—¿Qué crees significó 2020 para la humanidad?
—Pensemos en cosas que te dan la oportunidad de cambiar dramáticamente tu vida. Los cambios de paradigma son a la vez crisis y oportunidades. Yo soy antropóloga y uso la etnografía, que en el fondo es storytelling. Durante 2020 entrevisté a más de 100 personas en más de 30 países y documenté un cambio de paradigma que se produjo en meses, en lugar de décadas. Al principio de la pandemia la gente se apoyaba con mensajes de esperanza, coraje y aceptación de lo que había que hacer. Pero los meses de aislamiento hicieron que anheláramos lo que consideramos normal, y eso no es posible porque todas las dimensiones de la vida quedaron afectadas. Cada generación vive al menos un evento fundante, y cada uno de esos eventos requiere que ayudemos a los más afectados y aprendamos ciertas lecciones para poderlas transmitir a las generaciones futuras.
—¿Cuál es el desafío que enfrentamos como generación?
—Nuestro desafío es aprender colectivamente las lecciones que nos dejó 2020 y detener la dispersión de nuestro común enemigo, el covid. Y mientras hacemos eso, emerge un nuevo paradigma, esto es que todo cambia de golpe. Lo que estaba escrito en piedra, se convierte en arena. Esta crisis hizo que nos replanteáramos las relaciones. Recogí testimonios que dicen que la muerte es un problema, pero el aislamiento es devastador. Hay quienes dejaron de verse con personas que no les hacían bien, y empezaron a conocer online a otras con las que se sienten muy unidos, y continúan la relación ahora offline. Al final, descubrimos que somos iguales en esencia a personas cuyas vidas no se parecen a las nuestras. Ahora somos más conscientes, y eso nos hace estar más unidos y tener más esperanza.
—¿En qué sentido crees que cambian las prioridades de la gente a partir de la pandemia?
—Pensemos en la lección que nos deja 2020 sobre el control, o sobre la falta de él. Todos teníamos planes para este año pero tuvimos que cambiarlos para mantenernos a salvo. Antes, en la vida corporativa, pensábamos con la lógica crecer o morir. Ahora cambia nuestra dinámica y nos ocupamos de temas domésticos y de nuestra salud y la de nuestras familias como prioridad absoluta, y nuestras prioridades cambian también. Murió gente a la que no pudimos honrar como queríamos porque no era seguro para la salud de nadie ir a un funeral. Eso es terrible, pero a la vez hizo que algunos se tomaran más tiempo para pensar en algo más significativo, celebrando la vida, cuando se pueda, en lugar de un funeral clásico. Lo que quiero decir es que el objetivo no debería ser volver a la normalidad, sino hacer historia: cambiar el paradigma para nosotros mismos y los demás.
Las respuestas de Veronica Kirin están tomadas de la presentación que dio en septiembre de 2020 en el contexto de TEDxTemecula. Para acceder al video completo, podés hacer click acá.
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