Hace poco comenzó a regir la ley “anti-homosexualidad” en Uganda y su constitución despertó la atención de las comunidades internacionales que luchan por los derechos LGBTIQ + y a favor de las elecciones y libertades individuales.
En la actualidad ser homosexual está prohíbido en 67 países del mundo, con sentencias que van desde el encarcelamiento hasta las penas de muerte. Aunque esto parezca algo extremo en nuestro país, hay culturas en las que aún predominan las bases conservadoras y la heterosexualidad como única norma para vincularse con otras personas.
Uganda, por ejemplo, un país de África Oriental en dónde se castigaba con cárcel a las personas que tienen relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, hace poco aprobó una ley para que todas las personas que se identifiquen como gays o que promuevan la homosexsualidad sean sometidas a condenas de cárcel. Las penas van desde unos meses en prisión hasta cadena perpetua.
Amnistía Internacional fue una de las organizaciones que encendió la alarma por esta avanzada conservadora que deja atrás la libertades sobre la elección de la identidad sexual de las personas.
Si bien en la última década se pudieron adquirir más derechos alrededor del mundo para las comunidades LGBTQI+, según el recuento que hacen las organizaciones que defienden los derechos de este colectivo, aún existen 62 Estados miembros de la ONU que condenan la homosexualidad al igual que otros territorios como Gaza, las Islas Cook, Egipto, Irak e Indonesia (este último, también, prohibió en 2022 las relaciones sexuales heterosexuales fuera del matrimonio).
Países en dónde está prohíbida la homosexualidad:
Países en donde está autorizado el Matrimonio igualitario por año de legalización:
Más infografías en Statista¿Cuál es la situación en América Latina?
Si bien, América Latina muestra un panorama de avances y conquistas en materia de derechos LGBTI+ como el matrimonio igualitario, la adopción de niños y niñas para parejas del mismo sexo, el cupo laboral trans y derechos de acceso a la salud pública y la vivienda; en algunos países del Caribe como República Dominicana, San Cristobal y Nieves, Santa lucía, Jamaica, Granada, San Vicente y Granadinas, la homosexualidad sigue siendo un crimen y es castigada con penas de prisión.
De hecho, según Lucila Galkin Sutton (directora de Género y Diversidad en Amnistía Internacional Argentina), “si bien en América Latina y el Caribe, muchos países cuentan con marcos normativos que tienden a la protección y reconocimiento de los derechos LGBTI+, las vidas LGBTI+ aún están en riesgo ya que, aún se registran homicidios, ataques, discriminación y amenazas”.
“Desde Amnistía Internacional también hemos detectado las barreras que la comunidad enfrenta para acceder a los derechos tales como salud, trabajo o educación; incluso hay dificultades para conseguir el reconocimiento legal de la identidad de género. Ello, en un contexto de una ola creciente de discursos de odio y desinformación que, en algunos casos, se transforma velozmente en políticas y acciones dañinas para las personas LGBTI+”.
Además, Lucila considera que estos discursos también pueden afectar al acceso de la educación sexual integral (ESI) para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. “Algunas medidas regresivas sobre las que alertamos se encuentran vigentes en Perú, o en Paraguay. Finalmente, en el caso de Argentina, a más de 16 años de la ley de ESI, su implementación es deficiente y dispar en todo el país y vemos iniciativas preocupantes como en la provincia de Chaco”.