El carnaval de Gualeguaychú es uno de los más emblemáticos de la Argentina y de América Latina. Sin embargo, históricamente, muchas personas con discapacidad y movilidad reducida no podían disfrutar de este espectáculo veraniego. Se trata de una deuda que este año comenzó a saldarse gracias a la iniciativa de seis jóvenes que promueven una ciudad más accesible.
En concreto, desde la edición 2024 del denominado Carnaval del País, el Corsódromo José Luis Gestro de la localidad entrerriana cuenta con un nuevo sector accesible para personas con movilidad reducida y sus acompañantes (pueden ser entre uno y tres, según el caso), con una barra en la primera fila. También se incluyó un pasillo para su circulación. Además, tendrán accesos específicos (tanto en silla de ruedas como con vehículos) y contarán con baños y una cantina accesibles.
Pero, además, se aumentó significativamente la cantidad de entradas sin costo destinadas a personas que tengan un certificado único de discapacidad (CUD). “Más allá del nuevo sector construido, el problema principal radicaba en que las personas con cualquier tipo de discapacidad tenían solo 50 cupos para ingresar (25 personas con CUD y 25 acompañantes). Ahora, este cupo se ha elevado a 400 (200 y 200)”, explica Mauricio Arce, uno de los seis integrantes de Accesibilidad Gualeguaychú, un grupo de amigos y maestros mayores de obra que buscan contribuir a la accesibilidad en su ciudad. De esos 400, 300 lugares son para ciudadanos locales y 100 para turistas.
“Lo más preocupante era que todas las personas con discapacidad eran asignadas a un único sector (considerado accesible, pero no lo era), donde solo podían estar con un acompañante”, añade Arce. “Esto ocurría año tras año, generando una marcada discriminación y segregación en algo tan fundamental como disfrutar el carnaval con sus seres queridos. De hecho, ese sector se le llama ‘corralito’ y estaban todos apretados. Afortunadamente, las personas con CUD que no tienen discapacidad motriz ahora pueden ubicarse con su familia o amigos en cualquier sector general, ya sea en las tribunas de hormigón o en los playones”, aclara. En caso de que deseen una ubicación preferencial o vip, pueden pagar por estas entradas, manteniendo los accesos prioritarios.
La iniciativa de un corsódromo más accesible comenzó luego de que en el 2021 Arce hiciera un curso virtual de Accesibilidad y Diseño Universal en la Universidad Nacional de Santiago del Estero. Su trabajo final fue una reforma para hacer más accesible el recinto carnavalesco, mediante “una intervención económica y de rápida implementación.
“Como el corsódromo abarca cinco hectáreas, hacerlo accesible en su totalidad a corto plazo es imposible. Por lo tanto, propuse la construcción de un ‘circuito accesible’ o ‘cadena de accesibilidad’ para garantizar la accesibilidad arquitectónica en al menos una parte del predio. Esto implica contar con un acceso adecuado, desplazamiento a través de veredas, explanadas y rampas, y uso de espacios específicos (como el sector en primera fila sobre la pasarela, la zona de la cantina y los dos nuevos sanitarios reformados), todo acompañado de la señalización correspondiente, permitiendo a las personas con movilidad reducida circular con total autonomía en esa parte” explica Arce. Y agrega: “Afortunadamente, este año se logró en un tiempo casi récord completar la primera etapa propuesta, donde la obra fue llevada a cabo por el gobierno municipal”.
Aunque desde la agrupación Accesibilidad Gualeguaychú consideran que resta mucho camino por recorrer en la materia, consideran que mejorar la accesibilidad al corsódromo es un hito. “Nuestro propósito siempre fue que la comisión organizadora del evento y la municipalidad comprendieran los problemas asociados con la discriminación hacia las personas con discapacidad: pocas entradas, segregación en un único sector y falta de condiciones de accesibilidad en el evento artístico más grande del país al aire libre”, remata Arce.