del clima hay personas que toman decisiones responsables de ello y hay personas que sufren las consecuencias de esos impactos producto de esas decisiones. La ciencia climática debiera servir para que se tomen mejores decisiones en pos del bienestar de las personas y del planeta que habitamos. Debiera...

¡Nos reencontramos la próxima semana!

Tais

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