La industria textil argentina atraviesa una crisis severa, con más de la mitad de su maquinaria paralizada y miles de despidos. La producción de hilados de algodón cayó un 14 % en los primeros cinco meses del año, mientras que la de tejidos se redujo un 26 % interanual, según INDEC.
La Fundación Pro Tejer, que agrupa a las principales cámaras empresariales del sector, reporta la pérdida de cerca de 5.000 puestos de trabajo y unas 10.000 suspensiones en el último año. Con menos de la mitad de la capacidad instalada funcionando, el sector enfrenta un panorama complicado: ocho de cada diez empresas redujeron su producción y el 90 % vio caer sus ventas. Seis máquinas de cada diez están paradas.
Luciano Galfione, presidente de la Fundación Pro Tejer, expresó en una entrevista en el programa Somos Radio de AM 530, que el uso de la capacidad instalada está en un 40 %, contrastando con el año anterior, cuando estaba por encima del 70-80%. También destacó que muchas inversiones en tecnología y capacitación no están siendo utilizadas debido a la actual crisis.
Competencia desleal y políticas gubernamentales
La Secretaría de Industria y Comercio de la Nación eliminó el control aduanero del etiquetado de productos textiles y de calzado que ingresan al país, lo que podría favorecer la importación de productos terminados.
La situación se complica con la resolución 156/2024, que elimina el requisito de etiquetado para productos textiles importados. Galfione aseguró a través de X que “eliminar los controles aduaneros facilita la vida a los que no dan empleo. Y añadió: ”Se cree que cuando importamos un bien terminado se va a consumir más barato. Pero eso no ocurre y lo que sí termina pasando es que cierran empresas y la gente se queda sin trabajo”.
Caída en las ventas y producción
La crisis en el consumo impacta directamente en la producción textil. Datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) muestran un desplome del 20.4 % interanual en el Índice de Producción Industrial Pyme. En el sector textil e indumentaria la producción se retrajo un 7.4 % anual en junio, acumulando una caída del 2.7 % en el primer semestre del año.
El uso de capacidad instalada de la industria se ubicó en mayo en 56.8 %, según datos del INDEC. Los productos textiles fueron los más afectados, con un uso de capacidad instalada del 41.4 %. En los primeros cinco meses del año la producción de textiles acumuló una contracción del 19 %. En el caso de prendas de vestir, cuero y calzado, la caída asciende al 8.7 % interanual, con un descenso acumulado en 2024 del 14.6 %.
La crisis productiva se vincula directamente con la crisis del consumo. Según datos de CAME, en junio las ventas minoristas retrocedieron un 21.9 % interanual y acumularon una caída del 17.2 % en el primer semestre del año. En la rama textil e indumentaria, la comercialización bajó un 0.9 % en junio. La principal razón identificada por las empresas es la pérdida del poder adquisitivo de la población.