Hace poco más de un mes OpenAI anunciaba al mundo su nueva herramienta de inteligencia artificial. Cuando pensábamos que nada podía superar la rapidez y la astucia de ChatGPT, llegó Sora, la plataforma que crea videos a partir de texto.
¿Cómo funciona? Como la mayoría de las recientes plataformas de inteligencia artificial, Sora ofrece un manejo fácil y amigable para cualquier usuario. Basta con solo escribir un prompt (es decir, un texto con determinadas instrucciones) y, casi por arte de magia, la IA generará un video que intente representar de la manera más fiel el pedido.
Sora es capaz de crear videos de hasta un minuto con escenas complejas que contengan múltiples personajes, tipos específicos de movimientos y detalles precisos de los sujetos y el fondo, según describe el comunicado oficial de la empresa. Además, el modelo está entrenado para comprender no solo lo que el usuario ha pedido en la instrucción, sino también cómo existen esas cosas en el mundo físico.
Pero, con esta llegada, nuevas preguntas surgen en la industria de las producciones audiovisuales. Y, especificamente, del cine. ¿Dónde queda en esta nueva era? De acuerdo con Quartz, OpenAI se ha pasado los últimos meses conversando con directores de estudios de Hollywood con el objetivo de mostrarles su nueva herramienta generadora de contenidos que podría ser útil a la hora de hacer películas.
Si bien el detalle de las conversaciones es privado, un vocero de la empresa explicó que OpenAI tiene una estrategia para trabajar en colaboración con la industria a través de un proceso dividido en fases con el fin de garantizar una implementación segura y dar a la gente una idea de lo que está en el horizonte.
Los efectos de la llegada de esta tecnología ya se están materializando (aunque todavía la plataforma no es pública). Tyler Perry, actor y creador de contenidos, dijo que paralizó una ampliación de 800 millones de dólares en sus estudios de cine y televisión luego del lanzamiento de Sora. "Es impactante para mí", comentó para The Hollywood Reporter. “Que te digan que puede hacer todo lo que hace es una cosa, pero ver realmente sus capacidades fue alucinante", profundizó.
En cuanto al público, de acuerdo con Variety, una nueva encuesta muestra que aunque el 70 % de los consumidores estadounidenses prefiere ver un programa de televisión o una película escrita por un humano antes que por la IA generativa, el 22 % afirma que esta tecnología podría escribir programas de televisión y películas más interesantes que los humanos.
De acuerdo con un artículo de Vanity Fair, una de las ventajas principales de esta nueva tecnología creará escenas e imágenes que parecerán de una producción de 170 millones de dólares. También, los efectos visuales podrán ser potenciados y desarrollados con más rigor que antes, lo cual mejorará las producciones finales.
A su vez, es importante destacar la capacidad que esta inteligencia artificial tiene desde un lado de la escritura. Ya hay libros e incluso guiones escritos por sistemas como ChatGPT con la asistencia (por ahora) de profesionales. ¿Las consecuencias? Muchos trabajos ya no serán requeridos o quizás sí, pero en una instancia menor, perjudicando estructuralmente los ingresos económicos de aquellos que están en la industria.
Este fue un tema crucial en la pasada huelga de Hollywood. Después de 148 días, el sindicato de actores llegó a un acuerdo en relación a la inteligencia artificial en donde hay diferentes regulaciones que van en la línea de la transparencia y el respeto por los derechos de autor como, por ejemplo, que la empresa debe revelar al escritor o guionista si cualquier material que se le entregue ha sido generado por IA o incorpora material generado por IA.