Entre los grupos más afectados por la pandemia del COVID-19 se encuentran los migrantes y refugiados. Son múltiples las aristas que deben abordarse para tratar con sus problemas, pero todas tienen algo en común: requieren tanto de la acción del Estado como de organizaciones de la sociedad civil y de la propia ciudadanía. En ello coincidieron distintos expertos durante la charla virtual “COVID-19. El mundo en movimiento, Desafíos y respuestas de la población migrante y refugiada ante la pandemia”, organizada por Naciones Unidas y que se transmitió en vivo desde el canal de YouTube de RED/ACCIÓN. Si te la perdiste, podés verla acá.
En el inicio de la transmisión, Tamar Hahn, Directora del Centro de Información de Naciones Unidas para Argentina y Uruguay, destacó: En medio de enormes dificultades, las personas migrantes y refugiadas siguen desempeñando roles clave en la respuesta a la pandemia, contribuyendo a las economías locales, con pequeños emprendimientos, apoyo al trabajo doméstico, incluyendo el cuidado de personas, y otras profesiones, entre las cuales están las prestaciones de servicios médicos para hacer frente a la pandemia hasta los servicios logísticos que permiten sostener actividades fundamentales de la vida cotidiana.
Los panelistas de la reunión fueron: Aude Maio-Coliche, Embajadora de la Unión Europea en la Argentina, Gabriela Fernández, Jefa de Oficina de OIM Argentina, Rodrigo Cuba, Subsecretario de Desarrollo Humano de Cruz Roja Argentina, Juan Carlos Murillo, representante regional de ACNUR para el Sur de América Latina, María Florencia Carignano, Directora Nacional de la Dirección Nacional de Migraciones, Eman Kasawat Alothman, ciudadana Siria en la Argentina y Vincenzo Pensa Terán, Presidente de la Asociación de Venezolanos en la República Argentina (Asoven).
Desafíos que el COVID-19 acentuó
Uno de los principales desafíos señalados para la población migrante fue la crisis económica. “Muchos refugiados trabajaban en el sector informal y por ello han visto vulnerados sus derechos de acceso a salud, vivienda, o ingresos”, remarcó Murillo, de Acnur. En esa misma línea, Fernández, de OIM Argentina, advirtió: “Calculamos que más del 40% de migrantes son pobres, especialmente los de la comunidad migrante latinoamericana y las mujeres”.
Una situación que viene de años anteriores pero que se agudizó por la pandemia.
El COVID-19 también reflotó otro problema: el de la xenofobia. “Hay que rever las estrategias para derribar mitos y prejuicios que dicen que los migrantes pueden ser portadores”, aclaró Fernández. Y remarcó: “Las personas refugiadas y migrantes son una solución, no una carga. Tienen que ser aliados en esta respuesta”.
Un ejemplo está en la vida de Eman, cuya historia contamos en esta nota, es una siria que lleva dos años en Argentina. Ella y su esposo, que es sastre, ayudaron haciendo barbijos para un hospital en Tandil. Claro que también son una muestra de la crisis económica: Eman contó durante la charla que el trabajo no va del todo bien y que, para ayudar a su esposo, está vendiendo comida árabe en la ciudad bonaerense.
La pandemia también trajo complicaciones para las personas migrantes en cuanto a sus trámites. En ese sentido, Carignano, de la Dirección Nacional de Migraciones, destacó la agilización del proceso para obtener la residencia precaria, la cual se puede tramitar online y se obtiene en el momento en caso de que se tengan todos los papeles. También advirtió que se prorrogó la fecha de vencimiento de documentos que caducaron durante la pandemia. Pero aclaró, ante las inquietudes que comunicó la audiencia, que es necesario dar a conocer los marcos legales a muchos empleadores, que no reconocen la validez de estos documentos.
La funcionaria, además, defendió el cierre de fronteras, una situación que, lógicamente dificultó el ingreso de migrantes y dejó incluso familias separadas. “Teníamos que frenar el ingreso del virus, era una medida sanitaria, pero esto no hizo que desatendiéramos a la población migrante”.
Por otra parte, el riesgo de tráfico ilegal de migrantes y trata de personas continúa siendo un desafío a controlar, según señalaron en la charla.
Respuestas conjuntas
Pero, en un contexto de tantos problemas, la charla estuvo llena de más acciones que se tomaron en este contexto.
“En un escenario en el cual el contacto físico está atravesado por el miedo, miles de voluntarios siguen brindando asistencia, siguen trabajando fuertemente por cada una de las familias migrantes que han ingreasado al país”, destacó Cuba, de Cruz Roja, que trabaja en tres ejes: brinda tele asistencia, entra alimentos y busca mejorar la empleabilidad.
Justamente, buscar una mayor autonomía económica de los migrantes es uno de los grandes desafíos de las diversas organizaciones.
Por su parte, Maio-Coliche, de la Unión Europea, destacó que Argentina es el primer país de LATAm con un proyecto de patrocinio comunitario y valoró el trabajo que se hacen en distintos centros de atención a migrantes, especialmente a los de la comunidad venezolana. Del país caribeño son hoy la mayoría de los refugiados argentinos.
“La pandemia nos recuerda que somos frágiles, somos poquito frente a lo que sucede. Pero nuestra vulnerabilidad es también nuestra fuerza”, destacó Pensa Terá, de la Asociación de venezolanos en el país. Él llamó a la sociedad a trabajar en conjunto con el Estado, a proponer proyectos y señalar trabajas donde las hubiera.
Forjando un futuro juntos
La charla se enmarcan en la campaña en el marco de la campaña ONU75: Forjando nuestro futuro juntos, puesta en marcha por el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres. Se trata de una iniciativa, apoyada por RED/ACCIÓN, que busca generar una conversación mundial y un intercambio de ideas, propuestas e iniciativas sobre cómo construir el futuro que queremos.
La campaña ha incluido dos diálogos virtuales. En el primero se habló sobre cómo reducir el impacto de la pandemia en las comunidades vulnerables, mientras que en el segundo se trataron lecciones que el coronavirus nos deja para combatir la crisis ambiental. También una conferencia de prensa de hace dos meses, en la cual se analizó el impacto de la pandemia.
Además de los diálogos, la campaña promueve una encuesta, que busca establecer las prioridades de la cooperación multilateral y mejorar la respuesta a los cambios que están transcurriendo en el mundo (climáticos, tecnológicos, demográficos, sociales, etcétera).
Las respuestas a la encuesta serán presentadas a los líderes mundiales y a los funcionarios de la ONU en un evento de alto nivel durante el 75º período de sesiones de la Asamblea General, en septiembre de 2020. También se difundirán en las plataformas en línea de las Naciones Unidas y de sus asociados.