En 2001 el Congreso de la Nación instituyó al 2 de junio como el Día Nacional del Bombero Voluntario y este año se cumplen 140 años del surgimiento de los Bomberos Voluntarios en nuestro país, cuando en el barrio de La Boca (Buenos Aires) se fundó su primer cuartel. Un incendio en el barrio porteño impulsó a un vecino llamado Tomás Liberti y a su hijo a organizar una cadena humana para apagar las llamas que amenazaban con propagarse en las construcciones aledañas.
Desde entonces, el Sistema Nacional de Bomberos Voluntarios (SNBV) brinda el servicio de primera respuesta a emergencias de manera voluntaria y profesional en el 80 % del territorio nacional. Está conformado por el Consejo Nacional de Bomberos Voluntarios, Fundación Bomberos de Argentina, la Academia Nacional de Bomberos, la Coordinación Única de Operaciones, 28 federaciones provinciales y más de 1.100 Asociaciones, que nuclean a 58.000 bomberos voluntarios.
María José Chávez es segunda jefa y cofundadora del Cuerpo Activos de la Asociación de Bomberos Voluntarios Campo Castañares (Salta), que cubre la zona norte de la capital salteña. El 22 de mayo de este año el cuartel cumplió 10 años de su fundación y ocho años de personería jurídica, un logro difícil de obtener tras haber sido juzgada en un ámbito liderado por hombres.
“Salta es una provincia muy conservadora y en ese entonces me decían que las mujeres no tenían conocimiento, que prácticamente fuéramos a lavar los platos. Por eso hicimos más fuerte la lucha”, asegura Chávez. Hoy en el cuartel son 43 personas, 23 mujeres y 20 varones, y todos llevan a cabo las mismas tareas. “Tengo un ingeniero industrial y un chico que se está recibiendo de abogado, que dejan de su lado su profesión y se sacan la corbata y pasan a tener el mismo rol que una ama de casa”, cuenta.
El servicio a los demás aprendido en su hogar fue lo que impulsó a Chávez a fundar el cuartel. Sin embargo, un momento crucial fue cuando en 2014 falleció calcinada Francisca Humano, una señora de 102 años. “Tenía una casa muy precaria y queríamos ayudarla. Cuando se produjo el incendio nos dimos cuenta de que en la zona norte no había Bomberos Voluntarios, ya que el cuartel más cercano estaba a 12 kilómetros. Por eso decidimos fundar el nuestro”, recuerda Chávez, quien habla en plural porque en aquel momento invitó a vecinos y familiares para llevar a cabo el proyecto.
Además de ser bombera voluntaria, se dedica a vender comida regional a través de un servicio de catering familiar. “Es la manutención de nuestra familia, porque los voluntarios no viven de nuestra profesión, esto es de puro corazón nada más”, expresa. Tras 10 años y con sus dos hijos ya en la universidad, reconoce que tuvieron que aprender a acomodarse. “Muchas veces los dejé sentados cuando sonó una alarma en el almuerzo, cumpleaños o hasta un día de la madre”, recuerda.
Según los datos del Registro Único de Bomberos de Argentina (RUBA), desde mayo de 2023 a mayo de 2024, bomberas y bomberos voluntarios atendieron más de 147.000 servicios de emergencia de los cuales más de 76.000 fueron incendios.
"Hacemos una tarea que nadie más hace, salir de trabajar y venir a una guardia o dejar a los hijos y venir a capacitarse”, señala Chávez. Por ello remarca la importancia del reconocimiento del Día Nacional de los Bomberos Voluntarios. Y concluye: “La gente tiene que conocer lo que nosotros hacemos, que sepan del día en que se fundó el primer cuartel de bomberos y que esos bomberos ponen mucho de ellos, que no son unos locos que quieren meterse en un incendio o que les gusta el olor a humo, sino que esos locos dejan muchas cosas para poder estar mejor preparados”.