La fecha del Día Internacional de la Diversidad Biológica fue elegida en 2000 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de informar y generar consciencia en la población sobre la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra, sus características e importancias. El lema propuesto para este este año es "Sé parte del plan". La idea es instar a los gobiernos, pueblos, comunidades, organizaciones no gubernamentales, legisladores, empresas y ciudadanos a colaborar en la implementación del Plan de Biodiversidad o Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal, ya adoptado por 196 países.
La biodiversidad es "la diversidad dentro de cada especie y entre las especies, así como de los ecosistemas, incluidas las plantas, los animales, las bacterias y los hongos", según define el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB).
Desde RED/ACCIÓN hablamos sobre la situación en Argentina con Juan Ignacio Haudet, ingeniero civil especializado en Ambiente y director de Biodiversidad y Ecoparque de Mendoza.
—¿Qué iniciativas son clave en Argentina para preservar la biodiversidad hoy?
—Tenemos que trabajar en forma interdisciplinaria entre todas las provincias, independientemente de los colores políticos. Porque la biodiversidad no entiende de fronteras geopolíticas ni de partidos, hay que trabajar en forma mancomunada y coordinada. Las especies que para nosotros en Mendoza son riesgosas, por ser especies exóticas, invasoras, a lo mejor en otra parte del país no lo son y necesitan ser preservadas porque realmente cumplen un rol ecosistémico. Ninguna de las provincias del país se podría desentender.
—¿Cómo afecta a los seres humanos el poco cuidado de otras especies?
—Tenemos que entender que estamos dentro de un sistema, que somos parte de todo. No somos dueños de la naturaleza. Lo que hacemos nos repercute, por ejemplo si atacamos o hacemos que desaparezca una especie que cumplía un rol fundamental. No podemos ponernos en un pedestal y creernos que somos superiores porque vamos a generar un daño tan grande que los primeros perjudicados vamos a ser nosotros.
—¿Cómo se podría incentivar a las nuevas generaciones a cuidar el ecosistema?
—Todos somos parte del problema y también somos parte de la solución, ahí está el desafío. No va a ser un problema de los más jóvenes o de los que vengan a tomar decisiones. Esto nos afecta a todos y nos va a afectar en los próximos años. Los más jóvenes tienen otra mentalidad, intentan cambiar un poco el antropocentrismo. Y cada vez somos más conscientes de que muchas de las cosas que están pasando es por la mala relación que hemos tenido con la naturaleza.
—¿Cuál es el rol que cumplen los ecoparques de nuestro país en el cuidado de la biodiversidad?
—Lo que buscan es ser un centro de rehabilitación de la fauna local y regional, es decir, apostar por entender cómo eran nuestros sistemas naturales y poder protegerlos para evitar que las especies desaparezcan dentro de su entorno. Cada especie es un eslabón dentro de todo ese sistema, no nos tiene que tener sin cuidado. Al contrario, es peligroso, todos cumplimos un rol.
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