¿Las máquinas superarán al hombre? Esta pregunta, un tanto fatalista, resuena cada vez a medida que la inteligencia artificial avanza.
Este camino comenzó en 2016 cuando Lee Saedol un sofisticado jugador de Go —una especie de ajedrez chino considerado uno de los juegos de mesa más complejos— fue derrotado nada más ni nada menos que por una tecnología. Quien se llevó la victoria fue AlphaGo, una inteligencia artificial desarrollada por el grupo de investigadores y desarrolladores de Google DeepMind. Este hecho le demostró al mundo el potencial de la IA para aprender estrategias abstractas necesarias para ganar un juego de mesa.
“Perder contra la inteligencia artificial, en cierto sentido, significaba que todo mi mundo se derrumbaba", dijo en una entrevista con The New York Times el ya retirado jugador de 41 años. También consideró que esta tecnología podrá quitarnos el valor de algunas de nuestras capacidades, en especial dentro del ámbito laboral.
Desde 2016 hasta hoy hubo diferentes ejemplos de este tipo de secuencias donde el alumno (la máquina) superó al maestro (el humano). Según informa The Guardian, en 2022, una AI desarrollada por la startup francesa NukkAI, venció a ocho campeones mundiales en el juego de bridge. Este logro es significativo porque el bridge es un juego que requiere manejar información incompleta y reaccionar ante las acciones de varios jugadores, un escenario que se asemeja mucho a la toma de decisiones humanas.
Durante un torneo de dos días en París, la IA llamada NooK compitió en 800 manos de bridge repartidas en 80 series de 10, enfrentándose a los campeones humanos y a sus socios dummy, así como a pares de oponentes robots considerados los mejores hasta la fecha. NooK ganó 67 de las 80 series, demostrando no solo habilidad sino también la capacidad de "explicar" sus decisiones durante el juego, característica que lo distingue de otras IA como AlphaGo.
En esta línea, según informa New Scientist, el año pasado Google DeepMind desarrolló una inteligencia artificial llamada Student of Games (SoG) capaz de vencer al humano en juegos. Martin Schmid, uno de los investigadores, señala que SoG está diseñado para aprender cómo enfrentar diversos juegos y mejorar a través de la práctica. Tiene la capacidad de autoenseñanza, enfrentándose a otras versiones de sí mismo para aprender nuevas estrategias y perfeccionar su habilidad de juego de manera progresiva.
A diferencia del AlphaGo que estaba limitado a juegos de información completa, SoG puede adaptarse a juegos con información tanto completa como incompleta. Esto hace que sea notablemente más versátil y generalizable, ampliando sus aplicaciones potenciales en diversos tipos de juegos.
Cada día nos acercamos más hacia una inteligencia artificial independiente y capaz de razonar por nosotros (o como nosotros). Esto se evidencia también con el desarrollo de los agentes de inteligencia artificial, aquellos sistemas que pueden tomar decisiones de manera autónoma a pedido del usuario, como, por ejemplo, los autos automáticos sin conductor.