Esta semana, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció la creación del Servicio Civil Voluntario en Valores, un programa a cargo de la Gendarmería Nacional que buscará brindar “oportunidades de formación” a jóvenes que no estudian ni trabajan, los denominados “Ni-Ni”.
El anuncio generó polémica, en particular por el rol que tendrían las fuerzas de seguridad en este esquema que apunta a jóvenes de entre 16 y 20 años. En una serie de tweets, el colectivo Infancia en Deuda, que vela por los derechos de los niños, niñas y adolescentes, manifestó que “no es tarea del personal de Gendarmería nacional, ni de alguna otra fuerza de seguridad, la formación de chicas y chicos que han tenido dificultades para completar el ciclo educativo obligatorio y/o que no acceden al mercado de trabajo”.
Mientras tanto, en una entrevista con radio Mitre, Bullrich afirmó que “hoy la Gendarmería es la institución más valorada en nuestro país, la número uno. Mucho más valorada que cualquier otra, que la educación pública, que la universidad. Más que la iglesia y ni que hablar de la política”.
Quiénes son los “Ni-Ni”. Según datos del INDEC, hay más de 1 millón de jóvenes en Argentina que no estudian, ni trabajan, ni buscan trabajo. De ellos, el 70% son jóvenes que tienen a su cargo el cuidado de hijos, hermanos pequeños o adultos mayores, según lo indica un estudio de Cippec realizado a base de la última Encuesta Nacional de Juventud (2014).
En línea con lo que sucede con el trabajo doméstico en general, de este universo de jóvenes, el 95% está representado por mujeres. Son chicas o madres jóvenes que a temprana edad son responsabilizadas con tareas de cuidado del hogar. En Argentina, cada año 94 mil niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años se convierten en madres. Siete de cada 10 de estos embarazos son no deseados.
El mito de que “no hacen nada”. La responsabilidad del cuidado y la tenencia de un hijo son factores que impactan directamente en la trayectoria educativa y laboral de los jóvenes. Del total de jóvenes que no estudian ni trabajan, el 30% dejaron de trabajar o estudiar porque tuvieron que cuidar a alguien. El porcentaje aumenta al 42% dentro de las mujeres.
“Es importante aclarar que lejos de tratarse de una población que ‘no hace nada’ y que es conceptualizada a través de la visión peyorativa y estereotipada del término Ni-Ni, una parte importante de estos jóvenes realizan, de forma no remunerada, tareas de cuidado esenciales para el sostenimiento y la reproducción de la sociedad”, escribe en el informe la investigadora Gimena de León.
Según Cippec, si la tarea de cuidado fuera considerada una actividad económica, el número de jóvenes “Ni-Ni” en el país descendería de 1 millón a apenas 320.000.
Una “solución” inadecuada. Diversas organizaciones cuestionan que el programa de Servicio Civil Voluntario no resuelva de fondo el problema de jóvenes que no estudian ni trabajan. Una de ellas es Infancia en Deuda, que enfatiza la importancia de enfocarse en la política educativa.
No es tarea del personal de Gendarmería nacional, ni de alguna otra fuerza de seguridad, la formación de chicas y chicos que han tenido dificultades para completar el ciclo educativo obligatorio y/o que no acceden al mercado de trabajo. pic.twitter.com/FuRps82yPm
— Infancia en Deuda (@infanciaendeuda) July 18, 2019
Por otro lado, Cippec resalta la importancia de políticas que permitan una desfamiliarización del cuidado. Es decir, políticas que permitan a familias jóvenes, especialmente de bajos ingresos, tercerizar el cuidado para así evitar que se retire a los jóvenes de la educación formal y del ingreso al mercado laboral.
Algunas de las recomendaciones concretas incluyen:
- Ampliar la oferta de servicios públicos de cuidado.
- Expandir la oferta de educación inicial para lograr la universalidad en la sala de 3 y 4 años.
- Modificar el régimen de licencias y su cobertura con una orientación universalista y revertir el sesgo maternalista.
- Fortalecer el acceso a información oportuna y pertinente sobre la prevención del embarazo no planificado.
- Garantizar el pleno acceso a métodos anticonceptivos.
- Avanzar en la efectiva implementación de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE).
Una iniciativa que se superpone. Tan solo tres semanas antes del anuncio de la ministra Bullrich, el Consejo Federal de Educación, compuesto por los 24 ministros de Educación provinciales, anunció la creación de un programa nacional destinado a los más de 600.000 chicos en todo el país que abandonaron el sistema educativo. A través de distintas capacitaciones de oficio, el programa buscará que los jóvenes que no estudian ni trabajan puedan completar su trayectoria educativa y que además puedan obtener una certificación de formación profesional. Este programa, del cual se conocerán los lineamientos a finales de año, será instrumentado por el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) e implementado por cada provincia.