¡Hola, amigos y amigas! Llegó la cuarentena, y con ella los grandes gestos de muchas personas. Pilotos y auxiliares de abordo que viajan a la zona afectada para rescatar gente, médicos que responden preguntas en Twitter para descomprimir las guardias, vecinos que hacen compras por los que no pueden, profes de gimnasia que entrenan a los demás… Otro tema: no olvidemos que los hospitales de niños necesitan dadores de sangre.
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La comunidad ante el coronavirus. Se despertó la solidaridad en estos tiempos de lucha y esperanza. La fuerza y la unión de la cuadra, del barrio, de la ciudad, del país, del mundo… Parece que hace mucho tiempo no estábamos tan unidos.
Un joven llegó de Europa y empezó su cuarentena. Unos días después, tuvo síntomas y los análisis confirmaron coronavirus.
Una sola cosa por decir: ¡gracias, amigo!
Porque por tu compromiso y tu conducta responsable se evitaron muchos contagios. ¡Gracias por cuidarnos a todos nosotros!
En relación a eso, leí este tweet del diario Le Monde: “Le coronavirus ne représente pas seulement une crise majeure de santé publique. Il nous soumet à une évaluation de notre résilience, de nos solidarités, de notre capacité à faire corps collectivement. Ce qui nous paraissait acquis ne l’est plus.”
Traducción libre: “El coronavirus no es solo una gran crisis de salud pública. Nos hace poner a prueba nuestra capacidad como comunidad. Nos permite poner en acción nuestra solidaridad. Es un momento para la entrega personal y es un tiempo para conformar un verdadero cuerpo social. Un gran desafío: el de ser comunidad”.
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Donemos sangre ahora. Hace una semana surgió la primera dificultad. Disminuyeron los donantes de sangre. La primera campaña que hicimos en Red Solidaria para enfrentar esta pandemia fue convocar a la comunidad a donar sangre. El resultado: ¡donaron sangre más personas que la misma semana el año pasado!
Ahora necesitamos cubrir las necesidades de los pacientes para estos días.
Contactanos por Whatsapp: +54 911 4915 9470
O en las redes sociales: @redsolidaria
Mientras el coronavirus se disemina, ¿cómo estás ayudando a los demás?
Contame.
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Rutina OK. Cómo hacer una #CuarentenaSolidaria:
- Hacen falta dadores de sangre para los hospitales de niños. Donemos.
- Llamamos a nuestras personas mayores para ver cómo están y qué necesitan.
- Si ves una persona en situación de calle, ¡avisá!
- Si ahorrás en viajes por cumplir la cuarentena, podés comprar algunos elementos de limpieza para las personas más postergadas.
- Tejé cuadraditos para confeccionar frazadas para abrigar.
- Nos comunicamos con argentinos varados en el exterior.
- Organizamos trámites y compras de los grandes de la familia, del edificio o del barrio.
- Juntando jabones para quienes están en situación de calle.
- Comunicándonos con amigos y familiares que puedan sentirse solos en estos días.
- Vaciemos los cacharros, recipientes, macetas y floreros de casa, y saquémosle el agua porque además de coronavirus hay dengue.
- Muy importante: nos quedamos en casa.
El ejercicio de la solidaridad, en estos momentos, es intentar –en comunidad– evitar el contagio del virus para protegernos como sociedad y justamente para cuidar, especialmente, a los más “débiles”. Son tiempos para prestar especial atención a nuestros grandes, a quienes están recibiendo algún tipo de medicación o a quienes han pasado por un tratamiento y su organismo se está recuperando.
#YoMeQuedoEnCasa
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Un pensamiento. Todo el planeta, por primera vez en la historia de la Humanidad, está intentando ponerse de acuerdo para proteger a los más grandes y a los más desprotegidos.
Tremendo y maravilloso, a la vez.
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Maestros. Cinco (en realidad, seis) ejemplos de solidaridad para celebrar e imitar:
1/ Arriba, una tripulación voluntaria de Aerolíneas Argentinas yendo a repatriar ciudadanos argentinos a Italia.
2/ Dos ofrecimientos de consulta, por parte de una médica y un médico, ambos argentinos. Vía Twitter, para descomprimir las guardias.
Ella, infectóloga, escribe: “Hola! Soy médica infectóloga de un hospital público de CABA. Si alguien tiene una consulta sobre COVID-19, que no sea grave para no acudir a los hospitales, puede consultarme por privado. Por favor difundir”. Su Twitter es este.
Y él, cardiólogo, pone: “Buen día, soy médico, y me pongo a disposición de cualquier persona que pueda tener dudas con posibles síntomas de Coronavirus. Si bien los teléfonos en caba es 107 en PBA 148 puede que colapsen. Pueden preguntar por acá”. Su Twitter es este.
3/ La foto de arriba es de Tomás Marcó del Pont (su Twitter), que vive en Barcelona.
4/ Otro de España. Ana López escribió en Twitter: “Mi casero me acaba de mandar esto. No tenía por qué hacerlo, pero puede pasar sin la cuota del alquiler y ha querido aportar su granito de arena. Me ha dejado sin palabras, la verdad”.
5/ Y una clase de gimnasia desde una terraza para todos los vecinos.
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Las palabras también contagian. Se escucha decir: “Fulano se murió de coronavirus, pero ya tenía otra enfermedad”. Mengana falleció, “pero tenía más de 60 años”.
¡Dios mío! ¡Pero se murió!
Siempre que alguien se muere, es posible que tenga una o muchas patologías previas. De eso se trata la vida y de eso se trata la muerte.
Estamos en una campaña local y global, justamente, para evitar las muertes, ¡todas las muertes! En estos momentos podemos ponernos en su lugar e imaginar la angustia de las personas con diabetes, con alguna patología cardíaca, con algún grado de hipertensión. O pensar en los pacientes en tratamiento con las defensas bajas por un tiempo, o en las personas que felizmente se trasplantaron. Podemos imaginar el temor que también tienen sus familiares y sus amigos.
Seamos capaces de contemplar cómo puede sentirse una persona que pertenece a los denominados “grupos de riesgo” y que tiene que escuchar “murió pero”.
Ese “pero” no tiene una ternura solidaria. Puede angustiar y puede lastimar. Generamos un dolor innecesario.
Son tiempos complejos. Son momentos para cuidarnos. Para abrazar y empatizar. Tiempos para transitar como una verdadera comunidad.
Queremos mandarle un enorme abrazo a las familias y amigos de las tres personas que fallecieron (hasta hoy, viernes 20). Queremos decirles que no están solos. Que estamos con ustedes.
No son una cifra de las estadísticas.
Son tres personas, tres de Nosotros.
De Nosotros, la comunidad argentina.
Juan.