Un informe reciente del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) subraya que la pandemia de sida podría terminar para 2030 si los líderes mundiales aumentan los recursos y protegen los derechos humanos. Publicado el lunes, el informe destaca que el mundo se encuentra en un momento crítico donde las decisiones de los líderes determinarán si se cumple el compromiso de erradicar el síndrome como amenaza para la salud pública.
En 2023, las nuevas infecciones por VIH a nivel mundial cayeron a niveles no vistos desde finales de la década de 1980, con casi 31 millones de personas recibiendo terapia antirretroviral. Este progreso es notable en el África subsahariana, donde los tratamientos mejorados aumentaron significativamente la esperanza de vida. La proporción de personas en tratamiento ha crecido del 47 % en 2010 a casi el 75 % en la actualidad, mientras que se redujo a la mitad las muertes relacionadas con el sida desde 2010, pasando de 1,3 millones a 630.000 en 2023.
A pesar de estos avances, la respuesta global al virus sigue siendo desigual. Actualmente, de los 39,9 millones de personas que viven con el VIH en todo el mundo, 9,3 millones no reciben tratamiento. Las estadísticas muestran que una persona muere por causas relacionadas con el sida cada minuto. Si no se toman las decisiones para reducir esos números, la cantidad de personas viviendo con VIH y requiriendo tratamiento de por vida se estabilizará alrededor de los 29 millones para 2050. Sin embargo, si se toman decisiones erróneas, esta cifra podría aumentar a 46 millones.
"Sin un liderazgo político fuerte y políticas de apoyo, ni siquiera los programas o cambios prometedores superarán la fase de diseño. El apoyo constante al más alto nivel es especialmente importante para una variedad de enfoques eficaces de prevención y para servicios integrales del VIH en poblaciones clave", escriben los especialistas en el informe.
Winnie Byanyima, la directora ejecutiva de ONUSIDA, instó a que los fármacos para tratar o prevenir el VIH ya disponibles en lugares como Estados Unidos se compartan inmediatamente con los países en desarrollo. "Si van a pasar otros seis o diez años antes de que los precios bajen para esos países, entonces no acabaremos con el sida", afirmó a The Guardian. "Pero si podemos movernos rápidamente para poner esa tecnología en el fondo de patentes de medicamentos y tener genéricos que la fabriquen en pocos años, podríamos llegar a ese punto", agregó.
También se destacan tres regiones donde las nuevas infecciones están en aumento: Medio Oriente y Norte de África, Europa del Este y Asia Central, y América Latina. Así como también una brecha de tratamiento cada vez mayor entre adultos y niños. "Para cerrar la brecha debemos apoyar a los Gobiernos para que amplíen los enfoques de pruebas innovadores y garanticen que los niños y adolescentes que viven con el VIH reciban el tratamiento y el apoyo que necesitan", dijo Anurita Bains, Directora Asociada del Programa de VIH/SIDA de UNICEF a través de un comunicado.
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