La vi ahí gateando en medio del predio de la conferencia. Todo aquel que pasaba a su lado la saludaba sonriente. La imagen es extraña para una COP. No suele haber niños. Sin embargo, están presentes (o debieran estarlo) en cada decisión que allí se toma, pues éstas afectan su presente y su futuro. La COP de este año parece haberles dado la espalda a estas nuevas generaciones. Y también a la ciencia, sobre la cual los jóvenes basan sus reclamos. Lo que era una oportunidad para avanzar, se terminó convirtiendo en una discusión para aplazar la ambición de acción climática para el 2020.
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1. Con sabor a poco y largas horas de negociación, concluyó la COP25. “Tiempo de actuar”. Ese fue el lema elegido para la 25° edición de la conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático. “Tiempo de actuar”. Parece que la concentración sólo estuvo puesta en la temporalidad y no en la acción; en extender la conferencia para conseguir un resultado a cualquier costo, no importa si el resultado fuera bueno o malo; en dejar que la acción quede para otro tiempo y no para hoy. La COP25 concluyó el domingo, más de 40 horas después de lo que tendría que haber sido su plenario de cierre, convirtiéndose en la reunión más larga de la historia en 25 años de Convención. Ese récord no le valió grandes logros, o al menos no los resultados que se esperaban para el encuentro.
- Las causas de los escasos avances. Fueron dos y se complementaron. Por un lado, el débil liderazgo de la presidencia chilena que lejos de facilitar el proceso, lo dificultó aún más. Comenzó el día uno marcando diferencias en un raro episodio con los otros países latinoamericanos (por el asunto de “circunstancias especiales” que explicamos aquí) y concluyó con reuniones cerradas sobre ciertos temas críticos que excluyeron a los países más vulnerables. Por otro lado, una causa histórica y conocida: los grandes países contaminadores que obstaculizan el proceso para no llegar a consenso, para satisfacer sus propios intereses en detrimento de los demás. Sólo por mencionar algunos: Estados Unidos, Brasil, Arabia Saudita, Japón.
- La “COP de la ambición” que fue poco ambiciosa. Creo que así podría resumirse lo que comenzó aparentando ser esta conferencia y lo que terminó siendo. Con la “Decisión Chile Madrid Tiempo de Actuar” (sí, siguieron con ese lema) se expresó lo consensuado por las partes luego de dos semanas de intercambio. El lenguaje referido a la necesidad de que los países revisen sus planes climáticos nacionales a 2020 quedó muy débil en términos de compromiso y responsabilidad. En especial, al considerar que son los países más emisores los que se debieran suscribir a ello. Según Climate Watch Data, 79 países han manifestado su intención de mejorar la ambición o acción en los planes para el próximo año, pero sólo representan un 10,5% de las emisiones globales ?
- El famoso artículo 6 deberá esperar. Quedó pendiente de reglamentarse el año pasado en Katowice, Polonia. Quedó pendiente de reglamentarse este domingo en Madrid, España. Nuevamente, los países no pudieron llegar a consenso sobre el artículo del Acuerdo de París referido a mecanismos de cooperación internacional -como mercados de carbono- que busca aumentar la ambición climática a través de la participación de entidades públicas y privadas. Distintos representantes de la sociedad civil y de las delegaciones coincidían en la previa en que era mejor no tener un acuerdo sobre este punto, antes de tener uno malo, por las implicancias que supondría. La discusión continuará en 2020 con el gran desafío de incorporar y garantizar el cumplimiento de los derechos humanos y la integridad de los ecosistemas.
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Las voces tras el cierre: entre la decepción y el enojo. Las palabras del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, a poco de concluir la conferencia, llamaron la atención y reflejaron lo que muchos sentían: “Estoy decepcionado con los resultados de la COP25. La comunidad internacional perdió una oportunidad importante para mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y financiamiento para enfrentar la crisis climática”.
- Voces de la sociedad civil. La red de más de 1.300 organizaciones no gubernamentales Climate Action Network (CAN), expresó sus críticas: los gobiernos no mostraron señales de hacer frente a la emergencia climática, los intereses de los políticos y de las industrias de combustibles fósiles se ponen por delante de la gente y el planeta, se amplía la brecha entre los reclamos y lo que los líderes están dispuestos a hacer mientras las emisiones continúan en ascenso.
- Una de las expresiones más críticas. “Fracaso”. Este fue el adjetivo utilizado por Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace Internacional, para referirse a la COP25 aún cuando la conferencia no había concluido. Tras el cierre, lo mantuvo: “Los gobiernos deben repensar por completo cómo hacen esto, porque el resultado de la COP25 es totalmente inaceptable. Esta COP expuso el papel de los contaminadores en la política y la profunda desconfianza de los jóvenes hacia el gobierno, mientras que los bloqueadores climáticos como Brasil y Arabia Saudita, habilitados por un liderazgo chileno irresponsablemente débil, 'vendieron' acuerdos de carbono y sacudieron a los científicos y la sociedad civil. Necesitamos un cambio sistémico en el que las personas puedan confiar”.
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¿A dónde quedó escuchar a la ciencia y a los jóvenes? Bastante controversia hubo en el plenario para el reconocimiento a los reportes sobre suelo y océanos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en Inglés) y la realización de eventos sobre ambas temáticas en 2020, en especial por la oposición de Brasil. Finalmente se llegó a consenso al respecto. La ciencia no sólo ha presentado reportes a lo largo del año, también lo hizo durante la primera semana de la conferencia. La ciencia habla: el cambio climático tiene impactos más intensos y más frecuentes, el cambio climático tiene riesgos para la salud de las personas, el cambio climático intensifica los eventos extremos y así, así, así… Los gobiernos parecen aún no escuchar sus propuestas: actuar con urgencia y con ambición.
- Esas voces juveniles que no se callarán. “La COP debería encontrar soluciones holísticas. Se convirtió en una oportunidad para que los países negocien lagunas y eviten aumentar la ambición”. Estas palabras son de Greta, pero no fueron dichas luego de concluida la COP, sino en medio de la segunda semana ante el plenario. Se mantienen vigentes hoy analizando los resultados. La juventud marchó durante todo el año, marchó también el viernes 6 durante la conferencia, se expresó con distintas acciones, participó en eventos, reclamó justicia climática y acción ambiciosa. Hicieron todo esto y los gobiernos no la escucharon. 2020 seguramente sea un año donde esas voces se hagan sentir con más fuerza ✊
- Opinión. “La falta de compromiso para aumentar la acción climática de los grandes países emisores contrasta enormemente con la ciencia, las crecientes demandas de la calle y los duros impactos que ya se sienten en los países vulnerables”, manifestó Manuel Pulgar-Vidal, líder global del programa internacional de clima y energía de WWF. Y agregó: “Los gobiernos regresarán a casa para hacer frente a la frustración creciente de los movimientos juveniles, los ciudadanos y las comunidades vulnerables, y tienen que responderles”.
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Lo que sí se aprobó en la COP25. Algunos de los puntos a destacar dentro de las aprobaciones es el de daños y pérdidas, fundamental a la hora de pensar en quienes más sufren los efectos del cambio climático. Más allá del avance en su aprobación, algunos se mostraron críticos en lo que refiere a gobernanza y financiamiento. El primer tema se continuará trabajando en 2020. Al segundo se dará respuesta a través de un panel de expertos que buscará fondos y de la “Red de Santiago” que facilitará soporte técnico. El principal país resistente en daños y pérdidas: Estados Unidos.
- Opinión. "En respuesta a la emergencia climática, las naciones más pobres hablaron con una sola voz para exigir fondos para las pérdidas y daños. Las naciones ricas han utilizado todos los trucos para detener el progreso y evitar pagar su parte justa", expresó Chema Vera, director ejecutivo interino de Oxfam Internacional.
- El Plan de Acción de Género. Se aprobó un plan de trabajo a cinco años para promover la igualdad de género y el empoderamiento femenino, tanto en participación en las negociaciones como en medidas de respuesta ante el cambio climático. Para comprender su importancia es necesario recordar que las mujeres son, por un lado, uno de los grupos más vulnerables a los efectos del cambio climático y, por otro también, las que están trabajando para liderar la acción climática.
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¿Cómo seguimos ahora? Mucho por hacer en 2020. “Estoy más decidido que nunca a trabajar para que 2020 sea el año en que todos los países se comprometan a hacer lo que la ciencia nos dice que es necesario para alcanzar la neutralidad en carbono en 2050 y un aumento de la temperatura de no más de 1,5°C”. Las palabras de Guterres reflejan la expectativa (y la necesidad) que ahora muchos tenemos para el 2020, año en que comienza a regir el Acuerdo de París, año en que los países debieran empezar a presentar planes climáticos nacionales más ambiciosos que nos permitan estar más cerca de los objetivos de dicho acuerdo.
- Los eventos a agendar. El proceso y los temas pendientes (artículo 6, transparencia, plazos comunes, financiamiento, entre otros) continuarán en la reunión intersesional en junio en Bonn, Alemania, y en la próxima conferencia climática. La COP26 se llevará a cabo en noviembre en Glasgow, Reino Unido, donde el futuro del Brexit es mirado con atención por la comunidad climática. No sería de extrañar que Guterres convoque a alguna otra cumbre durante el año -similar a la de septiembre pasado- para impulsar la acción climática. Las elecciones presidenciales en Estados Unidos será otro de los eventos a prestar atención pues el país se retirará del Acuerdo de París un día después de que ocurran (4/11). En función de quién sea elegido, quizás podamos hablar luego de un eventual regreso.
- El inicio de LA nueva década. Como dijo Greta ante el plenario, 2020 marcará el inicio de una década que “definirá nuestro futuro”. Los próximos 10 años serán claves para realizar los cambios drásticos que la ciencia ya evidenció como necesarios si queremos modificar la situación actual de crisis climática y evitar llegar a un punto de no retorno. Pulgar-Vidal es contundente: “2020 debe ser diferente y lucharemos aún más por las personas y la naturaleza”. Y Mario Caffera, director de Sociedad Amigos del Viento de Uruguay, también: “Tenemos que ir más rápido que nunca. Después de 2020 habrá menos posibilidades de reparar el desastre climático”.
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En agenda: las fiestas y una oportunidad para ser consumidores responsables. Como una pausa a la COP25 y una obligatoriedad de calendario, ya lo anticipaba la semana pasada. Navidad y Año Nuevo son fechas protagónicas en cada diciembre, pero también en las que la invitación a consumir por consumir priman desde el marketing. La cuestión no es eliminar acciones, sino ver de hacerlas generando un impacto positivo. Aquí algunos consejos que vengo implementando en los últimos años.
- Regalos: menos es más, siempre. Priorizar experiencias por sobre objetos; elegir emprendimientos locales u optar por alternativas de elaboración sustentable; usar el menor packaging posible (reutilizar papel de diario o restos de tela para envolver).
- Comida: elegir un menú con alimentos de estación y de producción local (más económicos y con menos emisiones); optar por más verduras y menos carnes (para elegir una dieta de menor impacto); refrigerar o freezar las sobras y reaprovecharlas (para evitar el desperdicio de alimentos).
- Decoración: hay múltiples sugerencias en redes sociales (especialmente Instagram) para reutilizar materiales y decorar el hogar de celebración, ello permite reducir la cantidad de residuos generada y evitar comprar productos innecesarios.
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Ser sustentables: y festejar a conciencia. A este tema le quiero dedicar un apartado especial, porque me ha tocado desde lo personal. Estas serán mis primeras fiestas sin Queen ? En las 16 anteriores, me dediqué plenamente a que ella no sufriera por la pirotecnia. De hecho, los últimos años ya estaba sorda, pero el recuerdo del impacto negativo era tal que si veía un fuego artificial en el cielo, se desesperaba. No sólo los perros y gatos sufren por la ruidosa pirotecnia, también otros animales como las aves; y personas con autismo. Al día siguiente, además, esta elección de festejo deja una gran cantidad de residuos. Creo que ya mencioné argumentos suficientes para que en estas fiestas pensemos en el otro y contribuyamos para que todos podamos festejar con alegría, sin sufrimiento. Así que cuatro palabras para compartir: NO A LA PIROTECNIA.
Podría parecer raro concluir con esta foto sonriente en el predio de la COP25 en Madrid. Pero frente a la oportunidad perdida, me quedo con aquellas palabras de Greta ante el plenario: la esperanza se encuentra en la gente, el cambio vendrá de la gente. Y este espacio-comunidad de PLANETA es una pequeña contribución para alcanzar ese gran cambio. Una aclaración: en esta foto falta mucha gente del equipo de RED/ACCIÓN que en trabajo conjunto Madrid-Buenos Aires permitió que esta cobertura tan importante sea posible. Así que a ell@s también un gracias especial.
Me quiero despedir de esta edición con esa sonrisa y con dos mensajes: gracias por acompañarnos en esta desafiante e intensa cobertura internacional, y los mejores deseos en las fechas especiales que se vienen, que sean siempre en armonía con el planeta ?
Tais