“Hay un creciente interés por parte de las empresas y la gente de fabricar y consumir productos más amigables con el ambiente”, asegura Verónica Ramos, directora ejecutiva de Ecoplas desde 2019. La asociación civil nació hace 25 años para impulsar el desarrollo sustentable de la industria plástica. Está formada por profesionales y técnicos especializados y promueve la economía circular de los plásticos. Para ello, capacitan a recuperadores urbanos y trabajan en soluciones junto a escuelas, empresas, organizaciones, la sociedad, políticos para educar sobre el reciclado e implementar políticas públicas que incorporen prácticas responsables de consumo.
Se financian con el aporte de los integrantes de la cadena de valor de los plásticos que, como socios activos o socios adherentes, suman su compromiso a la misión. Estos son productores y distribuidores de materias primas plásticas, la Cámara Argentina de la Industria Plástica (CAIP), productores de masterbatches (aditivos o pigmentos para dar color o mejorar las propiedades de los polímeros) y otras asociaciones. Con algunos de ellos, forman la Red de Economía Circular de Plásticos y desarrollan proyectos colaborativos.
Economía circular
La Argentina tiene una gran oportunidad para implementar políticas de economía circular, una expresión que, según el estudio elaborado por Opinaia en 2022, es desconocido por casi el 60 % de las personas en el país.
“Este nuevo modelo de producción y consumo aprovecha más racionalmente los recursos, reduce el desperdicio y cuida el ambiente. En contraposición a un modelo agotado, lineal, de extracción, consumo y descarte”, explica Ramos, que tiene 20 años de trayectoria en la industria plástica. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad de Buenos Aires y magíster en Gestión de la Comunicación en Empresas e Instituciones de la Universidad Austral.
En esta propuesta circular, el plástico se transforma continuamente de recurso a producto, para volver a reciclarse en otro recurso. “Para fortalecer estos procesos, son necesarias estrategias completas, que incluyan decisiones individuales, educación y una base de políticas públicas. Esto se logra a través de tres tipos de reciclados: reciclado mecánico, reciclado avanzado y el reciclado energético”, detalla Ramos. “La misión y acciones de Ecoplas se enfocan en promover la transición a esta economía circular donde los plásticos tienen un rol central. La transición es necesaria y se construye con el ecodiseño, que se basa en el consumo responsable; la recuperación y el reciclado de los plásticos son claves”, dice.
La asociación civil impulsa y colabora en proyectos de ley y políticas públicas que vayan en esa línea. Señalan la importancia de la existencia de una ley de responsabilidad extendida del productor (ley REP), que ya existe en otros países, como Chile, que gestione la generación de envases y productos plásticos domiciliarios, su reutilización, reciclado y valorización. En la misma línea, con la visión de cooperar en la articulación de políticas públicas, Ecoplas, CAIP y el sindicato del plástico UOyEP acompañaron el proceso de elaboración de dos proyectos de ley presentados por el diputado nacional Carlos Ponce (del Frente de Todos), denominados “Uso sustentable de los plásticos de un solo uso” y “Economía circular de los plásticos”.
En las escuelas
Con el objetivo de brindar educación ambiental que promueva la economía circular, desde el 2016 Ecoplas trabaja junto al programa educativo Escuelas Verdes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Dictan clases en escuelas para explicarles a los niños y jóvenes cómo tratar los plásticos y que se empoderen en relación al cuidado del ambiente.
El último índice de reciclado de plástico en la Argentina remarca el rol esencial que desempeña el reciclado en la mitigación del cambio climático. Según este informe, durante 2022 se recuperaron un total de 343.000 toneladas de plástico en el país. Esto se desglosa en 318.000 toneladas de plástico reciclado mecánicamente —un incremento del 11 % con respecto a 2021— y 25.000 toneladas de plástico recuperado para la generación de energía. Hoy se recupera seis veces más cantidad de plástico que en el 2003. Además, el informe detalla que en 2022 el reciclado de plástico en el país evitó la liberación de más de 434.000 toneladas de dióxido de carbono, equivalente a lo que absorben 21 millones de árboles.
Certificación de uso de plástico reciclado
La asociación desarrolló dos certificaciones para identificar productos hechos con plástico reciclado. Una se llama Plásticos Reciclables y, la otra, Contenido de Material Plástico Reciclado en Productos, en la cual trabajaron junto con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Para avalar la trazabilidad y el origen de los plásticos, crearon un sello que es un isologo de una R en color verde con un porcentaje que indica la proporción de material plástico reciclado que contiene el producto. También diseñaron un código QR que lleva el producto certificado y gracias al cual el consumidor accede a un video sobre los beneficios ambientales del uso de plásticos reciclados.
Ambas certificaciones ayudan a avanzar en la circularidad de los plásticos y este año las están potenciando en toda la región, por ejemplo, con su presencia en el Sustainability in Packaging Latin America 2023, en Chile.
La certificación del contenido de material plástico reciclado en productos es la primera en la Argentina y América Latina y fue presentada durante un seminario web organizado por la Coalición de Economía Circular para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Consejo de la Infraestructura de la Calidad de América (QICA). Pueden solicitarla todas las empresas o emprendimientos que fabriquen productos que contengan plástico reciclado. Ramos lo explica así: “Es una opción para el consumo responsable de productos que cuidan el ambiente. Según el estudio de Opinaia, 53 % de los argentinos compraría un producto de plástico reciclado si cuenta con una certificación ambiental. A través de las ecoetiquetas los consumidores pueden saber si un producto cuenta con material reciclado o no y en qué porcentaje”.
Esta certificación ya cuenta con tres empresas certificadas en el país. Una de ellas es Star Company S.A. (Star Co) que fabrica artículos plásticos de bazar. Su presidente es Eduardo Campos, que tiene 60 años y es ingeniero mecánico.
“El uso de materiales plásticos reciclados es una práctica de toda la vida de los fabricantes de la industria, más asociada a productos de menor precio, pero sin un ordenamiento de tipo técnico/legal. El problema de los residuos plásticos es la parte crucial del problema y precisa ser ordenada de forma que esos materiales puedan ser reutilizados por los transformadores y es en lo que Ecoplas y el INTI están trabajando. En nuestro segmento de productos de bazar, los materiales plásticos en la mayoría de los casos no son fáciles de reemplazar: el balde continuará siendo de plástico hasta que se invente algo más conveniente, pero tendremos que aprender a reciclar correctamente aquellos productos que dejamos de usar”, explica Campos.
Desafíos y oportunidades
“Los desafíos para los plásticos son muchos”, considera Ramos. “Ecoplas los toma como oportunidades para vehiculizar acciones, programas y soluciones. Por caso, la falta de políticas públicas es una de las principales causas de las deficiencias actuales para la separación domiciliaria de residuos, la recolección diferenciada, el reciclado y la valorización de plásticos posconsumo, por eso trabajamos cooperando con los Gobiernos”.
La asociación apoya la Ley 2.761 para la implementación de la educación ambiental integral en la Argentina y la Ley 27.592 o Ley Yolanda, que tiene como objetivo una estrategia nacional de educación ambiental y garantizar la formación integral en ambiente, con perspectiva de desarrollo sostenible y con especial énfasis en cambio climático, para las personas que se desempeñan en la función pública. Sin embargo, algunas de estas leyes no se cumplen efectivamente.
La región tiene muchas asociaciones que trabajan de acuerdo a la realidad y marco regulatorio de cada país. Pero hay temas regionales y globales de los plásticos que son comunes como la problemática de los residuos, la separación y el reciclado, mejorar las tecnologías, incorporar el ecodiseño. Son cuestiones que fomentan diálogos y agendas compartidas. La educación ambiental para consumo responsable y la circularidad es otro tema crucial.
Movimientocircular.io es un proyecto regional del que Ecoplas forma parte. Es una iniciativa multisectorial que reúne a personas y organizaciones comprometidas con la difusión de la economía circular. Mediante la educación y la cultura, fomentan el desarrollo sostenible de nuevos procesos, productos y actitudes y orientan sobre cómo hacer la transición de una economía lineal a la circularidad.
Para Ecoplas, ese es el camino para construir un modelo que involucre a todos: sector público, empresas, asociaciones y ciudadanos. Ramos lo sintetiza así: “Debemos promover una gestión eficiente de los residuos donde los plásticos tienen mucho para dar a través de la puesta en práctica de las 7Rs: rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, reciclar, y recuperación energética. La construcción de la circularidad es un camino que estamos transitando, con el impulso de políticas públicas necesarias, empresas que apuestan a la economía circular y, a pesar de su gran desconocimiento, una sociedad que está aportando y participa cada vez más para promover la circularidad y el reciclado de los plásticos”.
___
Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones, una alianza entre Río Negro y RED/ACCIÓN.