En julio se presentó el nuevo documento de identidad no binario. De esta forma, Argentina se convirtió en el primer país de América Latina en reconocer esta identidad de género. Todas las personas que no se identifiquen con la categoría masculina o femenina, van a poder optar por una "X" en su DNI y pasaporte. Más allá de que hay consenso respecto a que significa ampliar derechos, ¿qué desafíos trae esto en su implementación?
La medida llegó bajo la forma de un decreto del presidente Alberto Fernández, el 14 de julio del presente año, y va en línea con la agenda que tiene el Gobierno de ampliar los derechos tanto para las mujeres como para el colectivo LGBTIQ+. Además, durante el acto oficial, el presidente explicó que la decisión de adoptar el término “X” para personas no binarias está enmarcada dentro de acuerdos internacionales.
La implementación del DNI no binario posicionó a Argentina en el primer país en toda la región latinoamericana en hacerlo. Ya habían tomado esta medida Canadá, algunos estados de Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda.
En este mismo sentido, recordemos que en junio pasado el Congreso aprobó el cupo laboral travesti trans, que estipula que el 1% de los puestos de trabajo en el Estado estén ocupados por personas con esta identidad de género.
¿De qué le sirve al Estado saber el género de cada persona?
Durante el acto oficial de la presentación del documento no binario, Fernández cuestionó la importancia que debería tener para el Estado la información sobre el sexo o género de la población. "¿Al Estado le importa el sexo de la gente? ¿Le importa cuál es la orientación sexual o el género que cada uno percibe para sí mismo? Lo que al Estado le interesa es registrar si el ciudadano cumple los compromisos impositivos, si no lava dinero, si no delinque. ¿Por qué le importa el sexo?".
Andrés Gil Domínguez, abogado constitucionalista, explica que la función que tuvo hasta ahora fue para "calificar o determinar sobre la base de un elemento biológico que no se vincula con la capacidad de autodeterminarse y autopercibirse”.
Graciela Balestra, psicóloga especializada en diversidad y género, y presidente de Puerta Abierta a la Diversidad, explica que “en realidad todos somos personas, cada una con su género, pero hay tantos géneros como personas, entonces no me parece necesario hacer una distinción por sexo ni género. Porque el sexo biológico tampoco tiene que ver con la identidad, y hay casos de intersex. Tener una clasificación de sexo y género no serviría”.
La importancia del del DNI no binario
Silvina Madaleno, coordinadora del programa de Diversidad Sexual del INADI, explica que no hay nada en la biología de una persona que le impida o favorezca para cumplir con sus obligaciones como ciudadano y ejercer sus derechos. Además, señala que es importante salir del binarismo “porque significa que más identidades de género sean reconocidas legalmente, y puedan ejercer sus derechos siendo quienes son y no quienes el Estado les dice que deben ser”.
El principio 31 de los Principios de Yogyakarta, uno de los principios a los que el país suscribió, indica que “mientras se construya esa posibilidad de no tener que consignar el género en el DNI, los Estados tienen que garantizar una tercera opción que no sea la F de femenino o la M de masculino, y es lo que se ha hecho en este momento”, explicó Silvina Madaleno.
¿Existe acuerdos en otros países sobre el reconocimiento del género no binario y cómo influye en los pasaportes? La Subsecretaria de Políticas de Diversidad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Alba Rueda, explica que la organización UASI acordó con 193 países sobre los documentos de viaje. Durante años se trabajó en una tercera opción por fuera del binarismo.
Esta medida resuelve justamente la cuestión a nivel de inmigración de intercambio de países, ya que la normativa internacional para los documentos de viaje establece la X como tercera opción. Los países que la implementan son Nueva Zelanda, Australia, Canadá y algunos países orientales. “Esto es un paso fundamental, pero respetando los acuerdos internacionales para los documentos de viaje”, señala Rueda.
Lecciones de otros países con DNI no binario
Alba Rueda señala que los países que han implementado una medida como el DNI no binario son países con más igualdad. “El gran cambio cultural y social es dejar de pensar que todo el mundo son varones y mujeres. Las sociedades son diversas y las personas LGBT existimos hace muchos años. La militancia de Lohana Berkins era que el travesti no era ni varón ni mujer, era una categoría en sí misma, que tiene que ver con una ciudadanía travesti. Tenemos como experiencia que nos constituye en una sociedad más justa, que no quita derechos sino que los amplía, que hace que toda la sociedad avance”.
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¿Cuántas personas se identifican como no binarias en Argentina? Rueda explica que hay dos datos relacionados a estas cifras. El primero es que históricamente se ha invisibilizado a la comunidad y resalta la importancia de este punto. “Hay muchos sistemas de información que han invisibilizado a toda la población LGBT, no solo a les no binarie”.
El segundo, señala que “no hay información poblacional sobre travestis, trans, no binaries, gays, lesbianas, en materia estatal. Lo que hay son estudios universitarios, provinciales, pero a nivel país no hay un instrumento en el que asentarse. Justamente, la creación del Ministerio de mujeres, género y diversidad tiene que ver con transversalizar, modificar los sistemas de información estatal, incorporar en el censo que se va a hacer, la categoría de identidad de género, con situar el eje de la diversidad en los sistemas universitarios para que las personas se puedan autoregistrar. Tiene que ver con reconocer el sistema integrado de información por violencia de género e incorporar la perspectiva LGBT. Hasta ahora solo se contó a mujeres cis, cuando muchas personas LGBT viven violencia de género. También se modificó el CUIT y el CUIL para hacerlo no binario, como reconocimiento de que el Estado tiene que modificar su sistema de información”.
Los distintos organismos del Estado tienen 120 días para adecuar sus tecnologías y normativas a este nuevo decreto. ¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrentan?
Andrés Gil Domínguez explica que “el principal desafío a la hora de implementar esta medida es que más allá de la construcción de un nuevo orden jurídico, se determine un nuevo orden simbólico donde la identidad de género se vea reflejada en igualdad de condiciones en la construcción de subjetividades”.
Otro tema a tener en cuenta son las listas electorales. En Argentina rige un cupo del 50% de mujeres para promover la paridad de género. La duda es si aquellos que figuran como no binarios en el DNI serán incluidos en este porcentaje, deberán elegir entre un género u otro, o si tendrán su propio cupo.
En esta misma línea, Alba Rueda señala que “hay distintos temas que van a adecuarse en términos de normativa. Por ejemplo, hay normativas que establecen una distinción binaria, como la jubilación, así que ese es uno de los ejes que van a tener que adecuarse. Hay otros que tienen que ver con la paridad de género en la representación política. Van a tener que resituarse, no necesariamente en los 120 días. Y básicamente, todo lo que se base en la estructura binaria, de nuestro modo de entender las ciudadanías. En esos lugares se van a abrir los temas”.
En la Argentina, el mínimo de edad jubilatoria en mujeres es de 60 años y en hombres de 65. ¿Se va a crear una nueva categoría con su propia edad jubilatoria?
“En el sistema previsional como con las leyes que hacen diferencia entre lo masculino y femenino, o bien se modifican estas leyes, o bien hasta que las leyes se modifiquen, se aplica el principio pro persona, esto es que frente a distintas alternativas, se debe aplicar aquella más favorable a la persona”, explica Gil Domínguez.
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¿Es este cambio en la lógica binaria de género algo que debería llevarse a la Constitución? ¿Qué cambios son necesarios para que el Estado deje de hacer distinciones de género?
“El cambio en la lógica binaria de género se dio justamente porque tenemos una Constitución que imitó a tratados internacionales sobre derechos humanos, que les otorgó jerarquía, y que desde la textualidad de estos instrumentos, y desde las interpretaciones que han hecho los órganos que las aplican, se ha desarrollado el derecho a la identidad de género y las garantías respectivas, entre ellas las garantías registrales. Con lo cual nuestro modelo es un modelo emergente de aplicar la constitución y los tratados de derechos humanos”, señala Gil Domínguez.
Además, agrega que “los cambios pendientes son una consecuencia de la garantía plena de la identidad de género. Implica fundamentalmente un cambio estructural de toda la normativa, pensada y proyectada sobre un esquema binario, que debe ser transformada a un esquema no binario”.
“La lección del derecho comparado es que cambios normativos sin implementación efectiva, solamente son ilusiones de derechos y no cambios reales en la vida de las personas”, hace énfasis Andrés Gil Domínguez.
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