El Gobierno nacional postergaría hasta junio o julio la quita de los subsidios al gas y a la electricidad. El recorte de los beneficios que tienen los usuarios residenciales es una de las patas en las que la gestión de Javier Milei basa su idea de prolongar el superávit fiscal que consiguió en los primeros meses de su gobierno.
Según indicaron fuentes oficiales, la causa de la demora en la implementación obedece a demoras en el cruce de los datos de los hogares que están inscriptos en el Registro de Acceso a los subsidios a la Energía (RASE) con los datos que maneja el Indec, en cuanto a la situación socioeconómica de los usuarios.
A fines de febrero, el Gobierno había presentado sus ideas para modificar el esquema de subsidios a las tarifas de luz y gas. La propuesta oficial se debatió en audiencia pública y apuntó a establecer una Canasta Básica Energética (CBE), que equivale a un parámetro de consumos mínimos necesarios para la subsistencia según el tipo de hogar, región, meses y tipo de suministro, informó TN.
Ese consumo mínimo será lo que el Estado subsidiará a los usuarios residenciales. Se esperaba que este cambio se aplique a partir de mayo, cuando también estaba previsto que los aumentos de tarifas se ajusten por inflación, aunque finalmente se debate la posibilidad de extender esto al menos hasta junio.
Cómo están divididos actualmente los usuarios
Actualmente no todos los usuarios pagan lo mismo por la energía en sus facturas, que es donde se otorgan los subsidios para cubrir el llamado costo de generación. El esquema vigente de subvenciones marca tres universos: altos ingresos (N1), bajos ingresos (N2) y medios ingresos (N3) determinados por la Canasta Básica Total (CBT) del Indec.
Los datos que maneja la cartera de Energía revelan una erogación en subsidios de alrededor de 150.000 millones de dólares a lo largo de los últimos 20 años, con un consumo tres veces superior al promedio de consumo de la región.
En tanto, desde el ministerio que encabeza Luis Caputo, sostienen que los subsidios a la energía representaron 1,5% del Producto Bruto Interno (PBI) en el 2023, un gasto cuatro veces superior al que tuvo la Asignación Universal por Hijo (AUH), que sumó 0,4% del PBI en el mismo período.
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