Que los astronautas de la NASA en realidad nunca pisaron la Luna, que la princesa Diana fue asesinada o que el COVID-19 fue causado por la extensión del 5G. Teorías conspirativas hay para todos, de todos los gustos. Según un paper publicado en Nature, estas creencias se definen como relatos de eventos o circunstancias que afirman que algún grupo pequeño y oculto, a través de medios, poderes o manipulaciones especiales, ha producido efectos visibles y malignos cuya verdadera causa la mayoría de la gente desconoce.
Los investigadores han identificado decenas de características psicológicas, políticas y sociales asociadas a la predisposición a creer determinadas teorías. Por ejemplo, los rasgos demográficos como el género, el nivel educativo, así como las actitudes políticas, entre otras, enumera el estudio.
Como bien señala un artículo en The Guardian es importante tener en cuenta que es un mito que creer en teorías conspirativas es simplemente un signo de poca inteligencia, de hecho, algunas encuestas muestran que algunas personas con educación superior son sorprendentemente susceptibles a la desinformación.
Por otro lado, el hecho de que surjan en momentos de gran incertidumbre, como la pandemia, no es casualidad. “Estos eventos inquietantes a menudo tienen causas complejas que son difíciles de comprender y amenazan nuestros sentimientos de control sobre nuestras vidas, por lo que buscamos formas de encontrar sentido en el caos”, precisa el medio británico.
Finalmente, y no menos importante, muchas de estas creencias fueron pensadas para jugar con los sesgos de nuestro cerebro si estamos vulnerables, ya que “pueden ofrecer una narrativa clara y ordenada que ayude a resolver nuestra angustia existencial, a menudo mediante la identificación de chivos expiatorios a los que se puede culpar por la crisis”, aclara.
Con esto en mente, estas son las cinco teorías conspirativas más comunes tomadas de una lista más extensa elaborada por Live Science:
El 11 de septiembre
La evidencia acerca de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 es abrumadora en contra de Osama bin Laden y un grupo de secuestradores. Sin embargo, se han planteado una variedad de explicaciones mucho más complejas que involucran al presidente George Bush, entre otros personajes.
Algunos defienden que las Torres Gemelas fueron derribadas mediante la demolición controlada con bombas y otros que hubo un avión secuestrado que no se estrelló contra el Pentágono. Ambas posiciones fueron ampliamente contrarrestadas con investigación.
La muerte de Diana
La princesa Diana murió el 31 de agosto de 1997 en un túnel de la autopista de París. Pero “la idea de que una figura tan querida y de alto perfil pudiera ser asesinada tan repentinamente fue impactante”, destacó Live Science.
A diferencia de otras teorías de conspiración, esta tenía un multimillonario que la promocionaba: Mohamed Al-Fayed, el padre de Dodi Al-Fayed, que murió junto con Diana. Al-Fayed afirmó durante mucho tiempo que el accidente fue en realidad un asesinato por parte de las agencias de inteligencia británicas, a pedido de la Familia Real. Luego de examinarlas, sus sospechas fueron descartadas como infundadas.
Alunizaje de la NASA
La NASA llevó astronautas a la Luna por primera vez en 1969. Como era de esperarse, surgió la conspiración de que el alunizaje nunca sucedió y fue plasmada en un libro de 1976 llamado Nunca fuimos a la luna: la estafa de los treinta mil millones de dólares de Estados Unidos y en una película de 1978 denominada Capricornio Uno.
Además de las formas más obvias de desmentirla, desde la vuelta de los astronautas se están estudiando diversas muestras de suelo lunar en equipos de investigación de todo el mundo.
Tratamientos naturales ocultados
Una carta de 2014 publicada en JAMA Internal Medicine encontró que el 37% de los estadounidenses cree que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) está ocultando curas naturales para el cáncer debido a la presión de las compañías farmacéuticas, explica Live Science.
No obstante, los oncólogos más respetados respaldan tratamientos como masajes y musicoterapia para pacientes con cáncer cuando son complementos de los productos farmacéuticos que se prueban en ensayos clínicos y tienen una eficacia comprobada. Mientras tanto, muchos promotores de la salud naturista se enriquecen vendiendo sus propios suplementos y vitaminas que muchas veces no están regulados por ningún ente.
COVID-19 y 5G
Si hubo un evento global que provocó toda clase de conspiraciones fue la pandemia. Aunque parece lejano en el tiempo, hace alrededor de tres años muchos creían que fue la tecnología inalámbrica del 5G la culpable de las enfermedades y muertes.
“Según la conspiración COVID 5G, las frecuencias electromagnéticas de las torres de telefonía celular socavan el sistema inmunológico y enferman a las personas con COVID (...) Otra teoría de la conspiración afirma que las vacunas COVID-19 contienen chips de seguimiento que se conectan a las redes 5G para que el gobierno, o posiblemente el multimillonario y filántropo de vacunas Bill Gates, pueda vigilar los movimientos de todos”, explicó Live Science. Así todo, los chips 5G son demasiado grandes para caber en una jeringa de vacuna y no tienen ninguna relación con el virus que saltó a humanos en China.