El Senado convirtió en ley el plan para darle protección al 10% del Mar Argentino al crear dos áreas marinas protegidas frente a Tierra del Fuego.
Con la sanción de este proyecto, el país concreta el mayor avance de su historia hacia la conservación de su mar: pasó de proteger un 3% a alcanzar el 10%, un compromiso internacional al que adhirió cuando se suscribió al Convenio sobre la Biodiversidad Biológica y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que establece justamente preservar el 10% de las zonas costeras y marinas antes de 2020.
La propuesta instaura dos parques oceánicos del tamaño de las provincias de Formosa y Misiones con distintos niveles de protección, desde la prohibición absoluta de toda actividad hasta zonas donde se podrá pescar o navegar pero de manera controlada.
Además, con la materialización de este proyecto, 2018 pasó a ser el año en el que más áreas protegidas se crearon, ya que a estos dos parques marinos se le suman Aconquija (Tucumán), Iberá (Corrientes), Traslasierra (Córdoba) y Ciervo de los Pantanos (provincia de Buenos Aires).
De esa manera se supera la marca alcanzada en 1937, año en que se crearon cinco parques nacionales, entre los cuales figuran Perito Moreno, Los Glaciares y Lanín.
La importancia de las áreas protegidas marinas. Un informe de la Administración de Parques Nacionales dice que las redes de pesca dejan una huella en el fondo del mar y arrasan con invertebrados, como corales, esponjas, medusas y estrellas de mar. Cuando el daño se perpetúa, hablan de huellas de mar muerto. Y también advierten sobre la pesca incidental de peses que luego descartan y la muerte de aves y otras especies que quedan atrapadas en las redes.
Las protecciones que se instaurarán están contempladas por ley y ofrecen distintos niveles, que van de más restrictivos a más permisivos. En este gráfico se entienden fácilmente cuál es el objetivo de esa gradualidad:
Ahora veamos qué tipo de protección le darán exactamente a las futuras áreas marinas protegidas. Yaganes tendrá proyectada una zonificación tridimensional.
- El fondo marino constituirá una reserva nacional marina estricta. Es decir, se prohibiría toda actividad salvo la investigación científica y la necesaria para monitorear el lugar. No se puede pescar, explorar el suelo en busca de hidrocarburos, visitar la zona ni hacer ejercicios militares.
- Un amplio sector, el más alejado de la costa, tiene su columna de agua zonificada como parque nacional marino. Ahí no podrá haber actividades pesqueras pero sí educativas y turísticas, pero en armonía con la conservación.
- Finalmente, la columna de agua cercana a Tierra del Fuego será una reserva nacional marina de usos múltiples, dónde sí se permitirá pescar, pero con métodos menos agresivos, más controlados y limitados en cuanto a períodos estacionales y volúmenes.
Burdwood II se dividirá en dos sectores:
- Al oeste, en el sector proyectado como reserva nacional marina, se contempla el uso sostenible. Es decir que se podrá pescar pero bajo las reglas que se disponga en el plan de manejo. También se habilitarían actividades turísticas y educativas.
- Al este, operará el sector propuesto como reserva nacional marina estricta. Es decir, de absoluta conservación, pero con la posibilidad de realizar actividades científicas.
Quiénes respaldan la plan. El plan fue impulsado por las 16 ONG que conformaron el Foro para la Conservación del Mar Patagónico, como Fundación Vida Silvestre, FARN y Aves Argentinas. También de la comunidad científica y de otras ONG, como The Conservation Land Trust Argentina (CLT), que impulsa la campaña Sin Azul no hay Verde, que justamente hace foco en la necesidad de proteger el mar.