Durante la votación en particular de la Ley Bases y el paquete impositivo, la Cámara de Senadores eliminó y modificó varios puntos de la iniciativa que había aprobado la Cámara de Diputados.
El reglamento señala que a partir de esos cambios ambas iniciativas deben volver a su Cámara de origen. Diputados deben aceptar o rechazar la redacción aprobada en el Senado. Sin embargo, esto dio pie a una pregunta: ¿puede la Cámara baja volver a tratar un artículo que ya ha sido rechazado por el Senado? Este punto ha desencadenado la lectura en profundidad del artículo 81 de la Constitución Nacional, en la cual se establece que si a un proyecto de ley se le suman cuestiones o se hacen correcciones por la Cámara revisora (en este caso el Senado), se debe indicar si estas fueron realizadas por mayoría absoluta de los presentes o por dos tercios de los presentes. Sin embargo, no menciona específicamente qué debe ocurrir si el Senado rechaza una parte del proyecto.
Ante la ambigüedad de dicho artículo se plantean diversas interpretaciones.
- Por un lado, algunos señalan que un rechazo es equivalente a una corrección, lo que permitiría a los Diputados insistir en su redacción original.
- Del otro lado están quienes señalan que un rechazo explícito significa que esa parte del proyecto no recibió media sanción y, por lo tanto, no puede ser reconsiderada por la Cámara de origen en la misma sesión legislativa.
La disyuntiva se da en un contexto en el cual el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ya se reunió con diputados opositores para pedirle que defiendan dos puntos del paquete fiscal que el Senado rechazó durante la votación: la restitución del impuesto a las ganancias y modificaciones en los bienes personales.
Lo que podría pasar en la Cámara baja
¿Qué opciones tiene diputados?:
- Insistir con el paquete fiscal original por el todo o aceptar la revisión del Senado por el todo.
- Insistir con lo originalmente redactado o aceptar revisión, pero por partes (ejemplo: capítulos)
En materia de insistencia, es importante tener en cuenta que si el Senado revisó con 2/3, la cámara de Diputados necesita 2/3 para insistir, en la votación en general del Senado no sucedió. Pero sí se dio en algunos capítulos como los de gasto tributario y blanqueo.
Una opción probable, señala un abogado que trabaja como asesor en Diputados, es que la Cámara baja acepte revisiones del Senado en algunos tramos de las leyes, pero que insista en la redacción original en otras.
La Constitución determina que para ciertas materias, como la tributaria, iniciar proyectos son competencia exclusiva de la Cámara de Diputados. Esto se debe a que el pago de impuestos representa un sacrificio para el pueblo, y se considera que los Diputados, como representantes directos del pueblo, deben iniciar estos proyectos.
El mismo abogado de la cámara de Diputados recuerda que no sería la primera vez que “algunas modificaciones que vengan al Senado sean ratificadas y sobre otras se intente insistir con la versión anterior”. Según señala “esto se hizo un par de veces, una de las más conocidas por la trascendencia fue la ley de Glaciares, sancionada en 2010. En cuanto a esa ley, pasó un procedimiento similar con algunos artículos, aunque la iniciativa no fuera tan abarcativa” como la ley bases o el paquete fiscal”.
Aunque el proceso parezca complejo, es resultado de una simplificación ocurrida con la reforma constitucional de 1994. Hasta ese momento, el proceso legislativo de la Argentina permitía dos vueltas entre la Cámara de Diputados y el Senado, es decir que un proyecto de ley podía ser enviado varias veces de una cámara a otra, lo que complicaba y alargaba el proceso.
Gregorio Hernández Maqueda, abogado y legislador de la provincia de Córdoba, remarca que “la ley ya está aprobada en general”, pese a lo cual “es muy probable que Diputados “insista en la redacción original de los proyectos y de la Cámara de Diputados y no se acepten las modificaciones del Senado”.