En una presentación ante un grupo de solicitantes de puestos ejecutivos en transición, una reclutadora señaló que después de años de revisar curriculums a nivel de jefaturas corporativas había notado algo en común: todos estos profesionales de primer nivel habían enfrentado dificultades, rechazos u oportunidades perdidas. Esto sorprendió a la audiencia, formada por recientes víctimas de despidos, que entendieron que estaban bien acompañados en cuanto al infortunio en sus carreras.
Para averiguar cómo las personas exitosas lidiaban con situaciones en las que no obtuvieron lo que querían, entrevisté a una serie de exitosos consultores, instructores y otros profesionales de los negocios, preguntándoles: ¿Cuál de los rechazos que experimentaste tuvo las mejores consecuencias?” Aunque la mayoría se sintieron inicialmente decepcionados en ese momento, el ganar perspectiva los ayudó a darse cuenta de que esas frustraciones iniciales les dieron la oportunidad de probar algo diferente y obtener valiosos conocimientos.
He aquí tres estrategias para recuperarse y prosperar cuando una meta laboral que había anhelado se va de sus manos:
Reconozca el dolor emocional. Ser rechazado duele, y la respuesta fisiológica que crea en nuestros cuerpos y mentes es similar al dolor físico. La razón de que una reacción negativa o un rechazo cause emociones tan fuertes se remonta a nuestra historia primitiva, cuando tener que abandonar la tribu tras un conflicto podría haber resultado en un peligro físico o incluso la muerte. Cuando reconoce que las emociones que siente son tanto primigenias como normales, ello puede ayudarlo a superar más rápido el dolor.
Pregúntese, "¿Fui yo, fueron ellos, o fuimos nosotros?" Cuando no lo eligen para una oportunidad, la razón suele ser un problema de ajuste y no algo que usted (o alguien más) hizo mal. Estudios recientes confirman que cuando las personas le atribuyen los contratiempos a una falta de ajuste en lugar de culparse a sí mismas o a otra persona involucrada, tienden menos a renunciar y están más motivadas a mejorar.
Abrace sus fortalezas. Tras el rechazo en cada programa doctoral al que solicitó inscribirse, Dorie Clark comenzó a escribir y trabajar como consultora, áreas de fortaleza e interés para ella. Actualmente es autora de tres libros, escribe para importantes publicaciones y tiene un próspero negocio de consultoría. Dejó ir su primer sueño para detectar el siguiente. Si mira hacia atrás durante demasiado tiempo, usted se arriesga a ignorar oportunidades frescas.
Hacer un esfuerzo consciente para ver hacia adelante, en lugar de mirar hacia atrás, puede llevar a crecimiento personal y al descubrimiento de opciones creativas. Ser capaz de identificar el lado positivo en lo que parece un fracaso u oportunidad perdida puede ayudarlo a moverse a cosas mejores, y al mismo tiempo mantener su autoconfianza.
Susan Peppercorn es instructora ejecutiva sobre transición de carrera y autora de “Ditch Your Inner Critic at Work.”
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