El arte de la ficción
James Salter
Salamandra
Selección y comentario por Federico Bianchini, periodista y escritor. Autor de los libros "Antártida: 25 días encerrado en el hielo" y " Cuerpos al límite".
Uno (mi comentario)
El arte de la ficción, de James Salter, es un libro breve e intenso. Escrito para quienes escriben. El ego, la disciplina y la inseguridad son algunos de los tópicos de estas tres conferencias que el autor norteamericano dictó a los 89 años: El arte de la ficción, Escribir novelas, Convertir la vida en arte.
(sigue mi comentario)
Conferencias que Salter, puede uno suponer a partir de lo leído, escribió con pasión: no sólo cuenta cómo hizo lo que hizo (algo interesante incluso si uno no tiene idea de lo que Salter hizo): también recomienda autores y lecturas. Y uno termina de leer y tiene ganas de escribir. Y uno termina de leer y tiene ganas de leer. No muchos pueden generar eso.
Dos (la selección)
Por supuesto, no todas las palabras pueden ser la palabra perfecta. No todas las habitaciones tienen vistas al río. Hay miles de palabras ordinarias que componen un libro, igual que en un ejército hay muchos soldados de pie y algún que otro héroe. Pero no debería haber palabras fuera de lugar o palabras que degraden la frase o la página. Has de tener paladar para lo que estás escribiendo. Has de ser capaz de reconocer cuándo se ha echado a perder.
Tres
Al principio, cuando empiezas como escritor, no sueles tener una voz propia. Suelen afectarte la influencia o la atracción de un escritor consolidado, alguien cuyos libros y aura te deslumbran. Intentas seguir sus pasos. Adoptas su forma de ver las cosas. Poco a poco, sin embargo, el vínculo se debilita y te sientes atraído hacia otros escritores, aunque no tan intensamente, y tu propia escritura, a fuerza de práctica, cambia, hasta que llega un momento en que cuando escribes eres tú mismo, del todo, sin mediación, y suenas tal como eres.
Cuatro
Componer una novela es un proceso largo --gente, lugares-- y no es posible retenerlo todo en la cabeza. Hay demasiados detalles. «Has de tener una capacidad enorme de resistencia para ser novelista -dijo Anthony Powell-. Tienes que hacer un montón de tareas aburridas y perseverar día tras día, y si no es capaz de eso, poco importa que tengas toda la imaginación del mundo.» Según él, era una cuestión de aguante, «como casi todo en la vida».
Cinco
Las cosas que has escrito no envejecen contigo, o por lo menos así me lo parece. Tal vez quedan marcadas por el tiempo, pero no se puede estar al día cuando el tiempo ya ha pasado. O perduran en el margen de cualquier época o dejan de existir. La literatura avanza así. Los libros señalan un período o un lugar, y poco a poco se convierten en ese lugar y ese momento.
Seis
Escribo más o menos como todo el mundo, creo. Intento escribir con regularidad. Cada día me cuesta arrancar. Si consigo dejar una línea o unas pocas palabras que me ayuden a retomar el hilo, va un poco mejor. A veces el día va bien. A menudo, no. Me he resignado a la certeza de que lo que escriba me decepcionará. Escribo cuando no me apetece, pero no cuando me asquea. Creo que escribo para cierto tipo de persona -no voy a definir exactamente quién, aunque tal vez sea una mujer-, pero no para todo el mundo. Para una mujer inteligente, como dijo Bábel.
Siete
No siempre escribes en tu escritorio. Lo haces en otros sitios y te llevas el libro a cuestas. Te acompaña, lo tienes en la cabeza a todas horas, lo repasas, atento a posibles conexiones. Se convierte en tu principal compañero, en el sentido literal de la palabra, puedes hablarle en voz baja. Se convierte en tu único compañero.
En SIETE PÁRRAFOS, grandes lectores eligen un libro de no ficción, seleccionan seis párrafos, y escriben un breve comentario que encabeza la selección. Todos los martes podés recibir la newsletter, editada por Flor Ure, con los libros de la semana y novedades del mundo editorial.