—¿Cómo fueron los primeros meses en el sector privado?
— La realidad es que cuando hablamos del ambiente tecnológico estamos hablando de un ecosistema. Si bien existen diferencias entre el sector privado, el público y el tercer sector, lo cierto es que todos hablamos el mismo lenguaje, a diferencia de otros campos. Quizás, uno de los puntos más interesantes es que ciertos temas que no suelen ser asociados directamente con el sector privado, como es el compromiso activo sobre temas de diversidad, sustentabilidad, o el impacto social, y que son pensados tradicionalmente como temas de otros sectores, en Globant se viven como propios y se busca poder articular desde allí con el ecosistema. Por lo tanto, no sentí un cambio rotundo, sino una transición orgánica, ya que eran temas que venía trabajando.
De estos meses, me gusta destacar algo que me llamó positivamente la atención: dentro de Globant hay muchas comunidades que trabajan en temas de agenda, comprometidas a hacer algo diferente y generar un impacto real; e institucionalmente está muy habilitado y desarrollado ese tipo de involucramiento. En resumen, siento que no hubo un corte sino una transición y un trabajo articulado en cómo acercar valor desde otros ámbitos, pero con la misma lógica.
—¿Cuáles son los principales aprendizajes de tu experiencia en innovación que te interesa implementar desde tu nuevo rol?
—Un aspecto en el que busco aportar es en cómo generar experiencias de formación continua que resulten significativas y articuladas con la innovación. Al ser una industria tan demandada, a veces no tenemos los espacios para poder aplicar la innovación misma a nuestro propio proceso de aprendizaje. No tengo dudas que lo que aprendemos es lo que nos va a diferenciar, sobre todo porque nos brinda un laboratorio para crear otros escenarios y posibilidades.
Si desde las propias metodologías que se utilizan en el diseño de la tecnología es donde se genera esta innovación, considero que no hay que olvidar acá también el cómo hacer este aspecto más holístico y sistémico, así también cómo integrarlo con el afuera de una manera más significativa y articulada. Se trata de pensar que mientras reinventamos de la industria, también estamos reinventándonos como talento, e incluso definiendo lo que entendemos como trabajos vinculados al ecosistema tecnológico, a lo que hacemos todos los días, a los conocimientos que ponemos en juego y en la manera en que los aprendemos, incorporamos y transformamos en la práctica. La diversidad es clave para esto, y es uno de los puntos en los que nos encontramos desde Globant con una agenda que busca integrar y hacer que este concepto no sea solo un concepto, sino un motor de cambio genuino transversal a todo.
—¿Cómo te gustaría acelerar y fortalecer la experiencia de aprendizaje de los Globers?
—Hay algo interesante que nos trae la tecnología que es la multimodalidad. El aprender con diferentes formatos está mucho más habilitado y facilitado, a diferencia de los universos más presenciales o tradicionales como la universidad o la escuela misma. En este caso, podemos explorar formatos tecnológicos (desde podcast, hasta videos) ya que, a pesar de que las usamos todo el tiempo, no los consideramos para nuestras propias experiencias de aprendizaje. A su vez, es sumamente importante la customización de esas vías de aprendizaje (no todos aprendemos de la misma forma) y la capacidad de producción de conocimiento desde quién participa de este proceso.
Muchas veces, cuando innovamos, no ponemos en juego el cómo aprendemos y de qué manera podemos aprender otras metodologías o acercarnos al conocimiento. Creo que el desafío en la post pandemia es que cada encuentro con las pantallas sean encuentros significativos y con sentido. Para eso el aprendizaje tiene que estar constantemente interpelando lo que hacemos todos los días con un impacto y propósito. Ya no importa, ni sirve, aprender algo por aprender, sino que se trata de aprender algo para aplicarlo y transformar la realidad. Creo que desde ahí se puede generar un proceso mucho más significativo y fortalecer ese aspecto que hoy sucede, pero que quizás le faltan estas conexiones y reflexiones.
Hoy, la tecnología se reescribe constantemente trayendo nuevas necesidades en roles que están en expansión, en definición, o que ni siquiera se conocen. Por eso desde Globant University nos centramos en ciertas habilidades, creando comunidades de aprendizaje donde no se pierda mucha intermediación entre lo que hacemos y aprendemos. Lo interesante es que la industria está cambiando lo que entendíamos como centros de conocimiento (o personas que contenían ese saber) y por eso la colaboración, la experimentación y laboratorios o hubs son más significativos y con mayor impacto que nunca.
Las mesas donde se definen estas estrategias formativas suelen contar con perfiles diversos en la actualidad, de esta manera se garantiza un mayor impacto y agilismo. Y se trabaja con una agenda que busca dar respuesta también a los desafíos que tendrá la tecnología. Y es desde allí donde es importante valorar un aspecto de formación que incluya el componente ético de las personas egresadas de estas experiencias. Para eso desde Globant estamos trabajando con toda una línea vinculada a Be kind, el programa de sostenibilidad de la compañía que apunta a la relación que tiene la tecnología con su impacto social, en todos los niveles, que empieza por el individual. Desde este lugar es que estamos reinventando cómo aprendemos, con quiénes, dónde y para qué.
—¿Cuáles son los desafíos para desarrollar la diversidad y la equidad de oportunidades en la empresa e industria?
—El desafío más grande es que desde la industria ya estamos en un estadio donde las personas en su mayoría ya entienden que esto es un problema que afecta incluso al desarrollo de la innovación, y donde no hay duda que tiene que haber cambios. El punto está en cómo pasamos al siguiente nivel. Cabe destacar que para llegar a esta situación, hubo mucho trabajo previo y esa fue una de las razones por las que me dieron ganas de trabajar dentro de Globant. A veces afuera de la industria, poco se conoce de todo lo que se hace puertas adentro, y quizás hay prácticas y conocimientos que se pueden compartir; porque como dije al inicio, más que sector, la tecnología es un ecosistema. Para esto es que creo necesario seguir articulando acciones con diferentes sectores, incluso con las diversas familias de manera sistémica.
Es necesario crear un recorrido virtuoso y sustentable para que las mujeres y otras minorías, puedan interesarse y a su vez garantizar no solo el ingreso, sino que un lugar de desarrollo de carrera con potencial liderazgo. Hoy, Globant se encuentra trabajando fuertemente en la generación de nuevas oportunidades relacionadas a los lugares de toma de decisión y liderazgo de equipos/proyectos.
El liderazgo de un talento diverso es uno de los puntos nodales y más importantes con los que tenemos que trabajar ahora. No basta con poner este tema en agenda, hay que trabajar también en garantizar las condiciones para que ese talento se desarrolle y llegue a influir y a transformar realmente los ecosistemas.
Este contenido fue publicado originalmente en Otra Economía, la newsletter sobre economía circular, inclusiva y de triple impacto que edita Florencia Tuchin. Podés suscribirte en este link.