El Louvre recibe nueve millones de visitantes al año y, según los responsables del museo, la Gioconda es la principal atracción para el 80 % de ellos. En días especialmente concurridos, alrededor de 250.000 personas hacen la misma fila para verla. Y de todos ellos, una gran parte siente decepción.
En febrero de este año un estudio analizó 18.176 reseñas que mencionan 100 de las obras de arte más famosas del mundo y los museos que las albergan para averiguar cuáles fueron las experiencias más decepcionantes y cuáles las que superaron las expectativas. Allí, la Mona Lisa se ganó el título de la "obra maestra más decepcionante del mundo", con 37,1 % de reseñas negativas.
El personal del museo consideró distintas estrategias para remediar la situación. En el año 2019, cambiaron el color de las paredes donde se exhibe (de amarillo claro a "azul medianoche") e implementaron cambios en el sistema de fila para verla.
Sin embargo, la directora del museo Laurence des Cars considera que la situación puede deberse al tamaño de la sala de exhibición. "Es una sala grande, y la Mona Lisa está al fondo, detrás de su cristal de seguridad, así que a primera vista parece una estampita de correo", dijo al diario francés Le Figaro.
Vincent Delieuvin, el curador jefe del arte italiano del siglo XVI, comentó que la idea de trasladar el cuadro llevaba sobre la mesa un tiempo, pero esta vez casi todo el personal está de acuerdo. La idea es reubicarla en una sala en un subsuelo, como parte de una gran renovación que el museo está a punto de emprender (que incluye una nueva entrada).
Después de esta obra, los visitantes podrían entrar pasando su famosa pirámide directamente al subsuelo, donde habría una sala para la Mona Lisa y otras para exhibiciones temporarias. "Tenemos que aceptar la condición de ícono mundial del cuadro, que escapa a nuestro control. Trasladar la Mona Lisa a una sala aparte podría poner fin a la decepción del público", concluyó la directora des Cars .