Sí, es jueves y sí, estás recibiendo PLANETA. En las negociaciones suelo escaparle un poco al tema que hoy nos compete, pero prometo que el retraso en la entrega de la newsletter lejos estuvo de ser un escape. Por el contrario, fue parte del prometedor, ansioso y detallado trabajo de preparativos que inició en el camino rumbo a la COP26. Sin más demora, hablemos del tema que no está entre mis favoritos, pero necesariamente lo estará en mi agenda de la conferencia: financiamiento.
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Donde estamos parados. No en una montaña de dinero. Más bien en el borde de un precipicio viendo si hacemos las cosas bien o no, como para estabilizarnos o caernos. Más allá del drama que le puse a esta escena inicial, lo cierto es que comprender dónde nos ubicamos hoy en materia de las negociaciones climáticas, nos permitirá comprender qué es lo que puede o debe ocurrir en la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP26.
Si en la edición anterior nos paramos con las manos firmes en el Artículo 6 y toda su complejidad (espero no me lo hayan soltado), hoy los invito a que nos paremos en un tema que mezcla varias sensaciones: obviedad, poder, enojo, desconfianza.
Algo es obvio: los países en desarrollo no están en condiciones económicas cómodas y necesitan dinero para poder implementar sus políticas de mitigación y adaptación al cambio climático. Otra cosa es obvia: ese dinero lo tienen los países desarrollados, quienes además son los responsables históricos del cambio climático, así que medio que están en deuda con el resto. Ahora bien: si ustedes necesitan dinero que yo tengo y encima estamos negociando un montón de cosas alrededor, tengo cierto poder en la mesa para jugar. Cuando me siento en la mesa a jugar o sólo anunciar, eso genera enojo en los países que requieren el dinero y que no lo ven sobre la mesa. Todo esto nos ubica parados actualmente en un escenario de total desconfianza entre todos los países.
¡Bienvenidos al tema del financiamiento rumbo a la COP26!
- ¿Qué dice el Acuerdo de París? Cuando en 2015 los países llegaron históricamente a consenso para hacer frente al cambio climático, se decidió reiterar el compromiso (asumido ya en 2009) de que los países desarrollados movilizarían -como mínimo- US$100.000 millones anuales desde 2020, con la particularidad extensión de hacerlo hasta 2025, hacia los países en desarrollo. La idea -al menos en 2015- era establecer un objetivo de financiamiento aún más ambicioso luego de cumplido ese período.
- ¿Qué pasó entonces en 2020? No nos olvidemos: fue el año de la pandemia. Con ello como realidad y la excusa perfecta, el financiamiento climático prometido empezó a brillar por su ausencia. Más que anuncios de cifras y promesas en algunos de los eventos virtuales que se realizaron, hubo más dudas que claridad en torno a la meta de financiamiento establecida junto al Acuerdo. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, no se ha cansado en reiterar la importancia de que los países desarrollados movilicen el dinero prometido para facilitar la acción climática en los países en desarrollo.
- ¿Qué se sabe hoy de ese dinero? Es la primera pregunta que le hice a una de las personas que más sabe de financiamiento en las COP. Desde que comenzó a participar en las negociaciones en 2016, Eddy Pérez se dedicó a seguir de cerca el tema de financiamiento. Como director de Diplomacia de CAN Canadá -coalición que nuclea a más de 100 organizaciones climáticas del país- hoy responde al interrogante con el que llegarán muchos países a Glasgow: "El último reporte de la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) demuestra que los países ricos sólo han movilizado US$79.000 millones de los 100 en el 2019. Virtualmente, si analizamos de manera un poco obvia la movilización de fondos durante el 2020 con la COVID-19, esa movilización fue menor. No estamos bien en términos de la cifra".
Conforme el reporte mencionado de la OECD, esa cifra del 2019 representó un incrementó del 2% respecto de la de 2018. Todavía se ubica muy lejos de la cifra prometida: faltarían más de 20 millones. El desafío no es sólo lo que se moviliza en un año puntual, sino también cómo la cifra pendiente de movilizar se acumula a los años que siguen.
Sigamos con el tema...
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Hacia dónde debemos ir. No porque sea el tema de seguimiento de Eddy, pero ante la incertidumbre de un dinero que no aparece, en algo está totalmente convencido: "Los 100.000 millones de dólares es el tema de la COP26 que puede marcar la COP. Si no existe una demostración de que los países desarrollados están comprometidos realmente realmente (no me equivoqué al tipear, lo enfatizó dos veces Eddy) para cerrar este capítulo, es posible que la COP no logre ser el evento de tal importancia como Reino Unido lo está presentando".
- Más allá de lo cuantiosa que es la cifra y lo que significa para cualquier país en desarrollo, ¿por qué son tan importantes estos US$ 100.000? Se puede responder por una de las palabras que mencioné al inicio de la newsletter: confianza. A ella se han venido refiriendo desde Guterres hasta el presidente de la COP26 Alok Sharma. ¿Hay entonces un significado simbólico detrás de la cifra monetaria? "Los 100.000 millones representan un símbolo de confianza y de cooperación", no tarda en decirnos Eddy y explica: "En un momento en que se está pidiendo a todos los países que hagan más por la acción climática, los países ricos no son capaces de pagar este dinero que ellos mismos se comprometieron a dar".
- ¿Por qué los países desarrollados no quieren poner el dinero sobre la mesa? Creo que dejaría que cada uno piense en la respuesta a este interrogante. En lo formal, los países debieran dar explicaciones en el predio de Glasgow.
- ¿Puede el no destrabar el financiamiento complicar al artículo 6? Por si ya el artículo 6 tenía suficientes complejidades en sí mismo, el financiamiento puede brindarle ayuda o suponerle más desafíos, o incluso ello puede ser a la inversa. "Hay un vínculo directo entre ambos temas porque hay una decisión que dice que el Fondo de la Adaptación recibirá dinero del artículo 6. Entonces hay una expectativa muy grande en que el artículo 6 le dé dinero a ese fondo. La negociación del artículo 6 va a tener una incidencia directa en las finanzas", nos cuenta Eddy y subraya: "En Glasgow, el financiamiento climático es tan importante desde el punto de vista político como la negociación del artículo 6".
La transparencia en la movilización de este dinero es el gran desafío detrás de los bellos anuncios de compromisos de montos. ¿A qué acción climática se destinará ese dinero? ¿Cuándo llegará efectivamente el dinero? ¿Cuándo se ejecutará la acción? ¿Qué condiciones se les pide a los países en desarrollo para poder acceder a él? Hay más preguntas que respuestas aún y espero balancear esta cuestión en las próximas semanas con la conferencia. El punto que en todo este universo de cifras, compromisos e irresponsabilidades no debemos olvidar es el que sigue.
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Lo que no debemos olvidar. En su pedido a los países de temas a cumplir en la COP26, Guterres viene desdoblando el financiamiento en dos subtemas: que se concrete la movilización del dinero prometido y que un 50% del financiamiento climático vaya a adaptación. Si históricamente se ha dado más importancia a la mitigación (reducción de emisiones) que a la adaptación a los efectos ya presentes del cambio climático, el financiamiento no ha sido la excepción en la desigual proporción.
Conforme Naciones Unidas, apenas un 20% del financiamiento climático internacional está dirigido a políticas de adaptación al cambio climático. Los países en desarrollo que se encuentran enojados, con razón, a la espera del dinero prometido, coinciden con ser los países más vulnerables a los efectos ya presentes del cambio climático. Porque algo también es obvio: el cambio climático profundiza las vulnerabilidades ya existentes.
"2021 es el año que debemos parar de crear instituciones y procesos que lo único que hacen es retardar la discusión sobre financiamiento para los daños y pérdidas generados por el cambio climático. Éste es el año en que deberíamos realmente comprometernos en ese punto", dice el representante de CAN Canadá.
De hecho, de toda la conversación con Eddy hubo algo que me quedó resonando aún en mente. Y es que los US$100.000 son apenas una parte fundamental de todo el ecosistema del financiamiento climático mundial que se necesita. "Solamente para la adaptación al cambio climático en Latinoamérica, el costo de la adaptación es de aproximadamente entre 130.000 y 300.000 millones de dólares anuales para esta década. Eso puede aumentar hasta 500.000 millones de aquí hasta el 2050", subraya Eddy. La cifra destinada a adaptación en los compromisos que se pongan en práctica, definitivamente debe aumentar.
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Una guía sobre la COP. Creo que ustedes como lectores de PLANETA, ya están en un Nivel 2 o 3 de conocimientos sobre las COP. Pero confieso que antes de cada conferencia hasta yo misma me pongo a estudiar o repasar sobre la COP. Hacer una guía para RED/ACCIÓN sobre la COP digamos fue un ejercicio perfecto en ese sentido. Qué es en definitiva, quiénes participan, por qué se hace en un lugar y no en otro, cuán clave es la próxima conferencia. Bueno, todo eso y más, lo encuentran en esta Guía especial y detallada sobre la COP.
Si consideran que debemos dar respuesta a algún interrogante más en la guía, no dejen de escribirme a [email protected] Espero les guste y les resulte útil.
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En agenda: Taller de cobertura sobre la COP26. ¡Qué lindo ya poder compartirles esto! Como parte de los preparativos de la cobertura de RED/ACCIÓN sobre la COP26, también queremos que más comunicadores puedan contar con las herramientas y el conocimiento necesario para cubrir una conferencia de tal importancia. Es por ello que, si son periodistas, estudiantes de periodismo o comunicadores, los invitamos a un Taller de Cobertura sobre la COP26.
Dictados por esta persona que les habla y que cubre negociaciones climáticas desde 2014 (qué vieja me siento al decirlo), veremos en un primer encuentro qué es la COP y por qué la que se avecina es tan importante, y en el segundo cómo cubrir la COP26, aún si se encuentran a la distancia. Spoiler: ¡es posible!
El taller será el martes 19 y el jueves 21 de octubre a las 12 del mediodía (hora argentina). Es gratuito. Si les interesa, sólo deben registrarse aquí.
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La próxima edición de PLANETA será la última desde Buenos Aires, antes de partir rumbo a Reino Unido. ¿Ansiosa yo? ¡No se dan una idea! Se cumplirán 22 meses desde la última vez que hice una cobertura desde el exterior y fue precisamente la de la COP25. Para bajar (o aumentar) esa ansiedad, los invito a viajar conmigo y compartirme sus inquietudes, consultas, dudas, comentarios respecto de la COP26. Pueden escribirme a [email protected] y estaré más que alegre de poder responder a ellos e incluirlos en mi cobertura en RED/ACCIÓN.
En esta edición se mencionó el tema de la próxima. Ese sobre el cual muchos prefieren no hablar. Ese que muchos otros necesitan en la mesa de discusión.
¡Buena semana!
Tais