Desde 2019, cada 4 de enero se celebra el Día Mundial del Braille. Se trata de una fecha establecida por Naciones Unidas para crear consciencia sobre la importancia de ese sistema de lectura y escritura táctil que permite a personas ciegas o con discapacidad visual el acceso a información, educación y libertad de expresión.
Acá algunas informaciones importantes en relación a este alfabeto.
Cómo surge la fecha. El Día Mundial del Braille fue establecido en honor al nacimiento (en 1809) del francés Louis Braille, el inventor del sistema. Braille perdió la vista desde muy pequeño y cuando era niño ingresó a una de las primeras escuelas para ciegos de su país. Ahí conoció un sistema inventado por el militar Charles Barbier de la Serre, originalmente diseñado para que los soldados interactuaran en silencio en las trincheras. Tomó dicho sistema como referencia y lo adaptó hasta crear el sistema que se usa hasta hoy.
Leer en braille. La lectura es de izquierda a derecha y consiste en desplazar las yemas de los dedos por los puntos trazados en relieve. La matriz tiene celdas, dentro de las cuales hay seis puntos distribuidos en dos columnas verticales, con tres por lado. La presencia o ausencia de puntos determina de qué letra o número. Se pueden obtener 64 combinaciones diferentes, incluyendo la que no tiene ningún punto, que se utiliza como espacio en blanco para separar palabras.
Escribir en braille. Aunque el braille se lee de izquierda a derecha, se escribe de derecha a izquierda. Para escribir en braille se usan dos instrumentos: la regleta y el punzón, que permiten hacer los puntos en relieves. A su vez, para la escritura a máquina existen distintos dispositivos, como las máquinas perkins.
El braille sigue vigente pese al avance de las nuevas tecnologías. Distintas entidades de personas ciegas del mundo reivindican el uso del braille pese al desarrollo de dispositivos que permiten acceder a contenido en otros formados, como los audiolibros. “El braille nos permite una lectura autónoma y en silencio y la intimidad de leer algo desde el papel y no a partir de una voz que reproduce lo que está escrito", señaló a Télam Carlos García, vicepresidente de la Biblioteca Argentina para Ciegos (BAC).
No es solo para personas ciegas. También es una herramienta para muchas personas con discapacidad visual. Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 1.300 millones de personas en el mundo tienen este tipo de discapacidad.